Cuando los niños comienzan a comer por su propia cuenta es normal que lo hagan de forma desprolija, lo cierto es que llegados a cierta edad lo más prudente es comenzar a inculcarles buenos hábitos para que aprendan a tener modales en la mesa, importantes para mejorar su interacción social con otros individuos, indispensable para su vida adulta.
Los buenos modales en la mesa son un tema educacional del cual los padres son los exclusivos responsables en todos los casos, por lo que deben brindar herramientas efectivas para que los pequeños aprendan a comportarse como se debe, sobre todo, brindando siempre el buen ejemplo, ya que como bien sabemos los niños copian absolutamente todo lo que ven.
Lo mejor en estos casos en brindarles la posibilidad de practicar lo suficiente para acostumbrarse a sentarse de la forma correcta, a masticar con la boca cerrada y por supuesto, a no hablar con la boca llena. También es importante que sepan manejar bien sus cubiertos, no quejarse de la comida, no jugar con ella, comer tranquilos, dar las gracias y luego ayudar con las tareas.
Tenemos que tener en cuenta que es un proceso gradual, por lo que el niño irá incorporando esas nuevas rutinas poco a poco, a medida que vaya entendiendo cuál es la manera en la que debe comportarse a la hora de la comida, un momento en el que hay que estar tranquilos y proceder de forma educada sin ninguna excepción.
Un niño que sepa brindar ayuda tendrá grandes ventajas a la hora de relacionarse con otras personas, para ello no hay que obligarlo, sino solicitarlo, hacerlo sentir útil, por ejemplo a la hora de poner la mesa o de levantar los platos o el mantel cuando se termine la comida, hay que solicitar ayuda. Cuando el niño haga lo que se le pidió y vaya aprendiendo lo que se le enseña en cuanto a los modales en la mesa, es muy importante que se lo felicite para que sepa que está haciendo lo correcto.
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