Revista Cultura y Ocio

Escribiendo: Fallos que cometí creando personajes

Publicado el 21 mayo 2016 por Irene Irene Marijuan
Escribiendo: Fallos que cometí creando personajes
¡Hola lectores!
Esta es la segunda entrada de esta sección, que inauguré hace bien poco. Algo que sabe todo buen lector, y todo buen escritor, es que los personajes son básicos para una historia buena. Pueden tener más o menos importancia dependiendo del argumento, pero está claro que son un pilar fundamental. Una buena historia con personajes mediocres pierde muchísimo, y una historia que ni fu ni fa con personajes increíbles puede convertirse en una obra de arte..
Sin embargo, crear personajes no es tan fácil. Hay muchas cosas que tener en cuenta a la hora de crearlos y de las que no podemos olvidarnos: tus personajes tendrán una personalidad marcada, pero no pueden ser planos. Es decir, si un personaje es egoísta, tampoco puede serlo durante absolutamente todas las páginas del libro, porque las personas no somos así. Tenemos contradicciones internas, a veces nos comportamos de una forma y a veces de otra, y tampoco es fácil reflejar esto sin crear un personaje que sea totalmente bipolar. Además, tienes que tener en cuenta su pasado, las relaciones que mantiene con su entorno. Si tu personaje es de una determinada manera, tienes que reflejarlo en los diálogos, en su forma de hablar, o desarrollarlos a través de sus palabras y sus acciones, lo que no es ninguna tontería. Esto y muchísimas cosas más.
Personalmente me encanta crear personajes y creo que con el tiempo he ido perfeccionando la técnica, aunque todavía me queda mucho por aprender. Os traigo algunos de los errores que cometí yo y que creo que a mucha gente le puede pasar:
Escribiendo: Fallos que cometí creando personajes

1. Buenos buenísimos y malos malísimos. 


Esto puede parecer obvio, pero a mí me pasaba mucho al principio. Normalmente en un libro habrá un protagonista y un antagonista que tendrán intereses opuestos, pero no por ello uno tiene que ser completamente malo y uno completamente bueno. Para que sean creíbles, el malo tiene que tener sus virtudes, incluso puede que crea que él es el bueno, o que persiga un buen fin que crea que puede justificar sus medios. Igual que el protagonista no puede ser un héroe perfecto, sino que tiene que tener defectos, cometer errores, no actuar siempre de la forma correcta.

2. Protagonista normal. 

No se si esto le pasa a mucha gente, pero fue un problema del que tardé mucho tiempo en darme cuenta. Yo creaba todos mis personajes, con sus características más relevantes, y cuando llegaba al personaje principal, me decía a mí misma: bueno, pues es un chic@ totalmente normal. ¿Y que pasaba? Pues que de querer que el protagonista fuera normal, al final no es que fuera una persona normal, es que directamente no tenía personalidad. No era ni guapo ni feo, ni valiente ni cobarde, ni tonto ni inteligente, ni generoso ni egoísta... no se si me entendéis. En realidad, es que no hay nadie normal, todos tenemos nuestras características y tardé en darme cuenta de que mi protagonista, por muy normal que fuera, también tenía que tener las suyas. 

3. Personajes que cambian de personalidad a cada página.

Esto me pasaba, en parte, porque a veces se me olvidaba cómo había descrito a un personaje, y durante las primeras páginas del libro era un tímido de mucho cuidado, y al cabo de unos capítulos de pronto se pone a hablar y no hay quien le calle. En fin, esto creo que si tienes un poco de cuidado y relees lo que has escrito, no te pasará. Aunque si un personaje resulta que le va mejor una característica que otra, siempre se puede cambiar, o puede evolucionar y superar su timidez, pero claro, esto no puede pasar en tan sólo 10 páginas. 

4. Personajes que son de una forma pero hablan de otra.


Este punto realmente está bastante relacionado con el anterior. Simplemente es que aunque tus personajes son de una forma, luego no lo reflejas en sus diálogos. O lo mismo da, son de una forma pero a la hora de hablar parece que son de otra, como si tuvieran doble personalidad. 


5. Personajes que no evolucionan.

Creo que este es uno de los puntos más importantes a la hora de crear personajes. Los personajes tienen que evolucionar, cambiar a lo largo de la trama, los sucesos que viven les tienen que afectar y modificar sus personalidades, su forma de actuar. Yo la dificultad la veo a la hora de hacer que la evolución sea progresiva, y creíble. No puede ser muy brusca, ni demasiado lenta, tiene que darse en su justa medida. Aunque no siempre tiene por qué ser una evolución para bien. Al principio me pasaba mucho que me centraba más en la trama, en los sucesos, y dejaba de lado la evolución personal de los personajes, que es tan importante (o más) que la trama en sí. 

Volver a la Portada de Logo Paperblog