Revista Opinión

¿Es posible “crear” un segundo Leonardo Da Vinci?

Publicado el 17 agosto 2017 por Carlosgu82

No me refiero a clonar el material genético del gran Genio renacentista a partir de sus restos mortales (suponiendo que fuera posible encontrarlos) sino a un experimento realizado por Bartolomeo, el medio hermano menor de Leonardo Da Vinci.

La historia sucedió así: Poco después de haber fallecido Da Vinci, Bartolomeo se propuso crear “un segundo Leonardo” y para conseguirlo, aprovechando que ellos tenían información genética similar, decidió procrear un hijo con una mujer cuyo árbol genealógico fuera parecido al de la madre de Leonardo, Caterina (Dato curioso: Existe la teoría de que Leonardo era de ascendencia árabe según un estudio realizado por la Universidad italiana de Chieti). Ese niño, sobrino de Da Vinci, fue nombrado Piero. Sorprendentemente, mostró talento artístico a una edad precoz y, debido a eso, cuando cumplió 12 años fue trasladado a Florencia en donde continuó su educación. Piero aprendió de los más grandes pintores de la época y a la edad de 17 años había conseguido el progreso que sólo unos pocos han logrado después del esfuerzo de toda una vida. Sin duda, fue alguien increíblemente prodigioso. Por desgracia, nunca sabremos que tan lejos hubiera llegado ya que a los 23 años murió de fiebre. A pesar de eso, ¿dirías que Bartolomeo tuvo éxito?

Éste caso pone en perspectiva la influencia del ambiente y la herencia en el desarrollo de la personalidad. Por un lado, encontramos que Piero no fue descendiente directo de Da Vinci, pero, por otro lado, tampoco estamos completamente seguros acerca de que tan similares fueron los ambientes en donde se desarrollaron, sumado al hecho de que Leonardo no sólo fue pintor y escultor sino también botánico, inventor e ingeniero; entre otras cosas.

Otro caso interesante es el Genio precoz de Mozart. Durante su infancia, estuvo expuesto a interminables horas de música todos los días debido a que su padre, Leopold, era maestro de música e impartía sus clases en la comodidad de su hogar. Era imposible que no el pequeño Mozart no conociera mucho de música, pero éste ambiente no explica por sí mismo cómo fue capaz de realizar importantes innovaciones en éste campo.

No pretendo brindar una conclusión definitiva a éste tema. Pienso que todos los seres humanos somos Genios por naturaleza, pero quizá en algunos casos el ambiente influyó negativamente en el individuo inhibiendo su potencial creativo y en otros casos contribuyó a su desarrollo de una determinada forma. Bajo éste ángulo, un Genio sería una persona “normal” que tuvo un desarrollo psicológico sano.

¿Qué opinas sobre esto? Te invito a escribir tus ideas en los comentarios y también a visitar mi artículo principal, La clave del Genio, en donde reflexiono sobre un tema relacionado.


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