Revista Decoración

Escribo, luego vendo.

Por Paula Lesina
Escribo, luego vendo.
Había una vez un señor, francés él,  que sentenció: "Pienso, luego existo".
Se podrán imaginar que un ser humano que proponía la duda hiperbólica - bueno, ponele que le llaman "duda metódica"- tiene mucho que ver con el universo desmesurado.
Pero... antes de que huyas a otras tierras golondrina, te cuento que lo que quiero compartir contigo no tiene directa relación con interrogantes como el pensamiento y la existencia.
¡Ya quisiera yo poder responder a eso!
Mi objetivo en este post es mucho más modesto. Por lejos, mucho más modesto.
Quiero que hablemos de qué pasa luego de que te escapaste de la zona gris y comenzaste a caminar por tu zona de aprendizaje.
Qué es lo que pasa cuando tenés que empezar a venderle al mundo tu proyecto personal.

No me digas nada...
- Sentís que tenés que aprender a expresar tu valor para que quienes te lean -o te escuchen- perciban el beneficio de lo que estás ofreciendo.
- Tenés cientos de ideas que en tu imaginación fosforecen pero... ¿qué pasa cuando te proponés transformarlas en palabras?
Si llegaste a ese punto en el cual reconocés el valor imperioso que tiene la escritura en tu negocio... comprenderás que tu mantra emprendedor es "escribo, luego vendo".
Y sí, tener un plan de negocio es fundamental.Y sí, definir a tu cliente ideal es una aspiración loable.Y también, hacer el dichoso análisis DAFO tiene lo suyo de esclarecedor.
Pero vos y yo sabemos que todo eso te lo podés pasar por el moño si llegado el momento de comunicarte con tus clientes no podés expresar el valor de tus productos y servicios.
¿O no es así?
Si estás asintiendo con la cabeza (mientras pensás que descarada esta desmesurada para escribir) bienvenida a mi mundo en el que el relato, primero emociona, luego persuade y cuando querés acordar, te compran. Porque vos, ni siquiera sentiste que estabas vendiendo.

La primera verdad: no existe vender sin comunicar.


¿Así de simple Paula?
Así de simple. 
Hasta que no aprendas a comunicarte con los otros mortales no vas a poder venderles ni un caramelo. Aprender a comunicar tiene sus secretos. No es una tarea para iniciados pero tiene sus tácticas y estrategias.
¿Qué te parece si comparto contigo algunos de estos trucos de escritura persuasiva? 
Vamos punto por punto, empezando por aquellos aspectos que son indiscutibles:

1- La sintaxis y la ortografía lo cambian todo. 


Si tu mensaje es escrito y no sabés usar los signos de puntuación... vamos mal. Una coma mal colocada cambia una vida. La diferencia entre:
"No, es culpable y "No es culpable"
Pueden ser años en una cárcel. Todo, por una rayita que genera una pausa en la lectura y cambia el sentido de lo que se comunica. Imaginate lo que una coma mal puesta o unos signos de exclamación mal usados pueden hacerle a tu vínculo con un cliente.

2- No seas Fankie, la androide.


Mi hijo mira una serie en la cual la protagonista es una androide llamada Frankie. Divina ella y rígida como lo son los estereotipos de los robots en nuestra imaginación. Su conversación y sus gestos son mecánicos, carentes de naturalidad.
Cuando escribís queriendo sonar "profesional", cuando te desvela que descubran tu "experticia", en general te transformás en una versión bloguera de Frankie. Mantenete coloquial, no te llenes de tecnicimos innecesarios que solo comprenden quienes comparten tu mismo nivel de conocimiento de un tema. ¿Por qué? Porque una persona que sabe lo mismo que vos sobre un tema, ciertamente no es tu cliente ideal. Por lo tanto, no va a ser quien te compre. Y vos ¿para quién querés escribir?

3- Hablame en positivo y con voz activa.


Quiero que lo repitas hasta que quede grabado a fuego en la memoria: "La voz pasiva me perjudica" "La voz pasiva me perjudica", "La voz pasiva me perjudica" Cuando lo tengas tatuado en el cerebelo, entonces, seguilo repitiendo un rato más porque no hay nada más contraproducente para la escritura persuasiva que la voz pasiva.
¿Un truco simple?
Pensar en primera persona, en presente y en modo indicativo: "Vendo formación para emprendedoras".

4- Cortito y al pie.


Nada atenta contra la comunicación online como los bloques de texto... evitemos: párrafos extra-large sin signos de puntuación y sin espacios en blanco. 
Los párrafos extensos abruman a un lector exigido por la lectura online. Pensalo y practicalo. Mejoran tus post, mejora tu forma de comunicarte.

5- Directo, sin marearla y llamando a la acción.


No te vayas por las ramas. Enfocate en el propósito de la comunicación y expresalo de forma llana, simple y sin demasiados adornos. Especialmente cuando tu objetivo sea llegar a una audiencia que no tiene ni tiempo para perder ni paciencia para descifrar tus enigmas.
Por otra parte, que todos tus textos interpelen al lector con una "llamada a la acción". Y ojo: eso no significa que todos tus textos tienen una oferta de compra. Nada más lejos de lo que quiero que comprendas. La idea es que en cada pieza textual para tu audiencia pienses en dedicar un párrafo a interpelar a tu lector con una acción concreta, que puede ser desde responder una pregunta hasta suscribirse a tu lista.
Te podría comentar como al pasar... que no caigas en la tentación de poner en práctica una de las estrategias más usadas en la actualidad. Una especie de discurso agresivo-pasivo en el cual el culpable de no decidirse, no obtener resultados y no tener "la vida soñada" es el lector. 
¿Dónde se ha visto?
¿Te leo y además me hacés sentir miserable?
Ponele que no es la estrategia más inteligente que he observado... Tu interés está centrado en que la persona que te lee se sienta cómoda, a gusto en un texto que resuelve sus inquietudes y además la ayuda a seguir adelante.
Ganan ellos, ganás tu propósito.
Me despido recordándote que el protagonista de todos tus textos no sos vos, ni tu producto o servicio sino tu lector. Porque una venta se produce en el momento mágico en el que confluyen tu producto o servicio y un cliente que necesita una solución que resuelva su problema y que lo ayude a "vivir mejor".
En última instancia, vender es un acto de servicio también. Y se hace escribiendo.
Por ahora...lo dejamos por aquí. Pero éste, es solo el primer paso de tu entrenamiento.

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