Revista Bolsa

Entrevista a Vicens Castellano

Publicado el 24 enero 2013 por Traderdedivisas
ene 24, 13

Es un gran orgullo  poder mostraros esta entrevista realizada a Vicens Castellano, creo que no necesita mucha presentación pero como introducción os dejo lo que pone en su blog, que personalmente me encanta. ”Es un pensador independiente interesado en el ser humano y en sus posibilidades de disfrutar de la vida y de hacer del mundo un lugar mejor”.

¡¡Muchas gracias Vicens!!!

 

Para empezar haznos por favor un resumen de tu vida como trader.¿Cómo te iniciaste?

 

Comencé a interesarme por la Bolsa cuando era relativamente joven. La idea de poder ganar dinero utilizando solamente el razonamiento era algo muy atractivo para mi. Siempre he tenido tendencia a buscar respuestas por mi mismo y en este caso lo que hice fue leer todos los libros que encontré. No había muchos en esos días en castellano, y los pocos que había iban dirigidos, sobretodo,  a pequeños inversores. Leí los libros, compré algunas acciones y pensé que eso era relativamente sencillo… Con el tiempo entendí que el trading profesional requería todo un conjunto de habilidades mucho más complejo que comprar acciones en un mercado alcista.

Cuando quise profundizar en el tema contacté Joe DiNapoli, un trader que tenía como referente. Estudié su libro, hice sus cursos y le fui a visitar a Tailandia donde compartió conmigo algunas de sus reflexiones sobre el mercado. Salí de Barcelona con una posición abierta en el mercado y al llegar a Bangkok vi que esa posición iba a pagar mi viaje, mi formación y mi estancia. Estaba totalmente enganchado al trading y a mi regreso había pulido mi conocimiento sobre la metodología de Joe que se basa en las áreas de confluencia de Retrocesos y Extensiones de Fibonacci. El problema fue que no me conformé con ese conocimiento y quise profundizar. En ese entonces pensaba que había alguna especie de secreto y que de alguna manera sería una buena idea estudiar también con el que fue profesor de DiNapoli.

Mi razonamiento era que si Joe era bueno, su profesor tenía que ser mucho más bueno, así que a los pocos meses hice las maletas y me fui a California, a San Diego. Ahí vivía Bill Williams que es quién popularizó el uso de los fractales y de la matemática del caos aplicada a la Bolsa. Antes de ir a visitarle ya había estudiado sus cursos, y tenía un conocimiento bastante notable de su sistema, así que no me costó mucho integrar los conceptos que Bill me compartió. Volví a Barcelona con una empanada total claro, porque por un lado tenía la metodología que utilizaba DiNapoli, y por otra la que utilizaba Williams… y no encajaban de ninguna manera así que, en un intento de utilizar “lo mejor de ambos sistemas” terminé haciendo una ensalada de indicadores que resultó muy interesante, y muy poco práctica. El resultado fue que comencé a ganar mucho dinero, y luego comencé a perderlo. Lo ganaba, y lo perdía. Lo volvía a ganar y lo volvía a perder, y mi mente no paraba quieta. ¿Será que es el marco temporal? ¿Será que es el tipo de mercado? ¿Será que hay algún indicador que necesito y que no tengo?

Ahí comenzó el principio de lo que fue un largo viaje. Yo pensaba, como la mayoría de traders que empiezan, que el trading era cuestión de análisis: suficientes datos, suficientemente torturados, darán la dirección futura del mercado. Estaba convencido de que había algún tipo de indicador que evitaría mis pérdida y potenciaría mis ganancias así que, si lo que tenía no era suficiente, en vez de pensar que era el piloto el que estaba conduciendo mal, llegaba a la conclusión de que tenía que buscar una solución en otra parte. Contacté con Philippe Cahen, de Credit Lyonnais, y cuyos trabajos sobre el Análisis Técnico Dinámico había estudiado, y fui a París a hacer formación con él. Volví con un conjunto muy interesante de conocimiento sobre las Bandas de Bollinger, la roturas de volatilidad y el uso del Macd y del Etocástico. Intenté aplicarlos a lo que ya estaba haciendo y no conseguí aumentar mis beneficios. Por algún extraño misterio parecía condenado a ganar mucho, y a devolverlo al mercado. Cada vez que añadía algo de conocimiento aumentaba mis beneficios, pero también mis pérdidas.

