¿Es el ordenador en la consulta un enemigo?

Rafael Santamaría (@rsantamariao) comparte con nosotros una entrada que invita a la reflexión: “El ordenador en consulta: cuanto menos, mejor“.

Bajo mi punto de vista, la frase está mal orientada… para mí: “El ordenador en consulta: mejor bien usado“.

Y es que la entrada nos puede hacer pensar que “mayor uso del ordenador” es “mejor uso del mismo”. ¿Quién nos dice que los que “usaban menos el ordenador” en este estudio eran, en realidad, mejores usuarios de la informática? ¿Más eficientes en el uso de la misma?

En esto tienen más culpa las organizaciones que los profesionales… muchas veces los sistemas de información no están bien orientados y exigen demasiadas acciones carentes de valor en la práctica asistencial. Si a esto añadimos la escasa formación y uso deficiente de los mismos, el cóctel va empeorando.

Me da la sensación que, en ocasiones, se escribe mucho en la historia clínica electrónica… pero eso no quiere decir que se esté “escribiendo bien”.

Piensa en tu historia digital, la que usas en tu consulta: ¿tienes claro dónde hay que registrar cada cosa? ¿Crees que hay áreas de indefinición estratégica a la hora de concretar “dónde va qué”? ¿Comunica tu organización con claridad cómo usar los sistemas de información? ¿Tienes la formación adecuada para usar eficientemente los recursos que la organización pone a tu disposición?

Como podéis ver, el problema no son las TIC “per se”, es estrategia.

Lo peor de todo es que, en demasiadas ocasiones, la opinión sobre las TIC en salud se ve enturbiada por factores que poco tienen que ver con ella: ¿crees que tienes el tiempo suficiente para atender a tus pacientes? ¿Estás satisfecho con tu situación laboral en la organización?

No quiero, ni de lejos, eximir a las TIC pero, “al César lo que es del César”

En definitiva, creo que no tiene ningún sentido plantearnos a estas alturas del partido si el uso de las TIC en salud procede o no… lo que sí debemos plantearnos es si estamos haciendo un uso adecuado de las mismas, si estamos orientando nuestros “tecleos y clics” a lo que deben estar orientados: a una mejor atención de nuestros ciudadanos y sopesar con honestidad cuánto está en manos de la organización y cuánto está realmente en las nuestras.