Entre La Rioja y por ahí

caminabas por no sabías dónde, entre ella y la noche, todavía tenías el viernes arrugado en los párpados y las ganas de caerte en las piernas, y te perdiste por ahí, entre La Rioja y las pestañas, entre el 800 y su boca, caminabas por no sabías dónde, hacia no sabías qué, entre ella y la noche, tan noche como ella, y tenías entre los párpados las ganas de caerte y entre las piernas arrugado el viernes, como si fueras a dejar la semana, o de un golpe dormirte, y te perdiste entre su risa y al 500, entre la noche y sus pestañas

Scott Hazard