En ese entonces seguí leyendo todo lo que caía en mis manos. Estaba abonado a Amazon y cada pocos días me llegaban cajas llenas de libros que yo iba devorando  También me había apuntado a varios cursos de formación on-line y presencial, y había comprado paquetes de software de todos los tipos… pero parecía haber un hueco entre lo que aprendía y lo que tenía que hacer luego en el mercado. Un hueco que era incapaz de cerrar… así que me formé con NexGen, una escuela americana que ofrecía entrenamiento y no solamente conocimiento. Ellos vendían el un software que en ese entonces me costó $10.000 y que prometía indicar las áreas de soporte y resistencia más relevantes, y te daban acceso a una sala de formación virtual en la que se analizaba el mercado en tiempo real.

En esa etapa, yo creía que ese software era la clave del éxito, pero la verdad es que no conseguía que funcionase para mi. Tampoco lo había logrado con otros sistemas como el Advance Get. Lograba ganar mucho… pero terminaba devolviendo todo lo que ganaba y así mi cuenta subía hasta las nubes y bajaba hasta los infiernos.

En esa sala americana conocía a mis primeros ídolos. Dos traders que operaban desde hacía tiempo y que parecía que hacían magia: operación tomada, operación ganada. Eran tan buenos que si abrían largos, solamente los cerraban para abrir cortos… Estaban siempre dentro del mercado, o comprados o vendidos y ganaban día sí y día también. Para mi estaba claro que habían desarrollado ese virtuosismo al margen de la utilización oficial del software. No compraban cuando el sistema indicaba que había que comprar, sino mucho antes, y no vendían cuando el sistema decía que había que vender, sino mucho antes. Arriesgaban muy poco, ganaban mucho y terminaban su jornada en menos de una hora. Mi más fervoroso deseo era conocerles, trabajar con ellos, hacer lo que ellos hacía. ¿Quién quiere un sistema que tiene operaciones perdedoras cuando puedes utilizar uno que no las tiene?

En mi ignorancia, estaba convencido de que ellos tenían un secreto y que si lo compartieran conmigo me convertiría finalmente en un trader excepcional. La verdad es que no estaba preparado para que compartieran su secreto conmigo, al igual que les pasa a la mayoría de aspirantes a traders con los que puedo hablar. No quieren escuchar la verdad, sino algo que confirme sus creencias. Yo pensaba que había un secreto, un indicador mágico, una combinación de marcos temporales que me permitiría hacer lo que hacían ellos… y efectivamente hay un secreto, pero no tiene la forma de ningún indicador. Justamente el secreto es que en el trading no tienes que intentar adivinar lo que hará el mercado sino reaccionar a lo que está haciendo. Luego desarrollaré este punto.

Para resumir, mis inicios fueron muy turbulentos: invertí mucho dinero, mucho tiempo y mucha energía para aprender cómo analizar el mercado, pero para no ser capaz de lograr resultados consistentes… Otra persona un poco más lista que yo hubiera llegado antes a la conclusión correcta: Si no ganaba con un sistema, ni con otro, ni con otro… ¿qué me hacía pensar que ganaría con otro? Si no ganaba con un indicador, ni con otro… ¿por qué seguir pensando que se trataba de un indicador? Es muy fácil buscar la solución donde no está. Yo pretendía adivinar lo que haría el mercado, deducirlo, anticiparme… pero el trading no va de eso. La clave para ser consistente no pasa por un buen análisis, sino por una buena ejecución. Yo ya sabía analizar el mercado tras mi visita a Joe DiNapoli, no era un tema de analizar más… lo que no sabía era que la clave del trading está en la ejecución disciplinada de ese análisis. Específicamente en la aplicación sistemática de una ventaja que, a lo largo del tiempo arroje más ganancias que pérdidas. Eso es lo que hacían todos los traders con los que estudié, pero no era lo que contaban… O si me lo contaban yo no estaba preparado para entenderlo, yo buscaba la solución mágica, la solución que pasaba por algún secreto, algún conocimiento velado. Es como comprar un violín, ponerte al lado de un violinista profesional, observar como toca y luego intentar hacer lo mismo… no lograr el mismo resultado y pensar que es porque él tiene un violín más bueno que el tuyo, así que ahorras y te lo compras… pero el resultado sigue siendo pésimo.

 

¿Cuándo conseguiste ser un trader con resultados positivos regularmente?

