¿Es la gente de hoy más pacífica?

A veces se suele decir que cada vez hay más violencia, pero ¿es esto cierto? ¿O es más bien al contrario?

Una película que hay ahora en cartelera y que refleja muy bien lo que debió ser por ejemplo la vida en el oeste es "Mil maneras de morder el polvo". El protagonista es un tipo inteligente, que se da cuenta de lo malo que es el mundo en el que vive. En clave de humor, va contando todas las pegas que tiene en su día a día. El trailer...

¿Cómo seríamos si hubiéramos nacido en el oeste? ¿Tendríamos los mismos valores? Si a esto le unimos lo influenciables que somos, tenemos una idea de hasta que punto las cosas se pueden salir de lugar. Y es que la mayoría de la gente es capaz de asesinar a otra solamente porque alguien se lo mande. Y esto en la sociedad occidental actual...

Está bien reflexionar sobre estas cosas porque podrían evitar sufrimiento si somos más conscientes de ellas. Todos los empleados de banca, por ejemplo, no son mala gente, pero las dinámicas sociales funcionan y pueden ser muy dañinas. ¿Venderías unas preferentes si trabajas en un banco, tienes hijos y una hipoteca, y te dicen que o las vendes o te echan a la calle? ¿Y si te dicen que es como la descarga eléctrica inofensiva, un buen producto financiero? ¿Y si te engañan incluso a ti?
Además, una reacción muy típica para seguir sintiéndonos buenas personas es la de despreciar a quien dañamos. Si yo soy bueno y estoy fastidiando al otro... será que se lo merece. Es decir, una forma de poder seguir mirándonos al espejo consiste en despreciar al otro para no tener que decirnos a nosotros mismos que estamos haciendo mal.
Tal vez una buena idea, si queremos actuar bien con el resto, consista en conocernos mejor e intentar no caer en este tipo de errores. Y a nivel social, activar mecanismos que permitan minimizar daños. Una estructura social puede salvar vidas incluso, como se deduce del primer vídeo (con la creación de los estados).
De todas formas, no nos quedemos con una visión pesimista del ser humano, estadísticamente la mayoría de la gente es buena (quieren verse como buenas personas), aunque hagan pequeños actos de egoísmo y sean influenciables. Quedémonos con esa parte para dar un final más positivo a la entrada.