Encuentra tu equilibrio

Cada uno de nosotros podemos ser muy buenos en lo que hacemos. Y no sé hasta dónde sea correcto decir “soy el mejor”, ¿realmente se puede ser el mejor? A nivel de conocimientos creo que es difícil hacer una comparación. Todos tenemos la capacidad de aprender algo y siempre habrá algo nuevo qué aprender.

Estoy convencido que hay personas más adecuadas para realizar ciertos trabajos, y como alguna vez lo dije en el artículo Tu Mejor Esfuerzo: “Una persona vale por lo que hace, eso sin duda, pero puede valer aún más por lo que puede llegar a hacer.”

Para mí no existen personas “buenas para nada”, simple y sencillamente están intentando hacer cosas que no les corresponden.

Soy creyente que cada uno de nosotros mantiene un equilibrio, con esto quiero decir que cada quien tenemos una dosis de cualidades y defectos diferentes que nos balancea y apunta en cierta dirección. Ese equilibrio nos hace únicos, pero además, nos convierte en “los más adecuados” para desempeñar ciertas tareas, y evidentemente también “los menos adecuados” para otras tantas.

Ese equilibrio del que les hablo existe para todas las áreas de la vida. Por ejemplo, en el trabajo hay quien pueda ser el mejor en creatividad, pero el más desorganizado; en tu pareja podrás encontrar tal vez que sea muy sociable pero poco responsable; en la escuela tal vez encontraste a la más linda o más guapo pero no era precisamente el más inteligente. En fin, son ejemplos burdos para dejarlo más claro.

Esta balanza que nos carga cualidades y defectos es tan milimétrica que resultan infinitas combinaciones. Lo importante es observar y tratar de identificar el peso de las principales cualidades y defectos de las personas que nos rodean, encontrar su equilibrio. Esto servirá para poder complementarnos mejor.

Recuerda, no tiene nada de malo decir: “no soy el más adecuado para hacer esto”, pero siempre participa. Observa a los mejores equipos de trabajo y comprueba la diversidad de perfiles o equilibrios que los conforman y estoy seguro que serás una mejor persona, más competitiva y bienvenida a los diferentes círculos de la vida. Tal vez y sólo tal vez, tengamos que pensar no en ser los mejores, sino ser el mejor complemento. Experimentemos, quizá  es lo éste mundo necesita, hacer un mejor equilibrio entre todos.