 

Conseguí ganar justo al principio, luego intenté retener lo que ganaba y comencé a perder. Luego aprendí a ganar de nuevo, pero de nuevo lo perdí y entré en una espiral donde podía ganar un mes, y perder al siguiente así que nunca estaba seguro de ser un trader consistente. Si ganaba de forma regular durante varias semanas ¿era un trader consistente? Si, porque era capaz de lograrlo, pero no, porque no era capaz de mantenerlo. Pero ¿por qué no era capaz de mantenerlo? Porqué cambiaba lo que hacía. Dejaba de hacer lo que estaba funcionando para hacer cosas nuevas, introducía nuevos indicadores, nuevos marcos temporales, nuevas ideas que me daban pérdidas. Luego analizaba de nuevo mis resultados, añadía algún concepto, me deshacía de algún elemento y volvía a ganar. Sentía que ya lo tenía dominado, pero que podía perfeccionarlo. Añadía algún cambio y a los pocos días de nuevo estaba en pérdidas. No logré salir de ese comportamiento autodestructivo hasta cinco años más tarde, después de haber invertido mucho dinero, mucho tiempo y sobre todo mucha energía.

 

¿Cuál es para ti “la clave” para tener éxito en el trading?

 

Tener éxito en el trading es muy sencillo: necesitamos tener una ventaja sobre los demás participantes y aplicarla con disciplina. No podemos improvisar, así que tenemos un conjunto de reglas que nos indican cuando el mercado tiene una mayor probabilidad de hacer un desplazamiento a nuestro favor. Cuando eso sucede decimos que estamos ante una ventana de oportunidad. Es el primer paso. El segundo paso y fundamental es ejecutar nuestro posicionamiento acorde a esta oportunidad, comprometer la parte del capital que la gestión del riesgo nos permite, defender la posición y salir en el lugar adecuado. El problema está en que la mayoría de personas no son capaces de ser disciplinadas en la ejecución y, aunque analizan bien las oportunidades, las gestionan mal: toman demasiadas operaciones, cortan las ganadoras y aumentan las posiciones perdedoras, toman decisiones emocionales, buscan elementos que refuercen sus ideas y no aquellos que las contradicen, y terminan incapaces de actuar a favor de su mejor interés. Yo he pisado todas esas trampas y se lo fácil que es caer en ellas.

 

¿Cuál es el principal error que cometemos al empezar nuestro camino como traders?

 

Pensar que un análisis mejor nos dará unos mejores resultados. Esto es una trampa tremenda porque parte de una presuposición errónea  Sencillamente no podemos predecir el futuro. Nadie puede hacerlo y los traders profesionales tampoco. El problema está en intentar lograr algo que no se puede hacer, pero que parece que sí se puede hacer. Un trader novicio suele creer que con un indicador más, o con un sistema mejor, será consistente, pero esto no es así. No es cuestión del sistema que utilice, sino de su capacidad de gestionarse a sí mismo. En el intento de evitar operaciones perdedoras el trader deja de hacer lo que funciona, para intentar hacer algo diferente, y en ese camino se aparta del éxito y se pone a perseguir un fantasma. Yo estuve años haciendo eso y me considero una persona sensata. El error es que el futuro no existe y que la clave no pasa por adivinar nada, sino por aprender a encontrar oportunidades de inversión basadas en la probabilidad y ejecutar correctamente dicho sistema, manejando el riesgo y la posición.

 

¿Recuerdas tú mejor y peor día de trading?

 

Recuerdo muchos días de dolor, y de alegría. Recuerdo la primera vez que me fundí una cuenta y la primera vez que logré doblarla. También momentos que ahora, en la distancia parecen divertidos, pero que en esos días fueron ciertamente trágicos, como cuando me llamaron mis brokers de Chicago para informarme que había vencido mi contrato de futuros de aceite de soja y me daban la dirección del almacén en el que podía recoger la mercancía. Era tan inconsciente que operaba con materias primas sin conocer a fondo las características del producto, solamente llevado por la pasión y la juventud.

 

Según tu opinión, ¿Cuánto tiempo puede pasar, para un trader que empieza, hasta que llega a tener buenos resultados?

 

Puede pasar toda una vida y no lograrlo jamás. El trading no es para todo el mundo, ni es una cuestión de tiempo. Es una cuestión de hacer lo que hay que hacer y dejar de hacer lo equivocado. La pregunta es ¿cuándo tiempo necesitas para saber qué es lo correcto y qué es lo equivocado? Yo tardé más de cinco años. Afortunadamente no todos los aspirantes a traders son tan obtusos y en unos pocos meses pueden comenzar a ser consistentes.

