En cada casa y estilo de vida

En cada casa y estilo de vida, son distintas las necesidades que cada cual exige como mínimo al espacio. Necesidades que muchas veces van cambiando con el tiempo, el desarrollo personal y profesional, y que en la realidad se van amoldando a cambios de distribución, de orden o de piezas en algunas ocasiones.

Esas veces en las que nos vemos en la necesidad no inicial de reformar por completo el espacio, pero que llevado el tiempo, el presupuesto y muchas veces la monotonía de verlo igual, nos lleva a querer reformar la cocina, a cambiar los usos del baño, o a ampliar reduciendo el número de habitaciones y ganándole espacio al salón.

Reformas y actuaciones que consolidan y hacen ganar en carácter y diseño nuestro espacio, y que hace que casi estrenemos zapatos nuevos, aun siendo de segunda mano.

¿Pero que debemos analizar antes de embarcarnos en la reforma?

Es muy importante primero de todo, contar con un máximo o una cifra de inversión lo mas real posible (que si, que todos queremos ahorrar) de la inversión en la que nos podemos embarcar. Marcar tanto un numero de máximos, como de mínimos, para que sea un interiorista y profesional, como un albañil o carpintero, los que sepan hasta donde poder invertir en proyección y materiales, y no trabajar en balde o crearnos falsas expectativas del espacio.

Analizar las necesidades

¿Qué buscamos, necesitamos y queremos conseguir? Si nos decidimos a reformar es muchas veces porque el espacio no cumple en si las funciones de dimensiones, almacenaje o funcionalidad, y otras tantas es evolución y actualización del interior. Para ello, es importante marcar unos hitos, unos imprescindibles adaptados a la realidad, y gestionar y analizar aquello a lo que tenemos que renunciar (que siempre hay algo).

Eficiencia y durabilidad

Las modas están genial, no lo vamos a duda, pero eso son. Pasajeras. Lo mejor es no solo pensar en la estética del momento, y si también en el largo plazo. La durabilidad temporal, y de materiales. Su uso, y quizás sus pros en cuanto a rentabilidad, eficiencia y que lo que hoy nos parece algo más caro, a no muy largo plazo, nos revierte rentabilidad, en otros aspectos.

Proyección y open Mind

Si, no solo el decirse a reformar involucra un cambio del espacio, si no de nuestra mente. En el momento que queremos renovar o cambiar, debemos abrir la mente, y evolucionar con respecto a lo anterior. Son muchos los que siguen pensando en esa cocina gris que quieren actualizar, pero siguen demando una cocina gris. ¿Dónde está el cambio? Ayúdate de revistas, apóyate en profesionales y sobre todo, piensa que si descubres una nueva perspectiva, es porque hay mucho más horizonte.

Y vosotros…¿os habéis planteado reformar el espacio? ¿Qué cuestiones previas os hicisteis para decidiros?