En ocasiones...percibo percebes

Dicen los que han estado mirando la presunta contablidad B de Bárcenas que durante el período comprendido entre 1990 y 1996 la fuente de la que manaba el grueso del flujo del dinero negro era Galicia. Nada indica que la contabilidad anterior a esta fecha, que llevaba el cesado Naseiro hasta entonces. Ni de las cuentas desde 1977 que nace el partido con el nombre de Alianza Popular. Las cuentas de Bárcenas de 1990 no son las del tesorero porque él no lo era, así que son las cuentas del gerente del partido Bárcenas, miembro durante décadas de la Ejecutiva Nacional del PP, que si ahora tiene 56 años e ingresó en el partido con 26, sabe de lo que se ha cocinado los últimos treinta y no veinte años. Lo que nos lleva a que está en la cocina del dinero y la financiación del partido desde 1980.
Allí habitaba el gerente, que empezó en los tiempos mozos coincidiendo con la naciente democracia española. En el partido creado como fusión de siete asociaciones políticas predemocráticas creadas por siete ministros del régimen, convertidos junto con todos los suyos en fervientes demócratas desde sus despachos ministeriales de Madrid. Cuando nació el partido todos los suyos tenían ya despacho ministerial. Mano en los presupuestos y experiencia en gastar en grandes proyectos y obras públicas como cúpula de los ministerios dedicados a tales fines, uno que no lo era, venía del Ministerio de Información que además decía ser de turismo. Desde su nacimiento es un partido relleno por miembros del aparato burocrático del estado en Madrid como en Galicia.
Se imagina uno a todas las mariscadoras, los precebeiros, los furtivos, los rapadores de caballos silvestres, los cultivadores de mejillón y las cofradías de pescadores enteras con sus barcos cubiertos de flores, todos entonando cánticos de agradecimiento a su patrona y poniendo dinero negro en una caja para que sea enviado a Madrid, así como poco entre 1990 y 1996, nada indica que fuera lo contrario antes. Para haber sabido que había tanto dinero suelto en Galicia y haberse mudado allí. 
Ser los mayores donantes de dinero negro siendo menos de tres millones de habitantes en un país de 45 millones, eso es fidelidad a la causa y lo demás son pamplinas. ¡Y luego dicen que el percebe es caro!.