Otro tema es saber qué son “buenos resultados . Desde mi punto de vista se trata de la capacidad de hacer que la curva de tu capital ascienda de forma constante y regular en el tiempo. Podríamos pensar que si nos fijamos simplemente en lo que un trader está ganando a final de mes, tendremos una buena medida de su habilidad, pero en realidad tenemos que ver cómo está ganando. Un trader podría estar incumpliendo sus propias reglas, y obtener resultados positivos. Podría asumir un riesgo excesivo y ganar, y desde fuera alguien podría pensar que ha logrado buenos resultados, pero la naturaleza de lo que ha hecho para conseguir esos resultados es tan importante como el monto final que obtenga. La idea es poder sostener esos resultados en el tiempo y no meramente ganar. Es la capacidad para ganar de forma regular lo que marcará la diferencia, de ahí que el tiempo que necesitará esté relacionado con su capacidad de discernir lo correcto de lo equivocado.

 

¿Qué importancia le das al backtesting?

 

Si utilizamos un sistema mecánico para operar lo que haremos será parametrizar un conjunto de oportunidades de inversión y después ver la probabilidad que nos ofrecen. Eso lo haremos tanto utilizando el backtestingo como el forwardtesting, pero claro, el backtesting nos permitirá ser mucho más rápidos. Ahora bien, con la velocidad a la que cambian los mercados, los sistemas mecánicos que establecen parámetros muy ajustados, quedan rápidamente obsoletos, y eso obliga a establecer un sistema de backtesting en mercados alternativos, o a hacer ajustes constantes.

Otra alternativa es operar con sistemas discrecionales donde las oportunidades de inversión no están confinadas a variables tan cerradas. Dichos sistemas, por definición, son difícilmente testeables. Los parámetros de lo que determina una señal están más abiertos y el juicio del trader juega un papel importante.

Luego, si utilizas un sistema mecánico, vas a necesitar testearlo constamente para estar seguro de que sigue teniendo una esperanza positiva. En el pasado la validez estadística de un sistema mecánico se sostenía a lo largo de varios años, o como mínimo de varios meses, lo que permitía “amortizar” el coste del backtesting, pero la velocidad con la que cambia la naturaleza misma del mercado, por factores como las intervenciones que ha generado la crisis, o el uso de nuevas tecnologías como el trading de alta frecuencia, hacen que a día de hoy los sistemas mecánicos duren cada vez menos y en consecuencia sean cada vez menos rentables, al menos para el trader individual.

 

¿Crees que debemos estar haciendo backtesting de forma constante en busca de nuevos sistemas?

 

Creo que debemos asegurarnos de que tenemos una ventaja sobre el mercado cada vez que participamos. Si nuestro sistema es mecánico dicha ventaja vendrá establecida por unos parámetros muy precisos que podemos testear. Si nuestro sistema es discrecional esta ventaja estará basada en elementos estructurales del mercado.

El backtesting obsesivo puede estar señalando que el trader parte de una idea equivocada y que cree que el mercado es predecible. El mercado no es predecible porque el futuro no existe hasta que se colapsa en forma de presente, lo que es diferente de tener claro en qué momento tenemos una ventaja sobre los demás participantes.

Para poner un ejemplo muy sencillo, si vamos a testear los últimos cien días de un mercado cualquiera, en el marco de representación de cinco minutos, por ejemplo, contra una media móvil exponencial, de manera que ajustemos el número de periodos de la media para encontrar con qué configuración han aparecido oportunidades más rentables, vamos a obtener unos resultados que nos hablarán del pasado. Sabremos que teníamos que haber hecho con nuestra media móvil para operar en los últimos tres meses, pero no podremos saber si esa configuración de la media seguirá dando buenos resultados en los próximos meses. En este caso lo que hemos hecho ha sido ajustar nuestros indicadores a los datos de que disponíamos. Es un error típico porque parte de la base de que el futuro se mantendrá como el pasado, y puede que sea así, pero también puede que sea diferente con lo que al final tendremos información poco fiable.

 

¿Cómo debemos actuar ante una mala racha de nuestro sistema?

 

Eso depende del tipo de sistema que utilicemos. Podemos agrupar todos los sistemas en dos grandes familias: aquellos que están basados en la ejecución mecánica de un conjunto finito de parámetros que forman los set ups, y aquellos que están basados en la comprensión de la estructura que subyace al precio.

