Revista Cine

Es el momento de vender a Cristiano Ronaldo

Publicado el 16 abril 2016 por Decabo

Ahora que soplan los vientos a favor del Real Madrid y de su delantero estrella creo que es el momento adecuado para escribir este artículo. Los triunfos y los goles pueden borrar de la frágil memoria del aficionado los días oscuros que hemos vivido en los últimos años y sería un error. Cristiano Ronaldo sobra por más que a alguno le duela.

Cristiano Ronaldo

Empiezo a peinar canas y supongo que eso confiere a mis recuerdos cierta aura de estudio científico en lo que a fútbol se refiere. Quiero decir que cuando digo que la derrota 0-4 de esta temporada contra el Barça en el Bernabéu es el peor partido del Real Madrid que he visto en mi vida, debido a mis años, acumulo muchos partidos en mi base de datos neuronal con los que comparar.

Creo que aquel día el equipo blanco tocó fondo. Y no por el resultado o por la amplia superioridad que mostraron los blaugranas, sino por la actitud de los jugadores madridistas. Humillados por el máximo rival en su casa, lejos de mostrar un ápice de orgullo (salvo honrosas excepciones), los componentes del equipo local deambulaban por el campo como mercenarios vencidos que simplemente esperan que llegue otra batalla más fácil con la que poder ganar sus honorarios. Era la consecuencia de la estrategia errática que la dirección del equipo parece llevar en los últimos años donde los fichajes de jugadores y entrenadores se hacen más por el brillo de su nombre que por afinidad o encaje con una teórico esquema de juego. El Real Madrid lleva mucho tiempo apostando al corto plazo y al largo plazo lo estamos pagando: Si comparamos los resultados con los de nuestro rival, en los últimos diez años nos dan sopas con hondas.

El máximo exponente de esta estrategia que nos condena al fracaso es Cristiano Ronaldo, por eso, y por las siguientes razones creo que es el momento de darle boleto:

Cristiano Ronaldo siempre ha sido un mercenario mucho más preocupado por el color de su bronceado, de los billetes, o de los balones (dorados) que adornan su hedonista museo que de los de la camiseta que luce. Si está en el Real Madrid es porque somos el mejor equipo históricamente y, para un jugador que se siente tan estrella como él, el Bernabéu es el mejor escenario donde actuar, como Wembley lo sería para una estrella musical.

Cristiano Ronaldo hace goles, pero no hace equipo. No voy a negar que Cristiano es probablemente el mejor delantero goleador que ha pasado por el Real Madrid, los números hablan como él mismo dice. Pero el fútbol es un deporte de equipo no una competición individual. Desde el primer partido en que se fue del campo con cara de niño enrabietado porque él no había marcado aunque el equipo había ganado, se sabía que sobraba, salvo milagroso reciclaje de la mano de un psicólogo.

Cristiano Ronaldo hace goles, pero no crea juego. En los últimos años la influencia del siete blanco en tres cuartas partes del campo es nula. Nadie le teme cuando coge el balón lejos de los límites del área rival. Esa es la mayor diferencia con el mejor jugador del momento con el que pretende competir. Aunque me duela como madridista, Messi está en otra esfera a la que Ronaldo jamás llegará.

Cristiano Ronaldo ha denostado públicamente el concepto de tener amigos en el equipo. Eso habla con claridad de lo poco que entiende de fútbol, de deporte e incluso de la vida. No tengo que irme al mundo profesional donde hay muchos ejemplos… hablando en primera persona, siempre que he hecho un equipo con buenos amigos, los resultados han estado por encima de nuestro teórico potencial. Entre amigos hay confianza, se toleran mucho mejor los fallos, y no hace falta hablar mucho sobre el campo para entenderse. Es obvio, por sus múltiples declaraciones, que Ronaldo ni confía en sus compañeros ni tolera sus fallos. Entenderse con él es fácil eso sí, siempre que le pases mucho el balón.
Y esta es otra de las mayores desventajas que tenemos con el Barça. Uno de los beneficios de tener jugadores de la cantera no es sólo que sienten de verdad los colores sino que al conocerse desde hace mucho les une la amistad. No nos engañemos, con el tiempo Messi se ha convertido en una estrella egoísta de un calibre similar a Cristiano, la diferencia es que él juega con sus amigos de la cantera, en los que confía, que se toleran mutuamente los fallos y con los que se entiende a las mil maravillas.

Cristiano Ronaldo tiene más de treinta años, aunque el modo en que gestiona su preparación física es muy profesional y envidiable debido a su pasión por el culto al cuerpo (concretamente al suyo), es probable que sus mejores años hayan pasado. Acaba de meter tres goles en cuartos de la Champions, está de moda. Es el momento de hacer caja con él. Ahora o nunca.

Cristiano Ronaldo se creía más guapo que Irina…. ¿No demuestra esto que su cabeza no rige muy bien? Como todos los que viven obsesionados por el físico, acabará sus días convertido en un horrible engendro de botox

Por si todos estos motivos no os parecieran suficientes porque compartís con Roncero su única neurona como quien comparte un mini de cerveza con sus colegas, os doy una más: Si por algún extraño designio del destino Cristiano llegara casualmente a este post tengo claro que lo que más le disgustaría no sería el contenido, sino la foto.


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