FICHA TÉCNICA
Dirección: Shawn Levy
Guión: John Gatins, inspirado en una historia de Dan Gilroy y Jeremy Leven, basada en parte en el cuento de Richard Matheson “Steel”
Producción: Don Murphy, Susan Montford y Shawn Levy
Producción ejecutiva: Jack Rapke, Robert Zemeckis, Steve Starkey, Mary McLaglen y Josh McLaglen
Música: Danny Elfman
Dirección de fotografía: Mauro Fiore
Montaje: Dan Zimmerman
Diseño de producción: Tom Meyer
Vestuario: Marlene Stewart
FICHA ARTÍSTICA
Charlie Kenton: Hugh Jackman
Max: Dakota Goyo
Bailey: Evangeline Lilly
Ricky: Kevin Durand
Finn: Anthony Mackie
Tía Debra: Hope Davis
Tak Mashido: Karl Yune
Farra: Olga Fonda
Kingpin: John Gatins
Marvin: James Redhorn
Argumento:
Charlie Kenton, un boxeador arruinado en un futuro no muy lejano, ha quedado relegado del mundo del boxeo desde que imponentes robots de dos metros y medio se apoderaran de la escena del boxeo. Sin peleas ni miras a futuro, Charlie se ve forzado a trabajar como promotor de robots boxeadores de poca monta. Ahora, Charlie sobrevive ensamblando robots de mala muerte y trasladándose de un sórdido recinto al otro, detrás de cualquier pelea profesional que pueda arreglar para que disputen sus autómatas. Y cuando parece que las cosas ya no pueden empeorar ni complicarse aún más, su casi desconocido hijo de diez años, Max, vuelve inesperada e involuntariamente a entrar en su vida.
Nos guste o no, estamos ante un producto Disney aunque no lo parezca. Desde la moraleja final de la historia, pasando por el niño prototípico y la evolución de la trama. Está claro que está hecha para ver en familia.
¿Por qué digo esto? Para empezar, tanta historia con las peleas de robots, que boxean de una manera más bruta que los hombres, eso sí es verdad, pero hay pocas, se le podía haber sacado más juego a eso. Luego aparte, tenemos a un niño tozudo que en los momentos clave se transforma en un dulce infante pidiendo las cosas por favor y que en el fondo no deja de ser un poco ñoño.
Y como muchas otras historias, aquí queda claro el mensaje de que si quieres hacer algo, luches por ello y lo conseguirás.
Respecto a los actores, Anthony Mackie y Evangeline Lilly apenas tienen papeles relevantes. Hugh Jackman está aceptable aunque parece que no se acaba de creer el papel y el resto de la galería de secundarios los únicos que llaman más la atención son Olga Fonda y Karl Yune.
Por la banda sonora pasan temas de los 90, unos cuantos inclusive de rap, o bien instrumentales potentes para remarcar que la película es de boxeo y cañera. Aparte de eso no es demasiado destacable.
La realización de la cinta es correcta, bastante digital dado el caso de los robots, y en ese aspecto sí que luce bien en conjunto con la fotografía.
En fin, un producto navideño con altas expectativas que no cumple lo que finalmente parecía que iba a prometer.