A los primeros los llamamos sistemas mecánicos: si pasa A, y B, en el mercado C, tenemos que hacer D, en el punto E, y obtendremos F. Estos sistemas son muy interesantes desde el punto de vista de un trader que está comenzando. Al confinar el sistema a un conjunto cerrado de pasos, el trader tiene unas directrices muy claras de lo que tiene que hacer para aplicar el sistema. Si el sistema arroja una esperanza positiva y el trader es disciplinado los resultados llegarán. Ahora bien, cuando la naturaleza del mercado cambie, pasaremos por un periodo en el que el sistema no nos funcionará y no habremos tenido tiempo de saber si se debe a una mala ejecución por nuestra parte, a una mala racha del sistema completamente normal, o a la obsolescencia del mismo. Eso nos va a costar dinero. Los sistemas mecánicos son más fáciles de aprender, los traders pueden ver claramente si son o no disciplinados, pero requieren un control estadístico constante y terminarán fallando.

Los sistemas basados en la estructura del mercado, a los que llamamos sistemas discrecionales, utilizan unos parámetros más abiertos y requieren de una mayor madurez por parte del trader. El operador en estos casos necesita tomar decisiones computando muchas variables simultáneamente, algo que un ordenador difícilmente podrá hacer. En estos casos el trader utiliza toda su inteligencia para tomar decisiones complejas, mientras que en un sistema mecánico se limita a ejecutar.

Si la mala racha la obtenemos en un sistema mecánico tenemos que verificar si entra dentro de los parámetros estadísticos del sistema o si se debe a que el sistema ha quedado obsoleto. Esto es muy difícil de saber con antelación. La mala racha indica un cambio en la naturaleza del mercado y no podemos saber si ese cambio es pasajero, por ejemplo el mercado está esperando noticias, o es un cambio que va a perdurar.

En el caso de una mala racha con un sistema discrecional tenemos que analizar la ejecución del sistema por parte del trader. Probablemente esté haciendo algo erróneo.

 

¿Un sistema de trading es para siempre, o tienen fecha de caducidad todos los sistemas?

 

Un sistema discrecional es para siempre porque se basa en constantes. Si hay un desequilibrio a favor de la demanda en cierto nivel de precios es más probable que el precio aumente, si hay un desequilibrio a favor de la oferta en cierto nivel de precios es más probable que el precio caiga. Esto es así por la naturaleza misma del mercado que no deja de ser un medio con el que poner en contacto oferta y demanda.

Por otro lado, si utilizamos un sistema mecánico, necesariamente tendremos que cambiarlo con el paso del tiempo. Por definición lo que estamos haciendo en ese caso es establecer unos parámetros que nos han dado una ventaja estadística en los últimos meses, con la idea de que sigan dándola en los meses venideros, lo que tiene lógica, y que por otro lado asume que dejará de ser válida cuando la dinámica del precio mude.

 

¿Tenemos que tener más de un sistema de trading para ser rentables, o con uno se puede ser suficiente?

 

Un solo sistema mecánico puede ser suficiente si es robusto y eres capaz de ajustarlo a los cambios en la dinámica del mercado en el que operes, lo que va a necesitar que estés haciendo permanentemente un control estadístico.

Un solo sistema discrecional va a ser suficiente si logras desempeñarte competentemente de manera que puedas aplicarlo a pesar de tus retos emocionales. La dificultad en este tipo de sistemas es que, para que sean rentables tienes que ejecutarlos correctamente, y tu capacidad de ejecución, al basarse en una correcta interpretación de la información y en una precisa toma de decisiones, tiene una base subjetiva en el sentido de que ponen énfasis en el sujeto que opera. Si no eres capaz de gestionar adecuadamente tus emociones tendrás dificultades para ser un trader consistente con un sistema discrecional.

 

Crees cómo dicen algunas estadísticas ¿Qué sólo el 5% de las personas que se inician tienen éxito en el trading?

 

Efectivamente, creo que la gran mayoría de personas que se inician el el trading no están preparadas para tener éxito en este tipo de proyectos. No tienen los recursos necesarios en tiempo y capital para sostener su curva de aprendizaje el tiempo suficiente para desarrollar competencia técnica, o no tienen la flexibilidad para ajustar sus decisiones e integrar la nueva información que va apareciendo, o no son suficientemente disciplinados y se sabotean, o tienen tendencia a la autodestrucción y dejan que las emociones decidan por ellos. Hay un largo etcétera de situaciones en las que cae la mayoría de personas.

