Revista Diario

Eso te lo tomas tú

Por Treintañeraconhijo
Eso te lo tomas túMi hijo nunca había sido muy bueno tomando medicinas. Cada vez que se ponía malito nos las veíamos y deseábamos para hacerle tomar el medicamento correspondiente. Y con el Apiretal ni os cuento, no había forma de conseguir que se lo tomara si no era por la fuerza. Aunque no me extraña que no lo quisiera porque esta malo de narices. Con el Dalsy tres cuartos de lo mismo.
Todo eso cambió hace unos seis meses que se me ocurrió comprar el ibuprofeno Normom porque me había comentado una conocida médico que los niños se lo tomaban mejor porque sabe como a melocotón. Mi hijo no le hizo ascos y a partir de ahí le podía dar cualquier medicina que se la tomaba sin rechistar.
Pero todo eso cambió el Domingo. Como me habían dicho que le diera ibuprofeno y paracetamol alternándolo cada cuatro horas pues se me ocurrió la brillante idea de hacerle tomar Apiretal. El niño todo inocente cuando lo vio fue a tomárselo como cualquier otra medicina sin oponer resistencia. Pero cuando ese mejunje rojo le cayó en la boca puso una cara de asco inmensa y no conseguimos que se tomara toda la dosis correspondiente. Después vino lo mejor, que ya no quería tomar ninguna cosa que oliera a medicina. Y  claro se tenía que tomar todavía el antibiótico para la otitis. Pero me dijo que me lo tomara yo, cerro la boca y no había manera que se lo tomara. Creo que ya no se fiaba. Al final hubo que utilizar "la fuerza" para que se lo tomara y acabo la mitad fuera de la boca. Con lo bien que se tomaba las medicinas como se me ocurrió darle el Apiretal.
Así que otra vez a la farmacia a comprar un parecetamol que no fuera Apiretal. La chica que me atendió muy amablemente me estuvo mirando los paracetamoles pediátricos de distintas marcas hasta dar con uno que no fuera rojo como la medicina de la discordia. Al final dimos con el Efferengan pediátrico que aunque el frasco era oscuro parecía que el liquido del interior no era rojo.
Cuando llegamos a casa lo abrí y la verdad que huele tan bien que dan ganas de tomarte el frasco de un trago. Lo probé un poco y casi no tiene sabor y además es como transparente. Al niño no he tenido oportunidad de dárselo porque como le ha bajado bastante la fiebre y aguanta más horas sin tomar nada pues le doy sólo ibuprofeno. Ya veremos la próxima vez que tenga que tomarlo si le gusta o no.
Y por otro lado estoy intentando convencerle otra vez de que se tome las medicinas tan bien como antes. Todavía estoy en ello y aunque a la primera todavía no se las quiere tomar he echado mano de mis malas artes de madre  para engañarle y conseguir que se tome todas las dosis de antibiótico que le corresponden y el ibuprofeno para bajarle la fiebre. No se me ocurre volver a darle Apiretal en la vida.

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