En mayo vimos ‘La Reina de los Colores’ y ‘Tic Tac’

REINA DE LOS COLORES

A mediados de mayo estuvimos viendo La Reina de los Colores, que todavía puede verse los sábados y domingos de junio en la sala Plot Point. La obra conecta bien con los bebés. Apenas sin diálogos, la fuerza recae en la interpretación de las actrices, que son muy expresivas, y sobre todo en la música.

La obra cuenta con varios instrumentos tocados en directo, lo que despierta mucho más y mejor las emociones que la música enlatada. Violín, ukelele, flauta y diversos instrumentos de percusión acompañan perfectamente las emociones que nos invitan a sentir a través de situaciones cotidianas y en especial de los colores.

El espectáculo se llama así porque existe una Reina que ha perdido a sus súbditos, los colores, y los va mandando llamar uno a uno, de manera que a los más pequeños les sirve de aprendizaje para conocer y aprender a distinguir el rojo, el azul, el amarillo y el gris.

Lazos, cintas, tules y confeti terminan saliendo por los aires. Luego, los niños se los pueden poner si quieren y, al final, todos los llevan a sus correspondientes cestos, reforzando en ellos la idea de que después de jugar hay que ordenar y guardar todo.

Un punto a favor de la sala es que en vez de la típica moqueta que suele haber delante del escenario, tienen un par de edredones mullidos que hace más cómodo estar allí sentado con el peque viendo la obra de teatro.

TIC TAC

Tic Tac es una obra especial. Al igual que la actriz que la representa, Paula Portillo, transmite mucha paz, dulzura y musicalidad. En torno al tema de los relojes y las horas, la actriz va mezclando técnicas de mimo con música y canciones (ella resulta expresiva y tiene una voz bonita) para acercar a los más pequeños al complejo universo del tiempo y los números.

El 1, el 2, el 3, el 4… Y así hasta el 12, Tic Tac repasa todos los números, que se convierten en animales, nubes, truenos, flores… Y que van acompañados de canciones.

El montaje está muy cuidado, la música bien elegida y se ve que los materiales están realizados con cariño y pensados para que al final puedan tocarlos y jugar con ellos los más pequeños, como es costumbre en los espectáculos para bebés.

Se nota que los estímulos están bien elegidos y pensados para los bebés, conectan con ellos. Mi hija, de 19 meses, no paró de nombrar los objetos que veía y de preguntar cómo se llamaba casi todo lo que iba apareciendo. Es una obra entendible para los bebés mayores y muy estimulante para los más pequeños.

Consta de un pequeño teatrillo que se abre en tres partes y se va apagando según pasan las horas del reloj. Tic Tac enseña los números, el paso del tiempo, los animales, recuerda canciones infantiles tradicionales como la de los Cinco Lobitos, e invita a soñar con un mundo de fantasía en el que los relojes cobran vida.

Es una de esas obras que da gusto ver de cerca y que no hay que perderse. Un acierto seguro para ir con bebés de cualquier edad, ya que en función de la etapa cada uno encontrará estímulos que despierten su interés y le hagan aprender algo nuevo y reforzar lo que ya sabía.