En profundidad: Un invierno en la playa

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Josh Boone

Guión: Josh Boone

Producción: Judy Cairo

Fotografía: Tim Orr

Montaje: Robb Sullivan

FICHA ARTÍSTICA:

Bill Borgens: Greg Kinnear

Erica: Jennifer Connelly

Samantha: Lily Collins

Rusty: Nat Wolff

Argumento:

Años después de su divorcio, el veterano novelista Bill Borgens (Greg Kinnear) sigue obsesionado con Erica (Jennifer Connelly), la mujer que lo abandonó por otro hombre. A pesar de los esfuerzos de su vecina Tricia (Kristen Bell), él sólo tiene ojos para Erica. Cuando Bill descubre que su hija Samantha (Lily Collins) acaba de publicar su primera novela, se da cuenta de que él hace tiempo que no escribe. Al mismo tiempo, su hijo Rusty (Nat Wolff) intenta también encontrar su camino como escritor de ficción.

Siempre me ha molestado que tachen a ciertos creadores de pretenciosos sólo porque usen temáticas o elementos poco comerciales para estructurar sus obras, sean películas o lo que sea. Que a ti no te guste la literatura no significa que no se puedan hacer películas que tengan a los libros como espina dorsal, como vehículo para explorar cosas más profundas. Este es el caso de esta cinta, neutralmente titulada en castellano Un invierno en la playa, en lugar de su título original y más adecuado Writers (escritores).

Josh Boone nos intenta retratar tres historias de amor diferentes, todas ellas vividas por los miembros de una familia de escritores. Por un lado tenemos al padre, novelista consagrado, que está intentando que su esposa vuelva con él, por otro lado a la hija, novelista primeriza que no cree en el amor después del divorcio de sus padres, y al adolescente que intenta sobrevivir sus años de instituto al mismo tiempo que estar a la altura de su padre y su hermana en cuanto a creación se supone. La premisa es interesante en sí, sobre todo si tenemos en cuenta que los tres protagonistas encarnar visiones y estados del amor muy distintos, sin embargo, el guión y la estructura de las historias está tan desequilibrado que el resultado es del todo descafeinado y superficial.

Y es que no puedes hacer una cinta con ambición de historia coral y luego no darle el peso y desarrollo correspondiente a cada historia. La historia de amor de vuelta de todo entre los dos padres es la predominante, pero al tener las otras dos por en medio termina estando a medio desarrollar, y ya no hablemos de las historias de amor de los dos hijos. El problema principal que tiene es que los personajes secundarios que hacen que nuestros protagonistas se enamoren y entren en conflicto están tratados de forma totalmente periférica, sin ningún trasfondo, por lo que sólo vemos momentos esporádicos de sus relaciones y el impacto final en el espectador no tiene ningún calado emocional. Si el director hubiera optado por una sola de las historias, o por retratar el drama familiar, seguramente el producto sería más compacto y tendría más interés.