Revista Cultura y Ocio

Energía libre, motor de agua, el legado de Tesla

Por Ne0bi0 @buenosviajeros

Por Antonio Turiel

Energía libre, motor de agua, el legado de Tesla

Maravillosas soluciones sobre el papel… pero la pringosa realidad las atrapa.

Como era previsible, a medida que crece el marasmo económico y social que la inexorable destrucción a la que nos aboca esta crisis que no puede acabar nunca, la angustia de una clase media que se resiste a desaparecer hace que la misma sea muy vulnerable a los cuentos de tecnologías mágicas de toda suerte de timadores que ven en esta desesperación terreno abonado para sus oscuros negocios. Para que esto funcione se necesitan ciertos ingredientes: esa desesperación que acabamos de mencionar, una ignorancia en materia científica de la población general y una credulidad generalizada en artificiosas teorías de la conspiración, las cuales se alimentan en la observación de las prácticas corruptas de siempre en el estrato político y económico pero que con la crisis se han hecho evidentes e insoportables para la mayoría – para resumirlo como lo haría UgLY YoUtH: la mierda ha salido a flote. Respecto a este último punto debo de decir que yo antes que creer en la inteligencia ilimitada y terriblemente malvada de una élite todopoderosa que lleva a cabo con precisión milimétrica un plan maestro me parece más verosímil creer en la estupidez, ésta sí sin límites, de la raza humana (y no es que no haya esa élite, es que no son tan inteligentes, ni si quiera como ellos se creen).

En fin, es en este contexto que empieza a correr todos esos vídeos de YouTube sobre la energía libre, que es una variante del viejo motor de agua pero que ahora engloba mil otras tecnologías… bueno, denominarlas tecnologías es mucho decir: lo único que se puede ver son vídeos con descripciones muy someras, pero que suenan a muy técnicas, de ciertos dispositivos. Las más espectaculares de estas tecnologías se basan en conceptos básicos de electromagnetismo clásico, nada que permita obtener energía gratis en realidad, pero con un comportamiento tan poco intuitivo para el profano que parecen prácticamente magia. Todo ello se sazona con párrafos de la triste historia de uno de los grandes genios de la ciencia moderna y padre de la electricidad comercial moderna, Nikola Tesla, y algunos conceptos completamente borrosos tomados prestados de la Teoría Cuántica de Campos, particularmente los conceptos de Energía del Punto Cero y de Fluctuaciones del Vacío Cuántico - como la Teoría Cuántica de Campos es posiblemente la rama más abstrusa y complicada de la Física, todo lo que tiene que ver con ella es ininteligible y combinar al azar palabras de ella extraída suena a inteligente.

Todos estos presuntos milagros tecnológicos reúnen siempre ciertos requisitos, los cuales son necesarios para que el timo funcione:

  1. La tecnología permite obtener energía en cantidad ingente, hasta al punto de que ésta es gratis y por tanto se está creando de facto un motor perpetuo.
  2. Cualquier persona medianamente instruida sabe que eso es imposible en aplicación del Primer y Segundo Principio de la Termodinámica, los cuales son inexorables como ya hemos discutido en este blog. Por tanto, es preciso desautorizar la ciencia clásica, y para ello se recurre a la teoría de la conspiración: los científicos forman parte de una gran mascarada, o son tan imbéciles que tras siglos de investigación no han previsto cosas que un tipo en un garaje en una tarde es capaz de fabricar.
  3. Pero bueno, dejemos de lado a esos pobres diablos de los científicos: tenemos esas maravillas de dispositivos que todos podríamos usar. Entonces, ¿por qué no los usamos? Pues porque hay malvadas corporaciones que han comprado las patentes y las guardan bajo llave, y en el caso de tecnologías no patentadas sus pobres inventores fueron asesinados y sus planes robados y/o destruidos. La conspiración se amplía.
  4. Y ahora los pueblos del mundo deben alzarse y exigir a sus corruptos líderes que se liberen estas energías libres - paradójica situación. Y así la historia tendrá un final feliz.
Pero, ¿qué hay de verdad en todo esto? Es simple: nada de nada, es todo una aberración, y de hecho los presuntos prototipos, si fueran testeados de manera controlada, revelarían que no aportan energía gratis y ni siquiera son más eficientes que las fuentes que usamos en la actualidad ni se pueden escalar ni nada de nada. Todo puro humo. Sería largo, larguísimo, describir todas las tonterías y aberraciones que se cuentan. Aquí haré un resumen de las más básicas, y puede que en otro momento, a medida que la gente se vuelva más loca y se publiquen nuevas fantasías en las páginas de El País o La Vanguardia, añada otras. - Una variante actualmente popular de estas fantasías es un motor que funciona con una mezcla “burbujeada” de gasolina al 20% y agua al 80%.  Dada la densidad energética de la gasolina, una tal mezcla bien emulsionada (de ahí la necesidad del “burbujeador”) es combustible y puede ser usada en un motor sencillo. Eso sí, como es natural la potencia retornada (típicamente medida como par motor) es suficiente para alimentar un alternador, pero es proporcionalmente menor a la que se obtiene con gasolina pura y además el invento no puede ser aplicado a todos los motores (e.g., de inyección). Lo del “estado de plasma del agua” que se comenta en alguno de estos vídeos es un desvarío absoluto

- No puede haber un motor de agua pura. El agua son las cenizas de quemar hidrógeno y por eso, porque no se puede quemar (e.g. oxigenar) más sirve para apagar el fuego. Buscar el motor de agua es como buscar el motor de cenizas.

- Se suele argüir que existen cientos de inventos colosales que nos liberarían de la tiranía de las petroleras pero que éstas han comprado las patentes y las tienen bajo siete cerrojos. Decir esto es no tener ni idea de cómo funciona el sistema de patentes – yo tengo una y sé por experiencia de lo que hablo. Una patente es un documento público (cualquiera puede consultarlo: es una publicación) en el que el titular de la misma publica los detalles de una cierta invención y reivindica que si alguien quiere usar el total o una parte de la misma le ha de pagar unos derechos. Por tanto, los detalles de esos famosos motores fantásticos serían, si realmente existiese algo operativo, perfectamente conocidos y, es más, tú te podrías hacer una copia en tu casa. Lo que prohíbe la patente es su explotación comercial. Pero es que, además, las patentes caducan a los 20 años (por eso ahora tenemos gelocatil e ibuprofeno genéricos, por ahora ya cualquiera los puede fabricar), con lo que algunos de estos motores, que ya se anunciaban como revolucionarios cuando las primeras crisis del petróleo hace ahora más de 30 años, estarían libremente a la disposición de cualquier empresa que los quisiera explotar comercialmente. Si ninguna lo ha hecho es porque, simplemente, no tienen ningún interés comercial porque, simplemente, no son mejores que lo que existe.

Creer que puede haber fuentes de energía libre, gratis y abundante, es como creer en los Reyes Magos o no querer crecer; resultaría muy conveniente para nuestro modo de vida, pero la Naturaleza es implacable y va por otro lado. Ninguna de las cuatro interacciones físicas fundamentales que conocemos permiten violar los principios de la Termodinámica, los cuales excluyen cualquier móvil perpetuo o fuente de energía inagotable. En ciencia todo se discute y rebate, y aplicando el método científico FALSAMOS lógicamente nuestras teorías, demostrando o refutando su validez. Y aunque cualquier verdad humana es forzosamente provisional, se han de aportar elementos racionales para afirmar una determinada cosa.

Fuente: http://crashoil.blogspot.com.es/


    

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