Es la hora de disfrutar

Aunque algunos digan que las comparaciones son odiosas, comparar al Real Madrid y al Barcelona ha sido un deporte para muchos durante toda la temporada. Abril, está designado como el mes donde se verán las caras (casi con seguridad) cuatro veces y por ende, definirán todos los torneos.

Que uno ganó más, que el otro hizo más goles, que uno está invicto de local y el otro de visitante, que juega bien, que gana de suerte, que Messi, que Ronaldo. Cada fin de semana se ponen en la balanza las actuaciones de un equipo y el otro en contraposición. Muchas veces ganaron los dos cómodamente, pero siempre había una excusa para destacar a un equipo por encima del otro, dependiendo de quién tenía el micrófono.

Esta semana no fue la excepción. Por Champions se enfrentaron a las dos revelaciones: el martes el Real ganó 4-0 al Tottenham en una verdadera exhibición y al día siguiente, el Barcelona goleó 5-1 al Shakhtar Donetsk. Hubo quienes dijeron que al Barca le llegaron más, que el Tottenham suele arrugar, etcétera.

Basta. ¿Acaso no se dan cuenta que estamos frente a la temporada futbolística más importante de los últimos años y una pelea mano a mano entre los dos grandes de España que podría quedar en la historia del fútbol mundial? No es una exageración, es pura realidad. El Barcelona es uno de los mejores (por no decir el mejor) equipos del mundo y este Real Madrid es el único que le puede llevar la vela.

En Liga, suman 85% de efectividad, ya que sólo dejaron 26 puntos en camino. Tienen la misma cantidad de goles a favor que Almería, Málaga, Zaragoza, Deportivo La Coruña y Hércules juntos. Entre los máximo goleadores de cada club en Liga (Cristiano 28 + Messi 27), suman más anotaciones que cada uno de los 18 equipos.

La lista de números y cifras podría seguir incluso del lado económico donde ambos lideran con amplio margen. Por Copa del Rey se verán las caras, la Liga parece estar más cerca del Camp Nou y la Champions seguramente los encuentre en semifinal porque Dios es grande y nos regaló dos partidos entre ellos y no uno, como hubiera pasado si se encontraban en la final.

Es inevitable que a una persona, un equipo le caiga más simpático que el otro, por ideología, por presencia de argentinos, etc. Pero no nos podemos quedar en la banalidad de tomar partida por Barca o Real sin tomar magnitud de lo que realmente es. Dicen que los grandes acontecimientos quedan en la historia, y la realidad futbolística de estos, tiene todo para serlo. Cuando nos queramos acordar del 5-0, de la final de la Copa del Rey, de la vuelta de Champions en el Bernabeu, del Mou-Pep, ya habrá pasado.

Por elegir A o B, perdemos la esencia de lo que estamos realmente viviendo. Sería bueno que nos aislemos de la “tribuna” y los próximos partidos los disfrutemos. Este post es simplemente una invitación a ello: a dejar de confrontar entre dos equipazos y disfrutar. Que sufran los españoles verdaderos hinchas de uno u otro. Nosotros, simpatizantes desde Argentina, cuando nos sentemos frente al televisor para ver dicho espectáculo, histórico, magnífico, tengamos como única consigna: disfrutar.