Revista Insólito

¿Es posible la sanación a través de la mente?

Publicado el 04 julio 2016 por Danila Hernandorena @universointerio

Quiero compartir mi experiencia con la autocuración y la reprogramación de nuevos pensamientos para abrir las puertas de la sanación. Voy a contar a todos ustedes mi historia y mi experiencia personal. Vivir en carne propia el poder que todos los sabios transmitieron fue una experiencia fascinante.

Comienzo con mi relato. Transcurría el verano con aparente normalidad, hasta que comenzó a molestarme una zona de mi cuerpo. Luego de muchos estudios médicos y análisis todo parecía estar bien, no encontraban nada significativo. Los médicos no me daban respuestas concretas de aquello que me aquejaba. Pero a mi las tareas diarias se me hacían imposibles de realizar debido al dolor. ¡Remedios y remedios! y el miedo de no saber qué tenía, me llevo a una profunda tristeza y desesperación.

Por un período prolongado los médicos solo sabían darme calmantes y me mandaban a casa con el dolor. Mi amigo el dolor me acompañó por tres meses. Sabía a ciencia cierta que eso que tanto me dolía correspondía a un trastorno emocional profundo. El lugar de la dolencia me hablaba de aquello que debía cambiar porque sabemos que las enfermedades en general nos indican situaciones no resueltas, no sanadas o no terminadas.

Aquello que tanto me enfermaba era en realidad mi salvador. No fue fácil aceptar llamar salvador a mi dolencia y comprender el idioma de mi síntoma reclamando mi atención. Debo decir que no fue tarea sencilla de decodificar, con toda la base de datos sobre biodecodificación. Leí detenidamente el diccionario de las enfermedades , lo que me aportó muchísima información emocional que me llevó a comprender aquello que debía cambiar.

Cada enfermedad u órgano tiene su correspondiente dato emocional. Luego de descubrir lo que encerraba el síntoma me dispuse a reprogramar ideas y creencias. Me di cuenta que mi cuerpo y mi síntoma me pedían una transformación. Comencé a meditar, hablar con mi síntoma y con profundo amor me dispuse a escuchar. El síntoma me relataba claramente aquello que debía modificar. Las enfermedades no vienen a matarnos, sino a curar una parte emocional no sanada, no resuelta. Yo sabía que era fundamental la confianza y la entrega, porque la resistencia hace la persistencia del malestar. Sabía que la curación vendría de una profunda entrega, así que me entregué a una de las meditaciones, que en mi caso fue mágica.

La meditación es de Luisa Hay, cuyo video en español puedes ver a continuación. Esta meditación guiada es una hermosa terapia de reprogramación mental. Lo que ella permite es anular creencias negativas e implantar creencias positivas, que nos permitan transformar todo aquello que no va como desea el progreso del alma y que por ende nos enferma. La enfermedad es el alma gritando fuertemente un cambio, una dirección de avance, es un diálogo profundo con nuestro inconsciente, que es el lugar donde se encuentra las claves y pistas de la sanación de nuestro cuerpo.

Esta meditación implica un movimiento que comienza desde nuestro ser interno, para luego verse reflejado en nuestro mundo exterior. De nada sirve descubrir que son mis malas relaciones las que me enferman si yo no hago nada para modificarlas. En ese caso, si no corto con los vínculos dañinos, no es de extrañar que la enfermedad vuelva a aparecer ya que la emoción raíz no fue sanada. O descubrir, por ejemplo, que mi lugar de trabajo o mi jefe me enferma y no hago nada para cambiar de empleo. Siempre es necesario modificar los aspectos de nuestras vidas que nos enferman para que la sanación ocurra. La meditación nos aporta energía positiva para lograrlo, un amor que abre las puertas a la sanidad. Si hago como pienso y pienso como siento nuestras vidas pueden llenarse de una energía vigorizante.

