Revista Viajes

Escapada de fin de semana: París

Por Inherrero

Si hay algo para lo que tenéis que prepararos si visitáis esta maravilla de ciudad, es para andar mucho, así que a llevar zapato cómodo, ya que si no, vuestros pies sufrirán.

El paseo por las calles de París será mucho más agradable si seguís estos consejos:

Visitas que no te tienes que perder en París

Torre Eiffel

La gran dama de París fue construida para la Exposición Universal de 1889, celebrada para conmemorar el centenario de la Revolución. La Torre Eiffel mide unos 350 metros.

El ascensor hasta la segunda planta cuesta 9 euros para los adultos, 5,30 euros para los niños menores de 12 años.

Horarios de apertura: del 1 de enero al 13 de junio de 9h30-23:00 todos los días. Del 14 de junio al 31 de agosto: desde las 9:00 hasta medianoche, todos los días.

Aviso a los deportistas: las escaleras abren de 9:30 a 18:00.

 

Visitas que no te tienes que perder en París

Notre Dame

Las obras de construcción empezaron en 1163 y se terminaron 200 años después, hacia 1345. La catedral tiene capacidad para más de 6.000 personas.

La entrada es gratuita pero si quiere subir a las torres hay que pagar unos 6 euros.

Los arquitectos no pensaron en los ascensores, lo sentimos, así que es mejor que las personas cardíacas renuncien a subir a las sendas de los cielos.

Horario de apertura: de 8:00 a 18:45 todos los días.

Visitas guiadas: de 9:30 a 18:45 todos los días.

Horario de misas: 8:00, 9:00, 12:00, 18:45.

Visitas que no te tienes que perder en París

Campos Elíseos y Arco del Triunfo

Sólo el tramo situado entre la Plaza de la Concorde y el Grand Palais merece el título de la 'Avenida más bella del mundo'. El resto de la avenida está llena de tiendas y restaurantes que suelen ser muy caros. No os olvidéis de visitar el Arco del Triunfo, al final de la avenida, construido a mediados del siglo XVIII para conmemorar las victorias de Napoleón.

Precio de la entrada: unos 6 euros, gratis para los niños menores de 12 anos.

Horario de apertura: de 9:30 a 23:00 todos los días, de abril a octubre, y de 10:00 a 23:00 todos los días, de noviembre a marzo.

Visitas que no te tienes que perder en París

Montmartre y la Basílica del Sacré Coeur

De estilo románico bizantino, la basílica es el punto culminante de la colina de Montmartre. Su construcción se inició en 1875 y se terminó en 1914.

La entrada es gratuita pero el acceso a la cripta y a la cúpula cuesta unos 5 euros.

Para cansarse menos, se puede tomar el funicular. A partir de la estación de metro Anvers, hay que subir hacia la colina por la calle Tardieu, llegando a la parada del funicular.

Montmartre era sólo un pueblo hasta el siglo XIX, situado fuera de las murallas parisinas.

Hay que visitar el barrio de la película 'Amélie Poulain' aunque sólo sea porque cuenta con nada menos que siete museos.

Visitas que no te tienes que perder en París

Iglesia de los Inválidos

El Hospicio de los Inválidos empezó a construirse en 1671 por orden de Luis XIV que quería alojar en él a los soldados indigentes y heridos de gravedad en sus numerosas guerras. La obra se terminó rápidamente pero se le añadió una iglesia poco tiempo después. La construcción duró unos treinta años.

Se puede visitar la iglesia, algunos museos y la tumba de Napoleón I, cuyos restos mortales se trasladaron desde Santa Elena en 1830.

El precio de la entrada es de 6 euros pero los niños menores de 12 años no pagan.

Horarios de apertura: de octubre al 31 de marzo: de 10:00 a 16:45.

De abril al 30 de septiembre: de 10:00 a 17:45.

Visitas que no te tienes que perder en París

Sainte Chapelle

Se sitúa en la isla de la Cité, en el recinto del Palacio de Justícia. Es un edificio gótico construido en el reinado de San Luis, a partir de 1240, para albergar las relíquias de la Corona de Espinas de Cristo y fragmentos de la Cruz. Una soberbia construcción que encierra sorprendentes vidrieras de grandes dimensiones.

La entrada cuesta unos 6 euros.

Horario de apertura: de 10:00 a 17:00.

Place des Vosges

El rey Enrique IV ordenó su construcción, las obras terminaron en 1612, dos años después del asesinato del gascón a manos de Ravaillac. Al principio se denominaba la Plaza Real, Napoleón I le cambió el nombre por el actual para rendir homenaje a los habitantes del departamento de los Vosgos por su celeridad en pagar los impuestos. La plaza es extraordinaria tanto por el estilo (enmarcada por 36 edificios que datan de la época de construcción) como por sus tiendas y el parque, en cuyo centro se irguió la estatua de Luis XIII.

Visitas que no te tienes que perder en París


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