Revista Cultura y Ocio

Entrevista a Luisgé Martín

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Entrevista a Luisgé Martín

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     Luis G. Martín, conocido como Luisgé Martín, nació en Madrid en 1962. Licenciado en Filología Hispánica en la Universidad complutense de Madrid y Máster en Gerencia de Empresas, ha sido editor en Ediciones el Prado, colaborador de prensa escrita.
     - Decías en La misma ciudad que hacia los cuarenta años, el hombre echa la vista atrás y hace recuento de los logros conseguidos y de lo que le resta. Si echas la vista atrás, ¿estás satisfecho literariamente hablando, nos puedes contar como fueron tus comienzos en este mundo?
     - Una de las cosas que predico siempre en mis libros es que nunca estamos satisfechos en aquellas cosas que de verdad nos importan, siempre se encuentra un estado superior al que aspirar. Los satisfechos suelen coincidir con los imbéciles. Si cuando tenía veinte años me hubieran dicho que iba a estar donde estoy ahora, habría dado saltos de alegría. Ahora, sin embargo, me parece insuficiente. Un escritor siempre quiere tener más lectores y mejores lectores. Quiero que lo traduzcan a todas las lenguas del planeta y que le den el Premio Nobel. A pesar de eso, mis comienzo en este mundo y mi pervivencia han sido extremadamente fáciles.
     - Tu personaje, empujado por las circunstancias, sí que echa la vista atrás para hablar de a quien conociera en su juventud. Y tu personaje es, además, el narrador y presunto autor del libro. La pregunta es obligada. ¿Cuánto hay de ti en él?
     - Yo soy él, pero nada de lo que le pasa a él me ha pasado a mi. La biografía es un estado de ánimo.
     - En La vida equivocada hay un momento en el que podemos leer que se envidia más la felicidad que el triunfo. Es una frase que me hizo pensar, ¿crees realmente que eso es así?
     - No es que lo crea yo, es que es una evidencia. Lo que queremos siempre es ser felices. El engaño consiste en identificar la felicidad con triunfo, Pensamos que aquellos que consiguen sus sueños, que alcanzan la fama, que se hacen ricos y que son reconocidos profesionalmente, son felices. pero la realidad dice que no es así. Más bien, dice que ese triunfo suele tener un precio y unas renuncias que provocan infelicidad. La fama, por ejemplo, te roba la intimidad, que es una de las condiciones más preciadas, y sin embargo todos los niños quieren ser artistas de cine famosos.
     - La novela viene con una marca casi de autor, y es poblarse de personajes oscuros, con secretos, con deseos no confesados o inconfesables, ¿todos tenemos algo inconfesable?
     - Vuelvo a decir algo parecido a lo que dije antes: todos menos los imbéciles. La naturaleza humana es muy compleja, y se va volviendo más compleja a medida que se envejece. Es imposible llevar una vida normal, social, entre las convenciones que todos aceptamos, sin guardar secretos. Muchas veces ante nosotros mismos. Aprender a madurar es aprender a ocultar.
     - Y si seguimos hablando de pasiones, de secretos... llegamos al sexo, un tema que, sin ser principal, si que tiene mucha importancia en tu historia, ¿la sexualidad marca?
     - La sexualidad marca siempre, pero marca sobre todo si eres homosexual, si eres feo, si eres mujer... El instinto erótico está en la base de muchos de nuestros actos (Freud diría que de todos y yo casi también), de modo que lo que uno sea capaz de hacer con él es determinante en todo. Los feos tienen menos posibilidades de encontrar un trabajo, por ejemplo, no sólo de tener una vida sexual satisfactoria.
     - El fracaso como tema recurrente, casi pensaría que eres un pesimista. ¿Por qué el fracaso?
     - ¿Y por qué no? Este tipo de preguntas no tienen respuesta. Un escritor vive con sus obsesiones y las va alimentando. Creo que la vida siempre es un fracaso y siempre es equivocada, pero hay una clase de fracaso más específico del que necesitaba hablar.
     - Lo realmente intranquilizador de tus libros, es la cantidad de dudas que consigues revolver en el lector, no ya sobre la trama, sino sobre uno mismo. Son libros que parecen pensados para ser conversados, ¿cómo se consigue esa interacción a distancia con el lector que está sentado en su casa plácidamente y no puede evitar revolverse en el sillón con tus palabras?
     - No sé cómo se consigue, pero sé que si no se desea no se consigue. Lo primero que tiene que hacer el autor es querer revolver cosas, poner patas arriba todo, molestar. Y si lo hace con convicción, el lector acabará sintiéndose por aludido. Los libros son siempre espejos. A nadie le molestaría algo en lo que no se ve reflejado a sí mismo de alguna manera.
     - Hemos ido tocando varios de los temas de la novela. Para quien no la ha leído, ¿podrías dar unas pinceladas sobre lo que se va a encontrar en ella más allá de la sinopsis?
     - Mis novelas resultan difíciles de resumir porque se construyen por acumulación y ocurren generalmente muchas cosas. En la vida equivocada se encontrarán a dos personajes, un padre y un hijo, que luchan cada uno con sus fantasmas y que se van conociendo el uno al otro desde lejos. Es una especie de fin de etapa de mi literatura, un resumen de los temas que han estado en mis libros hasta ahora: el deseo, la muerte, la felicidad imposible, la belleza física, la identidad trasmutada...
     - Realmente no paras, siempre tienes algo delante, algo en activo. Y precisamente por eso me gustaría saber si tienes algún proyecto en mente para el futuro.
     - Cada vez paro menos porque cada vez me queda más tiempo para escribir las cosas que quiero escribir. Cuando tengo un proyecto, abro un cuadernito en que voy tomando notas. Ahora mismo tengo abiertos cinco cuadernitos: un libro confesional, un libro de viajes, dos novelas y un libro de cuentos. Todos ellos son proyectos que confío en acabar algún día.
     - Y por último, y como viene siendo ya tradición, me gustaría saber qué estás leyendo en este momento.
     - Leo muy desordenadamente y muchos libros a la vez, a veces por obligación. Estoy leyendo Malemort, el impotente de Guillermo Roz, Ocho centímetros, de Nuria Barrios, El emperador, de Kapucinski, y un librito de citas literarias de Virginia Woolf.

     Muchísimas gracias, tanto al autor por haberse acercado una vez más a este espacio, como a todos los que os pasáis a leer cada día.
     Bibliografía:
     - La vida equivocada
     - Todos los crímenes se cometen por amor
     - La vida mejor
     - La misma ciudad
     - La mujer de sombra
     - Las manos cortadas
     - Los amores confiados
     - El alma del erizo
     - Amante del sexo busca pareja morbosa
     - La muerte de Tadzio
     - La dulce ira
    - Los oscuros

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