Revista Diario

Equipo CHM: Guía Para Hacer Realidad Tus RESOLUCIONES de FIN de AÑO

Por Caminoalagrandeza @caminograndeza
 Todos queremos una mejor versión de nosotros mismos. Y la única forma de lograrlo es cambiando, imponiéndonos metas en las que mejoremos positiva mente algún aspecto de nuestras vidas. Cada vez que llega el final del año vemos una oportunidad de lograr un comienzo nuevo, una oportunidad de hacer el “upgrade” de nuestros sistemas operativos. El fin de algo, el comienzo de otra cosa: un mundo de posibilidades.

Y es quizás esa visión de interrupción, de romper con algo para empezar algo nuevo lo que hace que la mayoría de nuestras resoluciones de año nuevo se vayan por el caño antes de terminar enero. El problema es que nos imponemos metas inalcanzables en un plazo demasiado corto.

La recomendación es enfocar este periodo de fin de año como un momento de transición paulatina y no como un borrón y cuenta nueva.

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Hay un proverbio italiano que dice que “piano piano se va lontano” que significa “poco a poco se llega lejos” y éste debería ser nuestro lema a la hora de hacer cambios significativos y permanentes en nuestra vida.

Uno, dos, tres objetivos cha cha cha

Recomiendo siempre plantearnos pocos objetivos -no más de tres-, de esta manera podemos mantenernos enfocados.

Por otro lado es importante tratar que nuestras metas estén de alguna forma relacionadas, que formen todas parte del mismo paso, como si fuera una danza. Si decidimos que vamos a despertar más temprano todos los días, también podemos ponernos de objetivo hacer algo con ese tiempo, por ejemplo salir a caminar todos los días. De esta manera, un objetivo ayudará al otro.

 “Mini Metas” como fin, “Mini Victorias” como estímulo

Aunque nuestras metas sean ambiciosas debemos siempre contemplar un plan de etapas cortas que nos permita celebrar y mantener el moméntum - la emoción – de estar avanzando hacia nuestro gran final.

Supongamos que queremos adelgazar 20 kilos en el 2.012. No podemos concentrarnos en la meta final sin contemplar que será un periodo de al menos unos 6 o 9 meses hasta llegar a cumplir con la misión. Pero ¿cómo mantener el foco durante tanto tiempo?

Podemos establecer “mini metas” para poder avanzar sin frustrarnos. Como es totalmente falso que adelgazaremos 20 kilos en dos semanas, lo más sensato es empezar con una meta más real como ½ kilo por semana. De esta manera convertimos nuestra meta en algo real y realizable en un corto periodo de tiempo.

Con este plan podremos pesarnos (Es solo un ejemplo. A quienes hacen dieta también les recomiendo evaluar otras cosas además del peso, como medidas, y cantidad de grasa corporal) todas las semanas y ver cómo va funcionando (o no) la dieta que hemos decidido hacer.

De esta forma no solo podremos evaluar, ajustar y acelerar la pérdida de peso, sino mantener el foco en la próxima meta semanal, sin siquiera preocuparnos por la meta final -aunque sin duda estaremos en camino-. Además, podremos tener un feedback real y un estímulo que refuerce nuestra idea de que estamos en buen camino.

Siempre recomiendo hacer algún pequeño ritual de celebración para aplaudir ese momento. Puede ser anotar nuestro nuevo logro en una libreta o compartirlo con nuestros amigos en twitter (también lo puedes compartir conmigo a través de mi twitter: fba ). La celebración de esa mini victoria nos ayudará a continuar en el camino hacia la meta final.

Epifanías duraderas

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Muchos abogan por el pensamiento positivo y la visualización para conseguir nuestras metas, y estoy totalmente convencido de que ayuda en nuestros planes, pero es importante entender nuestros motivos antes de continuar. Debemos estar totalmente convencidos de que lo que nos estamos imponiendo es algo que realmente queremos y no algo que estamos buscando para complacer a alguien o para conseguir algo momentáneamente.

Hace unos cuatro años decidí que no volvería a trabajar en una oficina como empleado de alguien. Fue una epifanía con consecuencias instantáneas: llegué a la oficina en la que trabajaba en Londres, tenía una reunión de trabajo y cuando salí de la reunión había renunciado. Ni sé cómo sucedió. No tenía un plan, no tenía una meta, solo sabía que no quería volver a ser un empleado.

Salí de allí haciendo un plan de acción mental. Contemplaba mudarme de país, hacer equis cantidad de dinero anualmente y sobre todo, no tener que depender de un empleador ni de un lugar para poder trabajar.

Pero ¿cómo lograr todas esas metas? Paso a paso.

Comencé poniéndome como meta firmar un contrato fijo con alguna compañía que me pagara por ser su consultor freelancer. De esta manera, podría moverme libremente sin necesidad de estar atado a una oficina. Como consecuencia vino otra de las fases del plan como la mudanza de país y seguir ampliando mi negocio.

Eran 3 objetivos relacionados (cha cha cha), que contemplaban mini metas y mini victorias. La misma receta que usé en ese momento es la misma que estoy compartiendo hoy contigo. Es mi manera de darte las gracias por leernos y de desearte un ¡Feliz Año!

Espero puedas sacar provecho de esta guía y lograr tus objetivos en este 2012

Escrito por: Flavio Bastos Amiel. Copyright © 2011-2012 Flavio Bastos Amiel.  Con licencia de publicación a cargo del Grupo CHM Para Camino a la Grandeza.com.ve. Todos los Derechos reservados 

 


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