Revista Cultura y Ocio

¡Entrada nº 200! #136. Coraline, de Neil Gaiman

Publicado el 22 noviembre 2014 por Zeleza @AtardecBajoArbo

¡Entrada nº 200! #136. Coraline, de Neil Gaiman Editorial: Salamandra Páginas: 160ISBN: 978-84-9838-237-2Precio: 9 € 

Sinopsis

Al día siguiente de mudarse de casa, Coraline explora las catorce puertas de su nuevo hogar. Trece se pueden abrir con normalidad, pero la decimocuarta está cerrada y tapiada. Cuando por fin consigue abrirla, Coraline se encuentra con un pasadizo secreto que la conduce a otra casa tan parecida a la suya que resulta escalofriante. 
Sin embargo, hay ciertas diferencias que llaman su atención: la comida es más rica, los juguetes son tan desconocidos como maravillosos y, sobre todo, hay otra madre y otro padre que quieren que Coraline se quede con ellos, se convierta en su hija y no se marche nunca. Pronto Coraline se da cuenta de que, tras los espejos, hay otros niños que han caído en la trampa. Son como almas perdidas, y ahora ella es su única esperanza de salvación. Pero para rescatarlos tendrá también que recuperar a sus verdaderos padres, y cumplir así el desafío que le permitirá volver a su vida anterior.
Reseña
Es posible que algunos de vosotros sólo conozcáis la historia de Coraline por su adaptación al mundo del cine; otros quizás conozcáis también el libro; otros quizás no conozcáis ninguna de las dos obras. Yo era de las primeras: descubrí a Coraline gracias a la película Los mundos de Coraline, estrenada en 2009, de la cual me enamoré por muchos motivos, y más tarde descubrí que era una adaptación de una novela. Finalmente encontré el libro en una librería cercana a mi facultad… y el resto es historia. Aquí me encuentro, a punto de reseñar esta curiosísima y peculiar obra. 
Nos metemos en los zapatos de la pequeña y curiosa niña Coraline, la cual, tristemente, se siente un tanto abandonada por unos padres que están demasiado ocupados con sus respectivos trabajos. Por suerte para ella, una mudanza y una nueva casa le servirán para matar el tiempo con lo que ella llama “explorar”. En una de sus exploraciones Coraline descubrirá una puerta que la llevará a otro mundo, muy parecido al suyo, pero donde todo parece siniestramente ideal, empezando por unos encantadores padres que se volcarán con ella, colmándola de atención, regalos, comida exquisita… Pero algo extraño y maligno se esconde tras la peculiar mirada de esos “otros padres”. Una intención oscura se oculta tras esa aparente perfección. La pequeña Coraline tendrá que enfrentarse a ellos, utilizando todo su ingenio y su valor. Por suerte no estará sola en su aventura, pues dispondrá de un gran amigo que la acompañará y ayudará en todo momento.
Como podemos apreciar, se trata de una novela juvenil, enfocada a un público joven pero que, a mi parecer, está envuelta por un ambiente tétrico y posee detalles perturbadores que la hacen inquietante hasta para un adulto. Y no tiene cabida, a estas alturas, mencionar que me encanta la literatura juvenil, y por lo tanto es un libro perfecto para mí (y seguro que para muchísimos más lectores con espíritu de Peter Pan). Novela juvenil, por supuesto, acompañada de su consiguiente lenguaje claro y sin complicaciones, ritmo veloz y lectura sencilla. 
El libro contiene ilustraciones de Dave McKean, las cuales no sólo servirán para orientarnos más en la historia, sino que aportan un toque (todavía) más macabro a la historia. 
¡Entrada nº 200! #136. Coraline, de Neil Gaiman
“Respiró hondo y tiró del húmedo tejido dejando al descubierto algo del tamaño y la forma de una persona. Con aquella luz tenue le costó varios segundos saber de qué se trataba: era un ser pálido e hinchado como un gusano, con extremidades delgadas como palos. El rostro, redondo y deforme como la masa de pan, carecía de forma. (…) En la cara sin rasgos se abrió una boca, de cuyos labios colgaban hilillos de una sustancia blanquecina y pegajosa, y una voz que recordaba muy remotamente a la de su padre susurró: 
-Coraline…” 
La historia transcurre íntegramente en dos mundos casi idénticos: la casa de Coraline y “la otra casa”. Nos encontramos con pintorescos personajes como el Sr. Bobo, las señoritas Spink y Forcible, las ratas, los padres de Coraline… Pero he de destacar a tres que son especialmente brillantes, los cuales, casualmente, coinciden como personajes principales de la obra. En primer lugar, Coraline, la protagonista de la historia. Como ya dije antes, es una niña muy curiosa y vivaz, de la cual destacaré su valor y su fortaleza, pues ella pasará gran parte de la historia luchando contra el gran miedo que siente, motivada por su amor a sus padres. En segundo lugar, la “otra madre”, un ser diabólico y perfecto antagonista, cuya intención es quedarse con Coraline, encerrarla en ese “otro mundo”, tal y como una araña puede querer retener a su presa en una telaraña… Y por último, mi personaje favorito de la obra: el gato. El vanidoso y arrogante gato parlante que acompañará a Coraline en su aventura, y que más pronto que tarde se convertirá en su amigo fiel e incluso en su salvador. Coraline y el carismático gato negro forman una curiosa pareja que a mí, personalmente, me encanta.
Dicho todo esto, sólo queda mencionar que la historia es, a pesar de su sencillez, magníficamente divertida y asombrosa, aunque como mencioné antes, con un constante ambiente tenebroso que de vez en cuando me ponía la piel de gallina. Hay dos momentos que mí me han gustado especialmente: la curiosa escena de Coraline hablando con un perrito durante la función de teatro y el juego entre Coraline y su “otra madre”. En general, no puedo ser objetiva con este libro (ni con su adaptación al cine): me encanta. Está destinado a ser uno de esos libros que releeré cada poco tiempo. De momento ya forma parte de mis favoritos. Totalmente recomendado a aquellos lectores que, como yo, disfrutan como niños con un buen libro juvenil cargado de fantasía e imaginación a raudales. Y por supuesto, a todos los pequeños que tengan ganas de pasar un poco de miedo. Y ya que estamos, también recomiendo fervientemente la película del libro, Los mundos de Coraline, que aunque tiene algunos pequeños fallos, es fantástica, divertida, sorprendente y un espectáculo visual.

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