Llegamos a Tingo María huyendo de las hordas de cocaleros que habían tomado el dominio de los lugares por donde nos habíamos estado moviendo en los días anteriores, a pie y en el transporte que encontrásemos. Este pueblo fue el oasis de paz anhelado a donde pensábamos que nunca llegaríamos. Pero por fin, aquí estábamos. Sintiendo su calorcito no tan extremo,como el de Pucallpa o Contamana, y hasta benigno. Ya estábamos en la selva alta peruana y aquí no había líos ni huelgas, todo estaba muy tranquilo. Felizmente. Tingo María es una ciudad selvática en donde como en muchas otras se impone el cemento, el bullicio y el comercio. Sin embargo tiene un encanto secreto que no sabría cómo describir. ¿Debe ser por el hecho que está a medio camino entre la selva y los Andes? Me encantaría pensar que sí, o quizás es que lo vimos muy pacífico y encantador por el hecho de haber venido de días en donde solo habíamos visto violencia. Además, nuestra opinión estaba algo influida por lo que nos había dicho el gringo Jim sobre este lugar. Como conté en una entrada anterior él había elegido dejar Estados Unidos para vivir aquí el resto de sus días. Sea lo que fuere. Tingo María no nos decepcionó.
Cueva de las Lechuzas. Tingo Marìa. Huánuco - Perù.
Al igual que muchos sitios de la selva Tingo María tampoco tiene gran cosa que ver en sus calles. Lo importante está fuera de sus límites, internado en la selva montañosa que lo circunda. Sus encantos hay que buscarlos en las cataratas que hay en los alrededores y en la joya de este sitio: El Parque Nacional.Allí fuimos. Esa área protegida tiene dos entradas. Una se ubica en el camino a Huánuco capital, a la altura del poblado de TAMBILLO, cerca de la entrada a la Catarata de Las Ninfas, y es la que te permite llegar al poblado de 3 de Mayo, sobre ello escribiremos luego. Y la otra, que a su vez es la más popular, es la entrada de la Cueva de las Lechuzas ubicada a 6 kilómetros y medio del centro de la ciudad de Tingo María. Para llegar a esta última fuimos en un mototaxi -es el transporte por excelencia en la selva peruana como ya habrán visto en todas nuestras entradas sobre la Amazonía- que tomamos en una agencia que es como le llaman a los paraderos oficiales de estas motos. El pasaje cuesta 2, 5 soles por persona y el camino hasta el lugar está lleno de baches aunque no llega a ser incómodo. El tiquete de entrada a esta parte del Parque cuesta 5 soles (válido por un día) por persona. En el ingreso principal encontramos a un guardaparque muy amable que nos dio toda la información que queríamos sobre esta área protegida desde 1965. Caminamos un poco por unos senderos muy bien diseñados y unas lagunitas que se veían muy frescas y adonde daban ganas de tirarse para bajar un poco la temperatura del cuerpo. Avanzamos un poquito más y vimos sobre una cima la inmensa boca que es la entrada a la afamada cueva. ¡Por fin la iba a conocer! Sin demoras subimos las escaleras y nos metimos en los rincones oscuros del vientre de la montaña.
Camino a la cueva de las Lechuzas. Tingo Marìa. Huánuco - Perù.
Camino a la cueva de las Lechuzas. Tingo Marìa. Huánuco - Perù.
Cueva de las Lechuzas. Tingo Marìa. Huánuco - Perù.
Nos movimos entre un laberinto de estalagmitas mientras sobre nosotros pendían increíbles esas estalactitas que le han dado a este sitio un carácter especial. Tranquilos, se puede caminar sin problemas porque hay una pasarela de madera que te lleva por los sitios más seguros de las seis salas de esta caverna estratificada. La oscuridad en un momento es total por lo que si quieres tener la oportunidad de ver al pájaro guacharo, una especie famosa de esta caverna, es necesario llevar una linterna con algo de potencia.
Cueva de las Lechuzas. Tingo Marìa. Huánuco - Perù.
Cueva de las Lechuzas. Tingo Marìa. Huánuco - Perù.
Cueva de las Lechuzas. Tingo Marìa. Huánuco - Perù.
Al lado de la cueva hay un pequeño sendero que pasa casi inadvertido y por eso es que ninguno de los visitantes a este lugar camina por allí. Nosotros, curiosos impenitentes, nos metimos a husmear y fue una experiencia gratificante ya que vimos volar mariposas del tamaño de nuestras manos; caminamos entre lianas y al amparo de unos árboles de formas sugerentes, caprichosas.
Tingo María- Huánuco - Perú.
Tingo María- Huánuco - Perú.
Para regresar hacia Tingo María decidimos andar un poco así que tomamos el camino por el que habíamos venido en mototaxi y llegamos hasta un puente colgante desde donde vimos con envidia a la gente de la zona bañarse en las aguas del río Monzón y más allá encontramos el “Mirador” que le hace honor a su nombre pues desde allí las vistas de la zona que rodea a Tingo María son excelentes.
Tingo María- Huánuco - Perú.
Tingo María- Huánuco - Perú.
Tingo María- Huánuco - Perú.
Volvimos a la carretera a esperar un mototaxi que nos llevase de regreso a la ciudad pero no apareció ninguno. Afortunadamente pasó un camión que transportaba madera y su amable conductor nos llevó hasta el puente de entrada a Tingo donde nos bajamos agradeciéndole la ayuda y aprovechando la oportunidad para mirar el río desde el puente.
Tingo María- Huánuco - Perú.
Tingo María- Huánuco - Perú.
Aunque el paseo no había demandado gran esfuerzo nos tomamos el día para descansar. Teníamos todavía en el cuerpo el cansancio acumulado de los 3 días de caminata en la selva por lo del paro cocalero por lo que decidimos que al día siguiente nos iríamos a buscar algunas de las muchas cataratas que embellecen la zona. De todo ello escribiremos en la entrada siguiente. Hasta la vista. Pablo DATOS UTILES- Hospedaje en Tingo María: Hotel Residencial “Maravillas”. Avenida Raymondi 462. Teléfono 564504. La habitación matrimonial nos la cobraron a 40 soles (no incluye desayuno). La habitación era amplia, cómoda y limpia y la atención muy buena.
- En Tingo María comimos en varios sitios pero del que mejor recuerdo tenemos es el del restaurante turístico "El Encanto de la selva”, al frente delchifa Kam Lee que se ubica casi en la esquina Alameda Perú y Pratto.En ese restaurante sirven bien aunque no es muy económico, 12 a 15 soles el plato. Nosotros comimos cecina y tacaco, platos típicos de la selva, con jugos de frutas de la zona y fue una éxtasis para el paladar. Recomendado.
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