En Proyección: Fury

FURY. O Corazones de Acero, que es lo mismo.

¿Corazones de Acero? Así es como traducimos nosotros en España los títulos de las películas, como nos da la gana y encima con mal gusto. ¡Fury! es su título original por varios motivos, por lo que, por favor, no nos inventemos los títulos!
Quejas aparte, empezaré diciendo que Fury es una propuesta diferente, en cierto modo original, pues la segunda guerra mundial es un género sobreexplotado, que incluso para los amantes del mismo, es difícil que se sorprendan a estas alturas.
El sargento Collier (Brad Pitt) lidera un grupo de soldados americanos, que lucha contra el ejército alemán a bordo de un tanque, al que denominan 'Fury'. Este tanque se convertirá en su hogar...
Nos situamos en una historia que todos conocemos, pero esta vez a bordo de un tanque, y aquí es donde radica la originalidad de la cinta, pues su director, David Ayer, cuyo trabajo desconozco, logra crear una sensación de claustrofobia, que no te abandona hasta el final del film. Muchos de los momentos se viven dentro del tanque, y aunque a veces pierdes en cierta medida el hilo de la batalla, pues no puedes ver con claridad que está pasando, es cierto que tiene su punto original y como digo, claustrofóbico.

El elenco de actores  la verdad es que da juego al director para destacar cada personaje protagonista, aunque no acaba de entrar en definirlos como hubiese querido, es uno de los puntos fuertes de la película, sus actores: Brad Pitt, Logan Lerman (Percy Jackson), Shia LaBeouf (Transformers), Jon Bernthal (The Walking Dead), Michael Peña (Crash).
Sus puntos fuertes se ven ensombrecidos por las escenas de conversaciones entre los soldados y el sargento, en las que te da la sensación que están demostrando su hombría a través de un lenguaje algo machista, para mi totalmente innecesario. Quizás fuese así en la época, pero creo que podía haberse evitado en ciertos momentos, en los que no era necesario, resulta excesivo.

Tampoco acabo de entender la utilización del láser para reflejar la procedencia de los disparos de los soldados, pues consigue alejarse de la realidad de la historia, y que desconectes del momento de la batalla. Te hace gracia incluso, recuerda a las espadas láser de Star Wars. De verdad, no era necesario para visualizar la trayectoria de las balas.
El final me pareció de lo más esperado, y sin sentido alguno, pero por contra, debo destacar dos secuencias muy logradas del film: la batalla de 3 tranques americanos contra un tanque alemán, y la conversación entre los soldados y dos mujeres alemanas mientras se comen unos huevos fritos.


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