Por Angelo M. D'Addesio
Será el 4 de diciembre la fecha del referendum de revisión constitucional que definirá el futuro del Parlamento italiano, de las funciones legislativas de las regiones y especialmente del poder del jefe de gobierno que, con esta reforma, favorece su autonomia de las Camaras y su gran libertad decisional, convertiendolo en un Jefe de Estado de facto.
La caricatura de la primera pagina del Corriere della Sera, el más famoso diario italiano, ilustra un desfile militar en estilo ruso saludado por el jefe de gobierno Renzi, que se substituye a todos los miembros del Soviet y encima el amargo título:"Será el 4 de diciembre el nuevo 2 de junio?", confirmando el sentido de una reforma que puede conducir Italia a un dificil pasaje democratico.
La fecha decidida despúes de muchos meses de espera fue cuestionada por todas las oposiciones por su proximidad a las fiestas de Navidad, particularmente al tradicional "ponte de la Inmaculada Concepción" y por su excesiva distancia que hace juego al jefe del gobierno y a su brazo derecho y ideatora de la reforma, la ministra Boschi para seguir a la campaña electoral en un momento mas dificil de aprovación por el gobierno en crisis sobre Europa, inmigración y economia.
El frente del SI es muy solido, conducido por el jefe del gobierno Renzi, la ala oficialista formada por su partido, los aliado centristas y de centroderecha y particularmente los periodicos italianos más leidos y proximos a los bancos y a la gran empresa, la mayoría de los grupos industriales que respaldaron Renzi en todas estos meses especialmente despúes de la reforma laboral y aunque sea en caída tiene una ventaja de cinco puntos.
El frente del NO es una "coalición arcoíris", casi en estilo chileno, formada por los disidentes del Partido Democratico, el Movimiento de Grillo, el centroderecha de Berlusconi (que está dividido y tiene exponentes que votarán por el SI), la Liga Norte, la izquierda y la derecha radicales, todos unidos sea para favorecer la crisis del gobierno sea para bloquear la revisión constitucional.
En este momento la incertidumbre del pueblo italiano y la poca uniformidad de los sondeos no permite de mirar un ganador del desafio electoral pero lo que es cierto es el nivel de abstención proximo al 40% y favorecido del escaso conocimiento de los argumentos del referendum y del desinterés por la politica italiana y el periculo más grande es la subvaluación de los resultados de la reforma unida a la nueva ley de elecciones que limita le elección de diputados y senadores.
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