El magnesio es uno de los alimentos más importantes para el organismo. Un déficit de magnesio en la dieta puede tener consecuencias como irritabilidad sostenida, arritmia, debilidad muscular y otros problemas asociados al sistema cardíaco. Los suplementos de magnesio, en estos casos, pueden corregir los síntomas del déficit de magnesio de manera casi inmediata. Tomar suplementos de magnesio de forma permanente, sin embargo, no sería tan aconsejable.
Lo que aconsejan todos los médicos y especialistas en nutrición es incorporar todas las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita (incluyendo el magnesio) por medio de una nutrición adecuada. Una dieta equilibrada debería tener cantidades suficientes de este magnesio para proteger al organismo de cualquier tipo de déficit.
El magnesio es un mineral que podemos encontrar en alta disponibilidad en alimentos como vegetales de hoja verde, frutos secos, legumbres, cereales integrales y en aguas duras (tienen cantidades de magnesio más elevadas que las que se pueden encontrar en las aguas blandas). Para seguir una dieta equilibrada es necesario controlar el consumo de grasas. Está demostrado, de hecho, que un alto consumo de grasas puede llevar a problemas de malabsorción del magnesio. Por otra parte, cuando cocinamos los alimentos estos pierden un considerable porcentaje de magnesio (como también de otras vitaminas y minerales). Los suplementos de magnesio no están recomendados en casos de embarazo, lactancia o en niños.
La forma de administración más conocida para los suplementos de magnesio es como polvo o en tabletas. En cualquier caso deben ser acompañados por agua. Para conocer las dosis exactas que debemos tomar de suplementos de magnesio lo mejor es consultar directamente con el médico o nutricionista. Aun en los casos en los que no hay riesgo de intoxicación aparente, una sobredosificación puede traer aparejados otros síntomas colaterales indeseables.
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