El 12 de noviembre es un día de esos para recordar, gracias a Hacienda del Carche, una bodega jumillana que este año está celebrando su 10 aniversario y que entre las actividades que está realizando para festejarlo ha organizado Días en Familia y nos invitaron a pasarlo con ellos.
Hace mucha ilusión recibir una invitación así
Los adultos conoceríamos las uvas de la zona, la bodega, sus procesos, sus aromas… mientras los niños jugaban, hacían manualidades y aprenderían lo que es una bodega ¿se puede pedir más? Pues si, degustar platos estupendos de la tierra de mi padre.
Llegamos a los píes de la Sierra del Carche, entre Jumilla y Yecla, donde se ubica la Bodega y sus viñedos sobre las 12 de la mañana. Nos recibió un día impresionantemente luminoso y agradable. Tanto que las fotos salen pasadas de luz de la gozada de sol que hacía. Allí nos esperaban Miriam, nuestra cicerone y las monitoras que hicieron del día una fiesta para los niños.
Ellos, ya sabemos como son, en minutos eran una piña alrededor de sus juegos. Empezaron la mañana conociéndose y jugando
haciendo chapas identificativas con sus manitas, diseñándolas, pintándolas y montándolas, todo al aire libre gracias al fantástico sol que nos acompañó
#LaRubia y su identificación
El #niñopalo fue más simbólico y su chapa se llenó de animalitos de los que tanto le gustan
y decorando su propia botella del 10º Aniversario de Hacienda del Carche. Tengo en casa dos verdaderas obras de arte
Al acabar, ellos también conocieron los procesos del vino, de dónde viene, cómo se elabora, cómo se conserva y cómo se embotella
A nosotros nos espera un plan no menos interesante. Tras formar el grupo, Miriam nos llevó a conocer la Casa Rural que han rehabilitado partiendo de una casa de labranza antigua que había en la finca. La “Casa del Labrador” aúna la tradición de las construcciones de la zona con modernas comodidades, ¡tiene hasta jacuzzi! y un buen gusto envidiable. Ideal para largas sobremesas, citas con amigos y ratos de relax
Cuatro habitaciones con sus baños, un inmenso salón en forma de L, que acoge grandes sillones de cuero, una inmensa mesa y hasta mesa de billar, chimenea y cocina
Tras quedarnos enamorados de la casa y empezar a buscar fecha para pasar allí un fin de semana con amigos, volvimos para conocer de verdad la bodega, sus viñas y sus vinos.
Miriam explicándonos como vendimian en Hacienda del Carche, que se hace de forma manual
Miriam nos contó como las diferentes variedades de la Denominación de Origen Jumilla se reparten en sus terrenos, de como la de Monastrell , Tempranillo, Garnacha, Syrah… terminan convirtiéndose en los tintos de la zona en sus modernas instalaciones.
Aprendimos que la vendimia en Hacienda del Carche se hace de forma manual porque permite decidir si la uva se recoge o se deja unos días más en la vid para que siga madurando. Cuidan la uva con mimo, recogiendo las mejores parcelas en cajas de madera para que no se chafen.
El grupo entre depósitos de acero inoxidable
Una vez en las instalaciones, nos contó que las diferentes variedades uvas se elaboran por separado para obtener un mejor resultado, siendo al final de proceso cuando se unen los destinados a los jóvenes por un lado y los crianzas por otro.
Lo que me gusta a mi una sala de barricas. Autor de la foto: JA García
Tras visitar la sala de barricas pasamos a poner a prueba nuestro olfato en la Sala de Aromas, que ya os digo aquí, que fue una prueba que no superé ni por asomo. Tengo la peor nariz del mundo, mezclé fresa con regaliz, caramelo con pera y no se cuantos fallos más.
Muy concentrada si pero no dí ni una
Nuestra mesa de cata, probamos el blanco TAUS con el aperitivo. Me encanta el nombre de estos vinos son las siglas de los elementos que le dan cuerpo: Tierra, Agua, Uvas y Sol
Nuestros compañeros de día: la familia de María del Blog Madres Cabreadas y la familia de Lou de Pintando una Mamá
Esta es mi foto preferida del día , junto a mis colegas blogueras que pudimos charlar un ratico y ponernos al día y mi Carmen del alma, colaboradora de la Bodega Hacienda del Carche y “culplable” en parte de este precioso día. Ella y Mirian se encargaron de que no nos faltara de nada y que todo fuera perfecto
Y llegó la hora de comer, y nos sentaron en sobre semejante paisaje, y degustamos entre otras muchas cosas “empanás de patata” (léase con el precioso acento que tienen los jumillanos), gachasmigas, una barbacoa estupenda probando los tintos de la bodegas: Inflitrado (un vino cuya botella hace direcsamente de decantador), Taus y terminando con los dulces típicos de la zona sequillos, rollos de amor y perusas junto al Encarche, el dulce más original que he probado nunca.
Nos gustó tanto nuestra mesa que no nos queríamos ir de allí
Buena comida, buen vino, fantástica compañía ¿qué más se puede pedir?
Mil gracias Hacienda del Carche por el regalo, alguno ya ha caído
Fue un día estupendo aprendiendo, disfrutando degustando que está al alcance de todo los que quieran conocer Hacienda del Carche, organizan un montón de actividades de Enoturismo, con o sin niños, que podéis consultar aquí o seguir sus perfiles de redes sociales Facebook o Twitter para no perderos la próxima convocatoria de sus Días en Familia.
A estos de la foto no los arrancábamos de allí ni con agua caliente, nos costó irnos a casa
Nosotros volveremos, sin duda. Y como podemos, lo haremos pronto.
Ana