Revista Cocina

ENXEBRE 1999. ¿Quién dijo que al albariño es mejor beberlo joven?

Por Rumbovino @rumbovino
Mucho se ha hablado ya de este asunto. Se ha discutido bastante y aunque las opiniones se enfrentaron durante mucho tiempo, hoy parece que algún grado de acuerdo hay. Al menos en este aspecto. El albariño se puede guardar, años y años. Y con la estiva, mejora y se transforma…
El problema radica en que la demanda generalizada de esta joya blanca es como vino del año, fresco, salitroso, frutal, vibrante y filoso. Los expertos, y por ende los consumidores comunes, lo casan con los excelentes mariscos y pescados de las Rías Baixas. Lo asocian con los ríos que desaguan al mar y con las verdes costas que visten Galicia. El albariño es juventud, expresividad y brío. Acuerdo en que puede ser así, pero lo comparto un poco menos. No me gusta, o casi no me gusta, el albariño del año. Lo tengo hablado con amigos que elaboran verdaderas obras maestras en O Salnés. Se los dije sin cortarme un pelo porque lo creo de esa manera. Siempre acordamos cuando hablamos de estos temas. Ellos ven el potencial de esta uva y quieren guardarla un tiempo, pero no pueden. El mercado ordena y los vinos vuelan.
Mis blancos, los que compro o me regalan, van a la bodega y ahí se quedan… En la oscuridad descansan, se aplacan, redondean, crecen, maduran y deslumbran… Lo tengo comprobado con varias botellas y etiquetas. Da igual si son de más o menos “calidad” o si se pensaron para guardar un tiempo. Todos ganan con los años…
También mi suegro los guarda, pero porque se le pasa beberlas. Ahí, a las entrañas de la bodega de la aldea. A la humedad y frescura de ese sótano llego yo cada tanto, a buscar botellas olvidadas. Allí la encontré hace dos años. ENXEBRE cosecha 1999 (Bodega Condes de Albarei).
Confieso que le tenía fe, mucha fe (últimamente hasta creo en Dios). Llegó el día,la comida, y la destapé… Cuánto más me iba a estar carcomiendo la curiosidad?
ENXEBRE 1999. ¿Quién dijo que al albariño es mejor beberlo joven?
Un líquido amarillo ambar, oro líquido, inundó la copa. La cosa pintaba bien. Esperé, contuve el aliento. La dejé respirar un rato y acerqué la napia. No había frutas como las manzanas verdes, ni los cítricos que alguna vez seguramente habían sido su seña de identidad. De la copa explotaron aromas complejos, de evolución, extraordinarios. Algo de tierra húmeda (lógico) que de a poco se fue desvaneciendo para dejar notas a petróleo, queroseno, neumáticos...era como imaginaba que podría ser el sumergirse en un Riesling de 20 años. 

...Luego de un rato llegó al paladar. Glicérico, denso al tacto. Aún le quedaba frescura para dar y tomar. Emocionante. Similar a lo que mostraba en su fase aromática, complejo, hasta diría mineral. Terroso, largo y vivo, muy vivo.
El nombre de ENXEBRE viene de hacerlo a la vieja usanza. Sin historias raras. Ni barricas ni nada parecido (no me confieso amante del albariño con madera). Uvas de calidad, que fermentan y hacen vino… Lo cierto es que no sé mucho más de él, pero desde Condes de Albarei esperan que les cuente la experiencia. Les escribí cuando dí con ella.
Lamento no haber encontrado más de éstas por ahí. Tengo otras aguardando, pero no serán de tantos años porque me confieso impaciente a la hora de guardar vinos. Serán albariños que fueron creados para ser bebidos jóvenes, pero como dije antes, yo los quiero ver crecer y deslumbrar a quien los disfruta. Como este.
ENXEBRE 1999. ¿Quién dijo que al albariño es mejor beberlo joven?
Salute y buena vida.
Gracias por leernos, Rumbovino.

Difundiendo la cultura del vio y en favor del consumo responsable.

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