Aúllas en la cama, amarga la buena estrella perdida y en nada me escuchas. No me hables de volver. Te alejas de las antesalas donde eran otras tus palabras, viras de golpe y no sabes adónde vas. Como una hormiga acarreas pequeñas piedras y mentiras, remueves las piezas del ayer, y desechas los ángulos de la duda. Cabalgando en un enorme péndulo prisionera del claro de bosque donde todos los espejos te afirman y sostienen al precio de tu vida. I.K, mayo de 2015. Del libro Poemas 3,14.
by Igor.
Entre dos puntos