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Enterrad a los muertos, Louise Penny

Publicado el 15 marzo 2016 por Aramys

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Hace un año descubrí y descubrimos a la magnífica Louise Penny. Su novela Una revelación brutal, la quinta de la serie del inspector jefe Gamache, aterrizaba en nuestro país de la mano de la recién creada Salamandra Black. Aunque descubrir es un término un poco tramposo, puesto que ya se había publicado en España en 2009, de la mano de la extinta Factoría de ideas, Naturaleza muerta, la primera de la serie del inspector canadiense.

Al menos yo la descubrí el año pasado, porque Naturaleza muerta pasó absolutamente desapercibida y trabajo me ha costado dar con un ejemplar. Como digo, hace un año la descubrí y la reseñé, pero no para este blog, si no para la revista Fiat Lux, aquí.

Una revelación brutal me fascinó, descubrí una autora con un estilo hipnótico y un ritmo pausado y sereno que me hacía frenar para leer con atención y apreciar cada detalle de lo que me contaba. Descubrí una autora que construía un mundo con dos caras, con dos verdades, un mundo rico y detallista sin ser cargante ni farragoso, un mundo lleno de personajes igualmente bien construidos, fuertes y con personalidad. Descubrí una autora que construía tramas perfectamente ensambladas, redondas y sin un solo fleco que pulir.

Me enamore de Louise Penny. Y de su inspector jefe un poco introvertido y callado, de Threes Pines y de la bruja de Ruth.

Y Enterrad a los muertos no ha hecho más que aumentar mi pasión por esta autora. En esta nueva entrega de la serie, la sexta, Penny construye una novela absolutamente fascinante y abrumadoramente bien escrita, con tres arcos argumentales que le dan a la novela un plus de dificultad; tres argumentos sólidos, compactos e increíblemente interesantes por si solos y que, en conjunto, constituyen una historia coral que deja al lector deslumbrado y fascinado.

Pero vamos por partes. Como digo, la novela tiene tres arcos argumentales; por un lado tenemos a nuestro querido inspector jefe, que ha ido al Quebec a recuperarse de un triste suceso que se nos ira desvelando poco a poco durante la novela. Ese suceso traumático ha dejado a Gamache totalmente hundido. Con secuelas físicas notables y con secuelas anímicas aún peores. Gamache está en la pequeña Quebec en casa de su amigo y mentor Émile, donde pasa los días enfrascado en una investigación sobre la batalla de los Llanos de Abraham y La guerra de los siete años. Lo acompaña su fiel y cariñoso can Henri. Este será uno de los argumentos de la novela, que irá unido al segundo, un caso de asesinato.

Gamache pasa los días metido en la cálida y acogedora biblioteca de la Sociedad Literaria e Histórica, una sociedad inglesa creada hace más de cien años para preservar la memoria y los documentos ingleses en un país que tiene como lengua oficial el francés y en la que al menos la mitad de la población considera el Quebec un país independiente del Canadá.

Es en esa sociedad donde aparecerá asesinado Augustin Renaud, un excéntrico personaje que se cree arqueólogo y que está obsesionado con encontrar la tumba de Samuel de Champlain, el fundador de la ciudad del Quebec y la principal figura y héroe para los que quieren la independencia del pequeño país. Que se pueda encontrar al héroe de los separatistas en un edificio ingles crea un serio conflicto para las dos partes, como bien iremos viendo en la novela. El caso cae en manos del inspector Langlois, que ante la presencia de Gamache en la ciudad y su nulo dominio del inglés, le pedirá al inspector jefe ayuda para resolver el caso.

Y en tercer lugar, Penny nos vuelve a llevar a Threes Pines de la mano del inspector Beauvoir. Y aquí no puedo hablar del porqué, ya que si no habéis leído Una revelación brutal os destrozaría la novela entera. Basta decir que Gamache envía a Beauvoir de vacaciones a recuperarse (él también ha sufrido los mismos daños que Gamache) al pequeño pueblo y de paso a hacer algunas preguntas…

Esos son a grandes rasgos los tres arcos argumentales de la novela, los dos primeros se solapan y se entrelazan, y vemos a un Gamache más gris que de costumbre, algo apagado y melancólico. Al mismo tiempo asistimos a la apasionante (al menos para mí) historia del Quebec, desde su fundación en 1608 por Samuel de Champlain hasta nuestros días, con sus claroscuros, sus intentos de independencia y su minoría inglesa irreductible. Por otro lado volvemos al microcosmos de Threes Pines, con sus peculiares habitantes, sus dos verdades, sus misterios sin resolver.

Como ya hizo en Una revelación brutal, Penny vuelve a construir esos microcosmos que se le dan tan bien y de los que ya os hablé. En aquella ocasión utilizaba el pequeño pueblo de Threes Pines para dar muestra de ello y ahora, en Enterrad a los muertos, se vale de la Sociedad Literaria e Histórica. En esa sociedad que no es más que un edificio antiguo y solemne donde unos cuantos ingleses pasan las horas y los días, Penny creara uno de sus pequeños mundos propios, unas de sus sociedades con sus normas y su manera de funcionar, sus jerarquías, sus estatus. Penny vuelve a enseñarnos como es capaz de, como ella misma admite, crear una sociedad dentro de otra, una Matrioska cultural, identitaria.

Con Enterrad a los muertos, Louis Penny vuelve a traernos una novela sobresaliente, bien escrita (y excelentemente traducida por Maia Figueroa), una novela mejor que la anterior, más arriesgada, más ambiciosa, más sólida, una novela de lugares, de personajes, de sueños, de identidades, de dificultades.

Un placer anual ineludible.

Enterrad a los muertos
Louise Penny
Salamandra Black 2016
480 páginas.


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