Vicent Frey y Bianca han elegido vivir en el antiguo taller de la familia. Este lugar cargado de historia con su inmenso dosel esconde un loft precioso. Vicent Frey se ha prestado al juego de nuestras preguntas desvelándonos anécdotas y secretos deco en exclusividad para Wanna One… ¡No os lo podéis perder!
Vincent Frey, vives en un loft atípico. Cuéntanos su historia…
Situado en el barrio japones de París, el apartamento es un antiguo taller de la Casa Pierre Frey transformado luego en departamento de archivos.
Este espacio fue comprado por Pierre Frey, mi abuelo y creador de la Casa del Editor de tejido de amueblamiento del mismo nombre, en los años 50.
El loft está instalado en el patio de un edificio del siglo 17, se dice que Bossuet habría vivido dentro.
Está compuesto de dos pisos y de algunas habitaciones pequeñas con los techos bajos. Un gigantesco dosel, seguramente añadido hace unos cien años, da toda la luz del día.
Una joven arquitecta, Marika Dru nos ha ayudado a repensar los volúmenes y los espacios. Hemos querido conservar en la medida de lo posible los materiales de origen. Los suelos son muy variados, yiendo del parquet Louis XIV a los pavimientos de vidrio. Las tuberías están a la vista, los radiadores de hierro colado.
La distribución en anfiteatro es muy original. ¿Fue fácil apropriarse de todos los espacios y decorarlos?
Por supuesto, muy fácil. Había que aprovechar la única fuente de luz que venía de las ventanas. Vivimos en todas las habitaciones. Es un lugar ideal para recibir: el gran espacio salón-comedor, el futbolín, la cocina en abierto están perfectamente adaptadas para acoger a nuestros amigos. La biblioteca en el piso superior permite aislarse un poco, pero estando en el corazón del piso.
¿Cuáles fueron vuestras fuentes de inspiración para la concepción de vuestro hogar?
Nos encanta el color y nuestro apartamento es muy alegre.
Los tejidos, moquetas, alfombras, papeles pintados y numerosos muebles provienen de la Casa Pierre Frey, pero pasamos con Bianca gran parte de nuestros fines de semana en los rastros para buscar objetos antiguos o encontrar nuevos creadores en Internet.
Patrick Frey, mi padre había conservado también mobiliario vintage, «por si a caso», y hemos podido aprovechar de ello!
¿Las cortinas del comedor son una pieza maestra de la decoración de este espacio abierto, son de Pierre Frey?
Las cortinas fueron concebidas a partir de uno de los documentos de nuestros archivos, un dibujo de Jean-Baptiste Huet impreso sobre algodón hacia 1808. Me gustaba mucho el estampado y decidimos agrandarlo bastante para darle un aspecto más contemporáneo. Al principio este tejido debía estar creado sólo para nosotros, pero ha tenido tanto éxito que hemos decidido ponerlo en colección. Por lo tanto, está en nuestro catálogo con el nombre Oberkampf y existe en una versión en rojo.
Los revestimientos de suelo son muy variados. ¿Qué buscaban transmitir a través de esta variedad de materiales?
Hemos querido conservar los materiales de origen. Donde no era posible, hemos colocado moqueta Braquenié eligiendo nuestros propios colores.
Los pavimientos de vidrio en el suelo permitían dar un poco de luz. Nos encanta esta mezcla de contemporáneo y clásico, industrial y calido.
¿Cuál es su habitación preferida?
Me encanta la pequeña habitación tapizada del tejido Espalier como un follaje. ¡La luz es fantástica ahí! Estamos como aislados en un capullo, pero ¡vemos todo lo que ocurre en el apartamento y en el patio del edificio!
Tenéis muchos muebles y piezas de grandes diseñadores, ¿cuál es tu flechazo entre todos estos bellos objetos?
Me gusta especialmente nuestra biblioteca de Peter Marigold en madera. Pero tengo una afición particular por los sillones de Jacques Charpentier en plexo que pertenecían a mi padre. Y por último, la mesa de oficina de la habitación de mi hijo era el mío cuando era pequeño. ¡Somos muy conservadores en la familia!
¿Qué mensaje te gustaría dejar a los lectores de Wanna One?
Es muy fácil y divertido aliar elementos contemporáneos con otros más clásicos y que los tejidos calientan la atmósfera. Permiten también esconder los objetos que no queremos ver (la gran cortina del salón detrás del sófa esconde nuestra televisión, los juguetes de nuestro hijo y la bodega) o de cerrar un espacio: en nuestra habitación que está abierta al salón, hemos colocado una cortina para conservar un poco de intimidad. En nuestro vestidor no hemos puesto puerta pero un tejido, Mauritius, muy alegre con palmeras que iluminan la sala.
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