Entrevista a Begoña Alberdi soprano de “La Música de las Luces”

Estamos en Madrid, donde la soprano Begoña Alberdi,  protagoniza, con la compañía Joglars, la obra musical “El Nacional”. Begoña, el próximo lunes 3 de octubre, nos ofrecerá el concierto “La Música de las Luces”, compuesto por diferentes piezas de música masónica, en el Teatro Romea de Barcelona.
Hablamos largo y tendido con ella y descubrimos una persona inquieta y llena de energía, con la que comentamos el sentido de este concierto, que conmemora el bicentenario del Supremo Consejo Masónico de España.
¿Quién es Begoña Alberdi?
Bueno, seguramente lo que más me define es decir que soy  una Soprano. Detrás de esta idea hay una mujer que lleva toda la vida dedicada a la música; especialmente a la ópera, -con más de 15 años de colaboraciones con el Liceo y con los principales Teatros europeos e internacionales- y en los últimos años también al teatro, incluso en las expresiones escénicas más vanguardistas –con Carlos Santos o Calixto Bieto-, que me ha dado algunos de mis mejores éxitos. Pero sobretodo creo que soy una mujer comprometida con mi tiempo y apasionada de mi profesión.
¿Porqué un concierto de música masónica?
Hablando con Mari Àngels Prats sobre una Asociación que ayuda a chicos extutelados (siempre he tenido una gran sensibilidad por la infancia menos favorecida) “Punt de Referencia” y pensando en lo que podríamos hacer para apoyar su trabajo, se nos  ocurrió montar un concierto cuya recaudación fuera destinada a esta causa, auspiciado desde el Supremo Consejo con ocasión de su bicentenario.
Mi profunda admiración por la música de Mozart y todo lo que ha significado la ilustración en el mundo de las ideas y las artes, me llevaron a concebir un espectáculo en el que se combinara los fines altruistas y solidarios, con la difusión de músicas con un marcado carácter iniciático de Mozart y de Haydn -iniciados en la misma logia-. De acuerdo con el Soberano Gran Comendador Joan-Francesc Pont nos pusimos manos a la obra.
¿Ha sido complicado coordinar un concierto tan complejo?
La verdad es que todo el mundo ha respondido muy bien. Desde el principio pensé que la sala más adecuada era el Teatro Romea, al que me une un lazo emocional muy entrañable. El presidente de la Fundación Romea Carles Canut, enseguida dio soporte a la iniciativa. Y teniendo el espacio y la motivación, solo quedaba poner la maquinaria artística en marcha, constituir el coro seleccionando las voces más adecuadas y empezar los ensayos.
¿Que se podrá escuchar en el concierto?
He seguido el criterio de intentar lograr un concierto que sea al tiempo interesante para los iniciados, ameno para los profanos y enriquecedor para los melómanos. Para lograrlo hemos dividido el concierto en dos partes bien diferenciadas: La primera de música estrictamente escrita para ser cantada entre columnas en el Templo, y en la segunda parte con fragmentos de La flauta mágica con la que Mozart mostró al mundo el proceso de “iniciación” y las pruebas que supera un profano.
¿Sabemos que hay un valor añadido a este concierto musicalmente hablando, de qué se trata?
Como la mayoría de instituciones sociales, la Masonería durante mucho tiempo estuvo cerrada a las mujeres. Por eso cuando Mozart escribió sus composiciones lo hizo pensando en voces masculinas. En este concierto algunas de las Cantatas que se interpretan las cantará una voz femenina, una soprano. De esta manera, sin alterar en nada la genial música del maestro austríaco, se escucharán, por vez primera, interpretadas por una mujer. Para mi es una gran responsabilidad pero también una profunda satisfacción.
Háblanos de Coralberdi, la formación coral que te acompañará
Cuando empecé con el trabajo de investigación, enseguida me di cuenta de que necesitábamos un Coro profesional, sobre todo para interpretar la música de la logia. Con  Mª Àngels Prats, coincidimos en la idea de crear un grupo coral ex profeso para la ocasión. Por mi profesión de cantante de ópera conocía a muchos y muy buenos cantantes de las grandes formaciones corales, -algunos alumnos y exalumnos míos-  a los que les propuse formar un coro para la ocasión. Lo que empezó siendo un grupo reducido, ha acabado siendo un coro mixto de 45 personas que han acogido el proyecto de una manera entusiasta ensayando intensamente en sus horas libres y buscando la excelencia en su interpretación.
El coro decidió denominarse con mi nombre CORALBERDI –lo que me desbordó inicialmente, aunque reconozco que me hace mucha ilusión- y hoy ya se concibe como la primera piedra de un ambicioso proyecto internacional de difusión de la música coral siguiendo mi personal método de formación.