Revista Deportes

Equipos históricos: Uruguay Campeón 1950, el Mundial post guerra y una caja de zapatos

Publicado el 10 agosto 2012 por Marianofusco

El 1 de septiembre de 1939 el ejército alemán invadió Polonia y, como marcan los libros de historia, ese día comenzó la Segunda Guerra Mundial. No había pasado ni un año de que en Francia se había disputado la última Copa del Mundo pre conflicto bélico.

Equipos históricos: Uruguay Campeón 1950, el Mundial post guerra y una caja de zapatos

Los once responsables del mítico "Maracanazo"

La guerra se cobró millones de vidas, producto de la locura del ser más siniestro que haya conocido la humanidad: Adolf Hitler. Pero además, y en un plano de mucha menor importancia, privó al mundo futbolero de una Copa del Mundo durante doce años. Ni punto de comparación tiene una cuestión con la otra, pero sí, una fue consecuencia de la otra.

“El primer congreso de la FIFA post guerra, que tuvo lugar en Luxemburgo el 25 de julio de 1946, se rindió tributo al Presidente de la FIFA, quien durante los años de guerra había intentado mantener vivo el espíritu del fútbol por todos los medios que el cargo ponía a su alcance.

En su honor, el trofeo de la Copa Mundial de fútbol recibió el nombre de “Copa Jules Rimet“. Además, el congreso anunció la vuelta de las asociaciones de fútbol británicas, ausentes desde 1929. No obstante, la responsabilidad de organizar la siguiente Copa Mundial de la FIFA, prevista para 1950, recayó en la Confederación Brasileña de Deportes, cuya selección había causado tan buena impresión durante el Mundial de 1938”, cuenta el sitio oficial del máximo ente del fútbol mundial.

Durante la Guerra, el vice de la FIFA, el italiano Ottorino Barassi, escondió el trofeo de la Copa Mundial en una caja de zapatos debajo de la cama y así evitó que cayera en manos del ejército de ocupación.

Equipos históricos: Uruguay Campeón 1950, el Mundial post guerra y una caja de zapatos

Ottorino Barassi, el "salvador" de la Copa del Mundo durante la guerra

Ese trofeo era la aspiración máxima del seleccionado brasileño, por primera vez local del torneo, y por ese entonces, ya sensación mundial por su juego. La construcción del imponente Maracaná (con capacidad para 220 mil espectadores) era la frutilla del postre de la fiesta que se esperaba vivir. Todo estaba listo para que Brasil sea  campeón por primera vez en su historia.

No podía fallar, todo al alcance de sus manos para conquistar al Planeta. Sin embargo, un grupo de uruguayos tenían otros planes.

Los locales llegaron a la fase final tras eliminar en el Grupo 1 a México, Suiza y Yugoslavia. Los Charrúas debieron disputar tan sólo un partido en la primera fase, que fue contra Bolivia, y en el que ganaron 8 a 0. Suecia y España se adjudicaron sus respectivas zonas y así se habían definido los integrantes de la fase final.

Equipos históricos: Uruguay Campeón 1950, el Mundial post guerra y una caja de zapatos

Aquel instante en el que "El Negro Jefe" (Obdulio Varela) recibe la Jules Rimet

Uruguay comenzó esa fase con un 2 a 2 con España, derrotó ajustadamente a Suecia por 3 a 2 y debía definir el título con los locales en el gigante de cemento de Río de Janeiro el 16 de julio. El empate le alcanzaba a Brasil para ser campeón, para cumplir con la lógica, para que el plan sea ejecutado a la perfección.

El día que Brasil lloró

Friaca, a los 47, puso el 1 a 0 y los 174 mil espectadores ya comenzaban a festejar. Pero la fiesta iba a durar apenas 19 minutos, ya que a los 66′, Juan Schiaffino puso la igualdad. El nerviosismo se adueñó del Maracaná, pero el título seguía siendo brasileño, asi que era solamente cuestión de que pase el tiempo.

Equipos históricos: Uruguay Campeón 1950, el Mundial post guerra y una caja de zapatos

Así estaba el Maracaná aquel día... no cabía un alfiler

Obdulio Varela, capitán del seleccionado uruguayo, había motivado a sus compañeros antes de la final diciéndoles que “los de afuera son de palo”. Increíblemente, sus compañeros lograron abstraerse del ambiente que los rodeaba.

A once minutos del final, Alcides Ghiggia se escapó por la derecha y definió cruzado ante la salida del arquero Barbosa. 2 a 1 y desesperación brasileña.

El empate nunca llegó. Uruguay era bicampeón del Mundo, igual que Italia. La entrega de premios se hizo casi a escondidas en un sector del campo de juego, donde los charrúas recibieron el trofeo, que por fin había salido de aquella caja de zapatos sano y salvo.

Entre llantos propios y ajenos, unos por tristeza y otros por alegría, Uruguay dio tal vez el primer gran golpe en la historia de la Copa del Mundo.


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