 

¿Se puede llegar a vivir del trading?

 

Si, se puede vivir del trading si se está dispuesto a hacer lo que es necesario hacer. Pero es mucho más fácil decir que se está dispuesto que estar verdaderamente dispuesto. Las personas ven rápidamente las ventajas que el trading puede aportarles, pero no ven tan rápidamente el precio que hay que pagar. No ven las horas de pantalla que van a necesitar, no ven el tipo de disciplina que exige, no ven el viaje interior que deberán emprender, no ven la relación directa entre sus emociones y sus resultados. El trading es apasionante, pero requiere lo mejor de cada uno, y no podemos aspirar a su estilo de vida sin entender que tenemos que pagar el precio de hacer lo que es necesario hacer, que tenemos que doblegar nuestros miedos, cambiar nuestras ideas, dejar atrás viejos conceptos, abrazar con velocidad los cambios, soltar la necesidad de tener razón, dejar de buscar excusas, responsabilizarse al 100% de nuestros resultados, y comprendernos a nosotros mismos.

 

Coméntanos algún mito falso sobre el trading y cuéntanos porque es falso.

 

Me sorprende cuando la gente dice “Ves a favor de la tendencia” del inglés “The trend is your friend”… Tiene sentido si haces un trading de tipo posicional y estás en un valor que tiene recorrido, pero en el caso del trading intradiario suele ser justamente lo contrario, si compras a favor de la tendencia entras demasiado tarde. Los profesionales originan la tendencia, y han comprado cuando el mercado caía, es decir que han comprado contratendencia. Y cuando suelten sus posiciones lo harán en contra del público y para ello lo que harán será vender contratendencia. El público suele esperar a tener confirmación de sus indicadores para comprar, y cuanta más seguridad necesiten más confirmación buscarán, lo que les lleva a participar cuando la mitad del recorrido ya se ha generado. Eso les obliga a hacer una gestión de sus stops pésima ya que, o son demasiado grandes, o están donde no deben estar, con lo que, cuando el precio gira ligeramente, son barridos del mercado.

 

En www.tradingdefuturos.com, junto con otros traders ofrecéis formación, ¿a qué tipo de traders va dirigida?

 

Ofrecemos un programa de formación y entrenamiento para cualquier persona seria que desee aprender a operar en los mercados a nivel intradiario. Nuestro programa es exigente y no es para todos. Sabemos que los mercados llaman la atención de muchas personas, pero que no todas están en disposición de hacer lo que es necesario hacer para tener éxito, así que preferimos trabajar con aquellas que apuestan por ellas, y que trabajarán duro.

Dado que hoy en día hay una gran oferta de cursos de trading, ¿Qué crees que debe buscar un futuro alumno a la hora de decidirse por alguno de ellos?

Es muy importante que el alumno tenga expectativas ajustadas sobre lo que puede esperar de un programa de formación. No se puede aprender a operar en los mercados en un fin de semana, no se puede competir contra algunas de las mentes más preparadas del mundo, habiendo hecho un curso de 200€. No es posible desarrollar la competencia técnica, ni la disciplina necesaria si no se trabaja en una base diaria, aprendiendo los conceptos por un lado, y luego practicando y siendo supervisado para desarrollar las habilidades.

El alumno serio y comprometido deberá buscar un programa extenso que cubra tanto el aprendizaje de un sistema de trading, como el money management, la gestión del riesgo, la gestión emocional, y el entrenamiento.

 

Ya por último ¿qué último consejo darías a quien empieza?

 

Que tenga paciencia y mantenga la vista fija en el objetivo. Necesitará persistir ante la dificultad, ser tenaz, aprender y desaprender, ajustar su operativa y ajustarse a sí mismo. Tendrá que conocer sus demonios y aprender a hacer las paces con sus miedo. Tendrá que desarrollar la disciplina y aprender a actuar siempre a favor de su mejor interés. Al final los resultados llegarán siempre que esté haciendo lo correcto, por lo que el punto de partida es tener las ideas adecuadas. Después las habilidades y los hábitos de trabajo terminarán estableciéndose. Y sobre todo, que en el proceso de aprendizaje se de permiso para avanzar a la velocidad que necesite, ya que no por ir más deprisa se llega antes.


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