Revista Cultura y Ocio

En el exilio de Mascha Kaléko

Publicado el 23 julio 2016 por Pato1 @pato1gonza

En el exilio de Mascha Kaléko
Tuve una patria bonita hace tiempo –
Así cantó ya el refugiado Heine.
La suya estaba a la orilla del Rin,
La mía en la arena de la Marca de Brandenburgo.
Todos nosotros teníamos una (¡ver arriba!).
Se la devoró la peste, se deshizo en la caída.
Oh, rosita del matorral,
A ti te rompió la fuerza através de la alegría.
Los ruiseñores enmudecieron,
Buscaban un domicilio seguro,
Sólo chillan los buitres
En lo alto, sobre filas de tumbas.
Eso no será nunca, lo que fue,
Si es que llega a ser de otra manera.
Aunque la querida campanita suene,
Aunque ninguna espada tintinee.
En ocasiones siento, como si
El corazón se me rompiera.
Tengo a veces nostalgia.
Lo único que no sé, es de qué.
Tres maneras de estar sola

Mascha Kaléko (1907, Chrzanów, Polonia-1975, Zúrich, Suiza)
La característica de su obra es una Lírica urbana (que considera por ejemplo pluralismo, simultaneidad, masificación, anonimidad) con un tono melancólico-tierno. Por largo tiempo después de su muerte, la obra lírica de Mascha Kaléko, a la que se le considera también como el equivalente femenino de Erich Kästner, mantiene aun una gran cantidad de seguidores. Las estrofas conocidas como Montagsgedichte conmueven por su sencillo y directo lenguaje. Sus poemas fueron convertidos en canciones, como Hanne Wieder o cantantes como Rainer Bielfeldt.
Mascha Kaléko fue una conocida poeta en idioma alemán, asociada al movimiento de la nueva objetividad en la literatura.
Tuvo una vida intensa, marcada por la Primera Guerra Mundial y el exilio a Alemania, algo que se refleja en toda su poesía.

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