A veces en psicología, como en todo, hay términos que se ponen de moda y no paro de verlos por todas partes.Últimamente no paro de ver publicaciones que hablan de la RESPONSABILIDAD AFECTIVA y es que, dentro de la educación emocional, ocuparnos de este aspecto, es básico para tener relaciones saludables.
Vamos a aprender hoy un poquito más sobre ella.1. ¿Qué es la responsabilidad afectiva?
El concepto de “responsabilidad afectiva” surge del feminismo y lucha contra las relaciones de poder. Intenta poner el foco de lo que sucede en una relación en el grado de compromiso de las dos partes por entenderse, aceptarse y apoyarse. Sin embargo, y personalmente, creo que es mucho más que esta sucinta definición.
Pese a que el constructo "responsabilidad afectiva" nace para enfrentarse a las relaciones de desequilibrio más típicas del heteropatriarcado, creo que es un concepto muy importante como para reducirlo solo a las relaciones amorosas. Creo que es importante también y enriquecedor, como para llevarlo al campo de las relaciones familiares, amistosas e incluso profesionales.
Una relación es sana y enriquecedora para las personas que están en ella, sea de la índole que sea, si ambas colaboran, se escuchan y comunican, respetan y ponen límites. En definitiva, una relación SE CONSTRUYE, no solamente “se vive” y esto exige la implicación de todas las partes.
Pero para terminar mejor de contextualizar lo que significa ser responsable afectivamente, te dejo por aquí una infografía de las que tanto me gustan para aprender y enseñar:
Como puedes ver, hay competencias como la asertividad, de la que ya te he hablado antes, que están directamente relacionadas con la responsabilidad afectiva. Vamos a ver mejor, cómo se practica, se trabaja y se mejora.
2. ¿Cómo trabajar la responsabilidad afectiva?
⇰ Como te decía antes, la ASERTIVIDAD es un aspecto fundamental porque ayuda a comunicar de las emociones, recuerda usar “mensajes yo” (te enseñé en este enlace).
⇰ GESTIONAR TUS PROPIAS EMOCIONES es también un aspecto básico. Debemos partir de del origen de nuestras emociones para entender cómo y porqué nos sentimos así.
⇰ ESTABLECER LÍMITES. Hablar y consensuar los límites de las relaciones es sano, evita desengaños y conflictos futuros. Qué seríamos capaces de personar y qué no (insisto, no solo como pareja, también como en una amistad, familia…). Hay que establecer “las reglas del juego”.
⇰ DECIR QUÉ QUIERO. Debido a los mitos del amor romántico vivimos creyendo que la otra persona debe “leernos la mente” o “anticiparse a nuestros deseos”, lo cual es tremendamente injusto y puede terminar en tremendas decepciones. Pedir lo que quieres es necesario…y obviamente, preguntar qué quiere la otra persona, también.
⇰ RECONOCER LOS PROPIOS ERRORES. Cuando nos equivoquemos o no sepamos gestionar adecuadamente una situación, es mucho más humano reconocerlo, perdonarnos y pedir perdón de la otra persona.
Te dejo por aquí la imagen que usé para la entradilla del blog, me ha gustado cómo ha quedado (la hice con Genially):
3.¡A la práctica! Algunos ejercicios.
Finalmente, te dejo por aquí algunos ejercicios prácticos para trabajarlos a nivel personal, en pareja o en grupo:
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure