ENCUENTRO CON JAVIER BERNAL - Por un puñado de letras

Hace unas semanas tuvimos el placer de acudir a un encuentro con Javier Bernal quien recientemente ha publicado con Suma de letras su nueva novela "Por un puñado de letras".
Acompañado de su editor Iñaqui Nievas que nos presentó la historia de Javier Bernal como un thriller moderno, de nuevas tecnologías, inquietante y con una historia de amor de fondo. Una historia que además, tiene el plus de desarrollarse en varios escenarios: Nueva York, Marrakech, México, Italia...

Javier Bernal nos empezó contando que le gusta escribir thrillers contemporáneos y que decidió situarlo en Estados Unidos porque un periódico como Presstalk (un periódico independiente que publica artículos de investigación votados por sus lectores en las redes y que se financia a partir de donaciones) no sería algo creíble a día de hoy en España donde sigue primando lo gratuito, donde no se valora el esfuerzo ni se premia algo que te gusta y de lo que quieres seguir disfrutando.
En cuanto a los personajes nos contó que se basó en personas que ha ido conociendo mientras se documentaba para esta historia pero que en todos los casos es una mezcla de varias personas excepto en el caso de Mary Woo. Este personaje sí que está inspirado en una catalogadora de arte que conoció y que también era muy activa en obras benéficas (al igual que la Mary Woo que aparece en la novela). Este es el único personaje que tiene un referente real bastante fiel.
Para crear a Pablo, el protagonista de la  novela, habló con varios periodistas y es el fruto de los rasgos de varios de ellos.
También tuvo la posibilidad de conocer a varios hackers que le han ayudado tanto con el tema de servidores y el buzón anónimo con el que cuenta Presstalk (para que todo fuera creíble y posible) como con la caracterización de los dos informáticos que ayudan al periódico.
En cuanto a su manera de escribir nos comentó que usa un software (write werll) que le permite tener una referencia clara de los capítulos y la estructura. Para cada capítulo tiene una línea de texto que le sirve de referencia para lo que se relata en él y así puede llevar un esquema y puede intercalar lo que cuenta de cada personaje en cada momento de manera que un personaje no deje de aparecer durante demasiado tiempo y así el lector no se olvide de él.
Nos contó que la novela le ha llevado entre 2 y 3 años. Primero se documentó, después dedicó unos 10 días a la estructura y la idea de alguno de los personajes y finalmente proyectó lo que pensaba que iba a escribir: unos 100 capítulos. Así fue capaz de pensar cuántas palabras podría poner en cada capítulo, cuánto podría escribir cada día y sacar la fecha en la que puede tenerlo listo. Después de todo esto escribió una primera versión de la novela de unas 700 páginas, la segunda versión ya era más corta pero seguía teniendo mucha información de los medios y así fueron trabajando su editor y él hasta llegar a la versión actual en la que está mucho más medida la información que puede aburrir al lector.
También nos habló de que la escribió secuencialmente, de la misma manera que el lector la va disfrutando ya que le gusta ir descubriendo lo que va pasado a la par que el lector. La única excepción es el principio que iba a ser otro pero que finalmente lo cambió, escogiendo un principio muy impactante y que ya crea el interés del lector desde el minuto uno.
También quisimos saber en qué momento había elegido el título. Javier nos confesó que al final, después de escrita, quería escoger un título que hiciera referencia al mundo periodístico y escoger una portada que contrastara, que aportara algo más.
Por último quisimos saber si sentía que tenía más presión con esta segunda novela después del éxito de "El enigma de Rania Roberts". Javier nos dijo que sí, que como todos los autores haber tenido éxito con una novela no significa tenerlo con las siguientes por lo que cada nueva publicación era nuevo reto de conquistar y ganarse a los lectores haciendo que disfruten tanto con la lectura como lo has hecho tú con la escritura.
Finalmente pasamos a las fotos y las firmas.
Como siempre, damos las gracias a Javier Bernal por prestarse al encuentro y a la editorial por hacerlo posible.