En profundidad: La fría luz del día

FICHA TÉCNICA

Dirección: Mabrouk El Mechri

Guion: Scott Wiper, John Petro

Producción: Marc D. Evans, Trevor Macy

Música: Lucas Vidal

Dirección de fotografía: Remi Adefarasin

Montaje: Valerio Bonelli

Diseño de producción: Benjamín Fernández

FICHA ARTÍSTICA

Will Shaw: Henry Cavill

Carrack: Sigourney Weaver

Martin Shaw: Bruce Willis

Lucía: Verónica Echegui

Meckler: Jim Piddock

Laurie Shaw: Caroline Goodall

Josh Shaw: Rafi Gavron

Dara: Emma Hamilton

Máximo: Óscar Jaenada

Argumento:

Cuando Will Shaw llega a España para pasar una semana de vacaciones navegando con su familia, el joven y estresado emprendedor no está de humor para disfrutar del descanso. Su empresa de nueva creación tiene problemas y su tensa relación con su estricto padre Martin no hace más que empeorar las cosas. Pero, cuando la familia es secuestrada por lo que resultan ser agentes de inteligencia empeñados en recuperar un misterioso maletín, Will se encuentra de repente huyendo de ellos. Todo su mundo se vuelve patas arriba cuando Martin reaparece y le revela que es en realidad un agente encubierto implicado en una red intergubernamental de mentiras y secretos.

Hijo, te voy a dejar en herencia el marrón más grande que te puedas imaginar. Vale papá.

Y no sólo le deja a Cavill un problemón, sino que a los espectadores no deja con mal cuerpo después de verla. La fría luz del día no presenta nada novedoso, agentes del gobierno, problemas con terroristas, persecuciones al que se ha quedado con el asunto sin quererlo… pero si además nos lo traen como aquí, peor vamos.

La cinta tiene problemas de montaje, problemas de continuidad -ahora hay bolsa, ahora no hay bolsa, ahora vuelve a aparecer, y luego desaparece de nuevo-, muchos, de hecho. Por no hablar de un guión flojo, unos diálogos absurdos y muchas expresiones faciales que dan pie realmente a que si la vas a ver con tus amigos, añadas toques cómicos o tus propias frases.

Tampoco hay que olvidarse que en Madrid todo está cerca, el recorrido que hace el protagonista corriendo o en medios de transporte es alucinante, acortando distancias de una manera que los que conocemos la ciudad no podemos hacer otra cosa sino tirarnos de los pelos . Los que no hayan pisado la capital no sufrirán en este sentido, es un punto a su favor.

Si en Inmortales Cavill se defendía como actor, aquí mejor nos olvidamos de él. Esperemos que dé más de sí en Superman y lo arregle. Bruce Willis, en su línea; Sigourney Weaver, pues entre que va vestida practicamente igual que en Luces Rojas y que ya casi todos los papeles que hace se parecen, recuerda también a la olvidable Sin salida, sólo que ahí cambiábamos a Henry por Taylor (Lautner), poco jugo se le puede sacar. Y Verónica Echegui no es que aporte demasiado, lo intenta, pero el giro que protagoniza en la trama pasa tan tranquilamente que realmente ni nos importa. Sorprende, al menos en pintas, ver a Óscar Jaenada, típicas de latino mafioso de las americanadas que nos llegan.

La fría luz del día es un desastre en su conjunto y por mucho que intente sacar algo bueno, lo único que me viene a la mente es el horrible doblaje con perlas como “¿Qué caray…?”, “Me la estás liando parda” y esa publicidad dándolo todo de la Fabrik. A tope con Madrid.