Revista Blog

¿Es imposible dedicarte a tu pasión?

Por Lorena White @lorenagwhite

Conozco a poca gente que tiene la suerte de trabajar en aquello que más le gusta. De ellos, los hay que trabajan para otros y algunos, son emprendedores valientes que han decidido ser sus propios jefes y ponerse manos a la obra para diseñarse un trabajo a su medida. Conozco a mucha más gente que trabaja en algo relacionado con su pasión, aunque tiene mucho más que ver con los estudios que cursó porque eran los que más se aproximaban a ella. También conozco a muchas personas cuyos empleos son absolutamente opuestos a su pasión, y de entre éstas, yo distingo claramente a dos tipos de personas: las que se conforman con ese empleo porque necesitan el dinero para vivir; y las que siguen con el empleo porque necesitan el dinero para vivir pero no dejan de hacer cosas y dedicar su tiempo a su verdadera pasión. ¿Con qué grupo, de todos los que he definido aquí, te identificas tú?

porquetupasionnopuede

Voy a contarte algo que, seguramente, si llevas el suficiente tiempo deambulando por este blog, ya sepas: yo me dedico a mi pasión. Y no, no cobro un duro por ello, pero soy feliz empleando mi tiempo en ella. Luego tengo otro trabajo, muy relacionado con otras de mis pasiones, que son la comunicación y el marketing, pero mi verdadera y absoluta pasión actualmente no me reporta ningún beneficio económico. Aunque sí, me dedico a ella.

Probablemente haya quien piense que aconsejarte dedicarte a lo que realmente te haga feliz, es un consejo profesional demasiado utópico, irreal y totalmente desfasado con los tiempos que nos ha tocado vivir. Pero te diré algo: no necesariamente tu pasión tiene que ocuparte todo el día, generarte los ingresos suficientes para vivir y ser tu sustento profesional, para poder decir que te dedicas a ella o para que la experiencia adquirida a través de ella ocupe un sitio en tu currículum. Con que dediques una parte importante de tu tiempo a trabajar en ella, a mejorarla, a seguir aprendiendo y a buscar nuevos retos y objetivos relacionados, ya la estarás convirtiendo en un trabajo que merecerá la pena compartir con los demás. Puede que no en el trabajo que más te gustaría, pero comparado con gente que se dedica a algo radicalmente opuesto a lo que desea y no hace nada por aproximarse a ello, puedes darte por satisfecho: estás a años luz.

Muchas veces, al identificar “trabajo” como un tiempo que tú empleas en hacer algo, por lo que se te paga una cantidad de dinero que a su vez te permite pagar tus facturas y otras cosas, tendemos a creer que ésa es su única definición, la más absoluta y verdadera. Pero realmente yo considero que lo que hago en este blog es un trabajo y que el tiempo que le dedico a ello es un tiempo productivo que, poco a poco, va dando sus frutos. Puede que todavía no sean frutos monetarios, pero puedo decir que me dedico a lo que más me gusta en el mundo, que es escribir, y eso no todo el mundo tiene la suerte de poder decirlo.

Principalmente, porque no quieren. La diferencia entre alguien que se aproxima a su pasión y alguien que no lo hace, es el grado de intención que ponga en ello. Mucha gente decide abandonar cualquier posibilidad de aproximación a su pasión porque “no tiene salidas” o “no da para vivir”. Y se conforma con emplear el tiempo que le queda en otras cosas que nada tienen que ver con ella. Esta opción es totalmente respetable, por supuesto, pero no creo que muy apetecible.

Y soy realista. Sé que hay valientes emprendedores que han logrado para sí mismos un trabajo ideal relacionado con su pasión. También sé que esos emprendedores son valientes porque la cosa no está nada fácil. Y sé que de todos esos emprendedores hay muchos que no llegan a final de mes. Por eso, para fabricarte tu propio trabajo, tienes que sentirte preparado, dejarte guiar por quienes ya lo han conseguido y esperar a darte tiempo para aprender, fallar, volver a intentarlo y continuar tu camino. ¿Pero qué hacer mientras tanto? No puedes quedarte parado hasta que des con el puesto que mejor saque a la luz tu talento o con el tópico “trabajo de tu vida”. Tienes que empezar a fabricarte esa satisfacción de dedicarte a aquello que más te gusta. Aunque sea domingo, aunque sean las diez de la noche porque es el único rato que tienes libre o aunque te pases tus vacaciones “laborales” frente al teclado (o frente a la mesa de dibujo, o detrás de una cámara haciendo fotos o en clases de canto, si realmente eso es lo que te llena).

Que no se te olvide: tu pasión puede convertirse en tu trabajo ideal, en la medida en que tú estés dispuesto a trabajar por ello ;)


Volver a la Portada de Logo Paperblog