En el cielo con Dante – @shivisc

No es que peque de ermitaña, es que no puedo evitar alejarme cuando detecto personas que no quiero cerca de mí.
No son todas afortunadamente y menos mal que este mundo es muy grande y todavía existen personas que es bueno dejar entrar.
¿Cuándo el convertirnos en selectivos nos hizo ganarnos el apodo de arrogantes? Oh maldito cielo de Dante, te convierten en un infierno cuando no quieres estar ahí.
No es socialmente correcto soltar tu no cuando tratan de imponer su sí.
Y luego se preguntan, ¿porqué les repele la gente?, ¿porqué somos indiferentes? y porqué no caemos como antes en los juegos del chantaje o imposición.
Pero eso sí, tienen derecho a escupir las cosas que ni siquiera pasan por borrador y a desenrollar la lengua sin medir su implicación; pero no puedes decir no porque el cielo arde, la tierra cruje, el grito suena enfurecido y todo el veneno cae a tu alrededor.
¿Entonces, puedes pero no debes decir que no? Menuda hipocresía del tamaño de su creador. A toda esa gente que les dije no, les explico y ratifico.
No es no, con un carajo, dejen el chantaje abajo y superen que no siempre la gente está a su disposición.
No pasa de un raspón en el culo, de un maltrecho ego herido que no rompimos nosotros sino su aplastante ensimismamiento de no ver más allá de su egoísta necesidad de atención.
No es no ¡y que arda el cielo de Dante! mientras yo me retiro campante al sacudirme de aquellos sí que siempre quise decir que no.
Porque la experiencia que dan los años es hacer de lado las cosas que te hacen daño, la gente que te intoxica con su miseria y no tienes ganas de solapar.
Eso no me hace menos humana, disfruto ser solitaria y por qué no repetirlo, ¡me encanta mi individualidad!
Porque tengo derecho a darme espacio para abarcar entre mis manos todo aquello que quiero entregar a los que amo. Todo lo que les he guardado y no he querido desperdiciar.
Precioso Cielo de Dante, en ti me quiero quedar; prometo que aunque me rueguen jamás me voy a marchar.

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