Una moda muy extendida entre ciclistas es la de entrenar en ayunas. Con este tipo de entrenamiento lo que se pretende principalmente es aumentar la quema de grasas por parte de nuestro organismo.
Nuestro cuerpo necesita combustible cuando estamos realizando algún deporte. Este combustible lo obtenemos básicamente de la alimentación. Por lo tanto, si realizamos deporte en ayunas a nuestro organismo no le habremos proporcionado combustible durante un determinado número de horas.
En cuanto al consumo de grasas, cuando hacemos deporte siempre hay parte de la energía que nuestro organismo obtiene a partir del glucógeno y parte también a partir de las grasas. La utilización de las grasas como combustible es más efectiva a partir de los 30 minutos de iniciar cualquier actividad física, y a intensidades bajas.
Consideración para entrenar en ayunas
Como hemos dicho anteriormente, si llevamos un número de horas determinado sin comer y hacemos deporte, nuestro organismo tendrá menos combustible. Sobre todo tendrá menos glucógeno.
Por lo tanto, si le estamos exigiendo un esfuerzo es razonable pensar que utilizará en mayor proporción las grasas. Por lo tanto a prior los entrenamientos en ayunas son unos buenos aliados para quemar grasas con más rapidez.
Sin embargo hay que tener cuidado con la intensidad y la duración de la actividad física. También hemos comentado anteriormente que las grasas se utilizan como combustible a intensidades bajas. A intensidades altas se utiliza en mayor proporción el glucógeno muscular.
Si salimos a entrenar en ayunas y realizamos una actividad de alta intensidad tenemos muchas papeletas de sufrir una pájara, ya que nuestro cuerpo no tendrá energía suficiente.
Al igual ocurre con la duración de la actividad física. No es recomendable que los entrenamientos en estas circunstancias superen la hora y 30 minutos de duración. Si nos pasamos también con el tiempo podrá aparecer una pájara.
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