Revista Cultura y Ocio

Ensayo sobre el pijama

Publicado el 28 noviembre 2012 por Molinos @molinos1282
ENSAYO SOBRE EL PIJAMAEl pijama es un temazo. Llevo semanas pensando en ello, pero otros temas me han distraído de este ensayo. He ido acumulando ideas y es un tema muy complejo, veremos que sale.
Para empezar, el concepto: el pijama es la ropa que te pones para dormir.
Puede ser lo obvio: pijama, camisón, esquijama (sí, sí...sé que está palabra da grimilla), o lo que te pones en plan “soy rompedora y duermo en camiseta”. Si te lo pones solo para dormir es pijama.
Lo que no es pijama es esa pijada que se ha llamado ahora “home wear”, que viene siendo la “ropa de estar en casa” de toda la vida. Bien, pues con la ropa de estar en casa no te puedes meter en la cama a no ser que seas un cerdo redomado. Si has estado fumando, si has estado cocinando (como es mi caso) o has estado jugando con plastilina, te metes en la cama con esa ropa y tus sábanas olerán a tabacazo, a croquetas o plastilina. Una guarrada suprema por muy estilosa que sea tu “home wear” y muy fashion que tú te creas. A la cama se va uno limpio y si es menester se generan los olores allí…
El pijama hay que elegirlo según el estado de ánimo, exactamente igual que la ropa que te pones a diario. Que tienes el día de paso de todo, pues pantalón y camiseta. Que tienes el día “hoy empiezo a currarme mi lado femenino”, pues camisón de raso. Que tienes el día “algo cómodo y amoroso”, tu pijama de bugs Bunny…y así sucesivamente.
Conozco la teoría que circula por ahí, según la cual, si una tía se pone una camiseta de manga larga y un pantalón de pijama, es que no quiere jugar a los médicos esa noche. Eso es una gilipollez. Igual que puedes ligar con el amor de tu vida el día que vas en vaqueros y sudadera mugrienta, puedes echar el polvo de tu vida el día que llevas el pijama de “me voy a poner algo abrigado que hace un frio de mil pares”.
Los llamados “pijamas sexys” no son pijamas. Normalmente no te los pones para dormir. Te los pones para fingir que quieres dormir. Son ropa para hacerte la interesante, como los escotes…. Un camisón monísimo de encaje es un puto suplicio para dormir, se te cae el tirante, se te salen las peras, se sube hasta la cintura. Exacto, está pensando para otra cosa, concretamente para estar tirado al lado de la cama después de un bonito vuelo. Pensadlo. Los pijamas “sexys” son tan incómodos, que ni siquiera vuelves a ponértelos cuando te levantas al baño.
Sobre colores, estilos y demás, tengo unas cuantas cosas que decir.
¿Qué ha sido de los esquijamas? No es que los eche de menos. Es una palabra que ha salido del diccionario junto con metralleta y disco (de semáforo...mmm...estoy por decírselo a los de la EGB...expresiones de los 80 “ Saltarse el disco”). El esquijama es sin duda la peor prenda de todo el universo de la ropa. Puede tener un pase hasta los 10 años, incluso hasta los 12...pero en el momento en que salen pelos en los huevos es intolerable. ¿Qué lleva a un tío hecho y derecho a ponerse un esquijama beige con gomas en mangas, tobillos y cinturas en el que cuelga todo y se ve? ¿Qué piensa ese tío? ¿ Cómo de grande es su autoestima? ¿ Cómo alguien puede pensar que es tan atractivo para resistir un esquijama? No puede tener tanto frio...y si lo tiene...que se ponga la parka de subir 8000, cualquier cosa, cualquier cosa antes que un esquijama.
Los pijamas de ellas. Debería estar penado con lapidación el hecho de con más de 30 años ponerte un pijama de Hello Kitty, los osos amorosos o minnie Mouse. ¡¡Por favor!! ¡¡No vas a recuperar la virginidad y la inocencia!!!
No estoy en contra de los dibujos animados en los pijamas, puede molar Calvin & Hobbes, Bugs Bunny, eso tiene su gracia, rollo tengo sentido del humor y soy divertida. Pero con más de 30 y un pijama de Hello Kitty no pareces “mona y frívola y tierna”, pareces mema y das mucha vergüenza ajena. Probad a ponerle a una niña de 6 años un camisón de encaje...os dará la misma grima.
La camiseta de dormir es la prenda a la que tienes más amor, pero amor verdadero del bueno. Ha pasado por otras etapas antes, te ha acompañado y está llena de recuerdos. No la quieres porque sea bonita, ni porque te haga más alto, más flaco, más fuerte o más lo que sea. La quieres porque sí, por ser como es. Esa camiseta mugrienta con el dibujo de tu viaje de fin de carrera, de un concierto de Bruce o de tu universidad. Descolorida, probablemente con agujeros, que te está enorme (1) y con el cuello completamente desbocado pero la quieres así. La quieres tanto, que cuando la tienes que lavar la echas de menos y rebuscas en el cajón en plan: mierda... ¿con qué duermo hoy? Eso es amor verdadero por la ropa. Y por supuesto no hay mayor prueba de amor que cuando alguien te presta su camiseta de dormir…
Yo tengo una camiseta de Bruce de amor verdadero y un pantalón de Bugs BUnny para dormir y un pijama  de raso gris piedra muy chulo para cuando no quiero dormir.
(1) (sé que hay absurdas a las que les mola dormir embutidas…lo considero un defecto neurológico)

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