Qué dice Brian Weiss

Extracto extraído de " Muchos cuerpos una misma alma".

La meditación y la visualización te ayudaran a dejar de pensar tanto y a iniciar el trayecto de retorno. Se producirá la curación, empezarás a utilizar la mente que tienes desaprovechada, verás, comprenderás y llegarás a ser sabio. Entonces habrá paz. La meditación puede ayudarnos a explotar los poderes curativos que llevamos dentro y no se trata únicamente de curación psíquica, sino también física. Las energías mentales y físicas influyen en la química y la física del cuerpo, la meditación habitual es un instrumento inestimable de cara a la recuperación y el mantenimiento de la salud.

La mente es un pasaje y a través de la meditación podemos tener en las manos, con el tiempo, un mapa que nos permita encontrar el sendero que conduce a estados más profundos y trascendentales. Cuando lleguemos a esa conciencia descubriremos en nuestro interior la compasión y el cariño, por lo que no esperaremos nada a cambio y nos sentiremos en unidad con la totalidad de las personas y los seres del mundo.

En la meditación podemos lograr esa tan anhelada comunión con Dios, esa energía curativa, Dios es una energía de amor y sabiduría que reside en todas y cada una de las células de nuestro cuerpo. La pregunta más importante en el tema de la espiritualidad no es "¿a qué Dios adora usted?, sino "¿es fiel a su alma?, ¿lleva una vida espiritual?, ¿es una persona buena aquí en la tierra?, ¿disfruta de su existencia?, ¿hace el bien a los demas?", esa es la esencia de la vida. Algo fundamental en nuestro camino hacia cimas superiores y no parece tan complicado. Sin embargo, muchos aun no hemos aprendido bien la lección de la espiritualidad, somos egoístas, materialista, personas carentes de empatía y compasión. El impulso de hacer el bien cede ante el deseo de estar cómodos físicamente y cuando la bondad y el egoísmo luchan en nuestro interior nos sentimos confundidos e infelices .

"En la meditación esta la energía para sanar y mejorar cualquier enfermedad, es un proceso gradual que lleva al organismo al equilibrio natural, en el silencio de tu templo interior esta la energía curativa. Medita, guardamos una maravillosa cantidad de energía que nos fue concedida por Dios". Brian Weiss

Volviendo a mis experiencias, quiero terminar este artículo contando cómo calentaba mis pies con la mente cuando era solo una niña. Comenzaba imaginando una llama de bajo de mis pies, era un juego, ¡nadie me decía que eso que hacía no era posible!. Yo sabía que imaginaba la llama y los pies comenzaban a arder. Naturalmente, visualizando la llama podía modificar la temperatura de ellos, era mi juego y hasta el día de hoy lo hago. Pero esa capacidad de mi mente de moldear una parte de mi cuerpo quedó reducida solo a eso.

Una vez, leyendo una nota sobre meditación, me sorprendí al descubrir que grandes meditadores budistas mediante el entrenamiento de la mente eran capaz de elevar la temperatura de su cuerpo en zonas geográficas con térmicas muy bajas. Quedé sorprendida y recordé lo que yo hacía de niña. ¿Qué hacía posible que pudiera yo elevar la temperatura de mis pies?. ¡La confianza fue la primera palabra que sonó en mi mente!.
Luego pensé ¿qué pasaría si esa confianza la traslado a otra parte de mi cuerpo, afectada por cualquier dolencia o enfermedad?. Guardamos un potencial enorme en nuestras mente. Hacer de ella una buena herramienta es la clave, la mente es la que nos enferma, pero también tiene la llave para sanarnos si aprendemos a entrenarla y a darle un buen uso. ¡Somos magos! y la mente es la barita que espera ser utilizada. Activar zonas del hemisferio derecho es primordial, lugar donde ocurre la sanación mediante la meditación y sobre todo la visualización.

Si te gustó, comparte 😉

¡Bendiciones infinitas!.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista