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En estas caracolas se escucha el otro sonido del mar: las historias de refugiados que sobrevivieron hasta llegar a nuestro país

Publicado el 08 agosto 2018 por Huss87

¿A quién no le gusta oír el sonido del mar? Olas que te acompañan mientras lees un libro, un murmullo que te relaja mientras tomas el sol, el runrún del agua chocando contra las piedras... Pero, desgraciadamente, el mar no nos suena igual a todos. A mucha gente, lejos de traerles sensaciones placenteras, el rumor del océano le produce incertidumbre, sufrimiento, dolor e incluso muerte. Es el caso de las personas refugiadas que han tenido que jugarse la vida a bordo de un bote o una barca hinchable para llegar a nuestro país.

Para ponernos en su piel y entender todo lo que han pasado, el Centro de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la agencia Ogilvy han lanzado "El otro sonido del mar". Una campaña para la que han creado unas caracolas que cuando te las acercas a la oreja, en lugar de escuchar el resonar de las olas, puedes oír las historias de algunos refugiados que se vieron obligados a cruzar el océano en busca de un futuro mejor.

Las caracolas cuentan con un dispositivo automático de audio que se activa al acercártelas al oído. De esta manera, se pueden escuchar los relatos de varios supervivientes que llegaron a nuestro país a través del mar contadas en primera personas. Estos estremecedores narraciones también se pueden escuchar en forma de hilos sonoros gracias a Twitter España. Te dejo más abajo algunos de ellos.

Sin duda, se trata de una campaña que invita a reflexionar sobre una situación que es cada vez más alarmante. Cada año, miles de personas se ven obligadas a arriesgar sus vidas en trayectos peligrosísimos para llegar a Europa, pero no todos tienen la suerte de los protagonistas de esta campaña. En lo que llevamos de 2018, ya ha habido más de 300 muertes de gente que intentaba llegar a nuestras costas, una cifra que supera los 1.500 si hablamos de todo el mar Mediterráneo.

Como ya he dicho en otras ocasiones, ojalá llegue el día en el que no hagan falta campañas como esta.

En estas caracolas se escucha el otro sonido del mar: las historias de refugiados que sobrevivieron hasta llegar a nuestro país

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