En el estreno de la película Wildmed

Anoche tuve el enorme placer de acudir al estreno en Sevilla del documental Wildmed, una oportunidad única de disfrutar de la naturaleza andaluza en pantalla grande. Por desgracia aún no se apuesta lo suficiente por el cine documental patrio, en este caso la obra se ha proyectado en varios cines de España pero intuyo que ha costado lo suyo para que así fuera -y no es que haya tenido mucho bombo-, de hecho muchas personas se van a quedar con las ganas de verlo porque se ha proyectado en pases muy concretos (con lleno por cierto) y un único día por el momento. Es una pena que teniendo el patrimonio natural que tenemos no se hagan muchos más documentales, pero ya os digo que no será por falta de ganas, sino más bien por la escasa  voluntad de los que pueden promover que se hagan. Ellos argumentarán que el público español no quiere ese tipo de productos, pero los hechos demuestran que cuando se da la oportunidad el público en mayor o menor medida responde.

Centrándome ya en la película, lo primero es reconocer el esfuerzo personal y el trabajo de los que han formado parte, ya que han sacado una obra digna sin el presupuesto y los medios de los grandes documentales que estamos acostumbrados a ver, es por eso por lo que pienso que debemos ser razonables con los defectos que podamos encontrar. Intuyo que todo está hecho a base de horas, sacrificio e ilusión, más que medios reales. Personalmente no me veo capaz de sacar una película adelante con la situación de partida que ha tenido el director de esta necesaria obra.

Puestos a hablar del documental en sí, me quedo como escenas preferidas con las de insectos mucho más que con las de aves y mamíferos, sobre todo por no ser tan habituales y resultar por lo tanto novedosas y sorprendentes para el espectador más acostumbrado a documentales. También el making of proyectado justo al terminar me pareció cercano y divertido, todo un acierto incluirlo.

Se nota que el director es un naturalista bien formado en ciencias y que tenía ganas de comunicar algunos mensajes, y eso me encantó. Tanto las escenas donde se relata la muerte de nuestros árboles como la encina y el alcornoque y sobre todo, la defensa del lobo con argumentos científicos rotundos, me parecieron dignas de aplauso. ¡Por fin alguien dice lo obvio! A ver si muchos más le siguen abiertamente (en el blog siempre lo he hecho aunque no llega a tanta gente como una película),  y esos mensajes sobre el exceso de herbivoría y los problemas ecológicos de nuestra naturaleza más allá de la contaminación van grabándose a fuego en la sociedad, porque falta hace.

Sin más, animaros a que si la ponen en vuestra localidad acudáis a verla, así apoyáis la causa y entre todos podremos hacer ver que los aficionados a la naturaleza queremos ver nuestros tesoros en pantalla grande, que si dan la oportunidad hay público para este cine.