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Espada y Soberano: Un grupo inolvidable

Por Cartas A 1985 @AntonCruces

Los amantes de la buena música seguro que bien recuerdan las andanzas de los inolvidables Espada y soberano. La carrera artística del dúo se desarrolló entre los años 1996 y 2004, casi un decenio en el que dejaron su inconfundible impronta con cinco discos que son ya historia indeleble de ese cajón desastre que es la música pop.

Espada y soberano se formó igual que los continentes o la gaseosa: por casualidad. Antón Cruces (Tío Tony) y Marcos Pérez (Quiño) descubrieron su compartido amor por la música en las aulas de la Facultad de Filología Inglesa en las que, por caprichos de la suerte (esa hija de puta), se encontraron. Allí entre largas charlas en la cafetería descubrieron un amor compartido por artistas como Gary Moore o el grupo británico Dire Straits; de hecho la primera encarnación de Espada y Soberano fue un concierto en dicha facultad bajo el nombre de “Los Erectos” que se dedicaban exclusivamente a interpretar canciones de “Los Daires”. Eso sí, desde otra perspectiva: mezclando canciones.  Los erectos se fueron haciendo un nombre en las pequeñas salas de conciertos de la ciudad con temas como “Twisting by the life” “Tunnel of swing” y, sobre todo, su mítica “Money for Juliet” que conseguía poner en pie a las audiencias más exigentes. Fue precisamente en esa época cuando empezaron con sus primeras adaptaciones libres de temas de otros artistas y de ahí surgió su muy personal versión de “Still got the blues” que la banda liderada por los gallegos título “Todavía tengo tu blusa”. El éxito cosechado por esa canción les sirvió para tomarse lo de la música más en serio.

“Tenemos madera de carallo”, declaraba Quiño en una entrevista de 1996. Los erectos pasaron a ser Espada y Soberano y el resto es historia. Cualquier músico sabe que Quiño y Antón vivieron a mediados de los noventa una explosión creativa sin precedentes. Alquilaron una casa en Bora y se dedicaron a escribir, a componer a jugar con la melodías. Buscaron la sutileza y elegancia y así surgió su primer elepé. Y esa falda…¿Es de franela? que les catapultó al número uno de las listas de medio país ante la sorpresa de la crítica que nunca entendió su insondable calado entre el público.

“Y esa falda…” nos dejó canciones imborrables, himnos de una generación como En Bután no hay pelirrojos, Hace un calor…qué tetorras (cuyo baile dio la vuelta la mundo), Superpolludos y sobre todo la bossa-nova Jack, el cura onanista permanecerán para siempre grabadas en nuestras vidas a golpe de estribillos perfectos y sorprendentes giros melódicos que nos adentran en el mundo de Espada y soberano.

La fama les volvió locos y la revista Super Blof los consideró durante tres años seguidos los hombres más deseados en algunos pueblos de Cantabria.

Tío Tony y Quiño certificaron la muerte del grupo el 4 de abril de 2004 cuando Antón pronunció en una multitudinaria rueda de prensa esas palabras ya históricas:

“Morro de soño”.

Nunca antes hubo y nunca habrá un grupo como Espada y soberano. Nos quedan sus discos y la posibilidad de que, quizás algún día, vuelvan a la carga.

1996 Y esa falda…¿Es de franela?

1997 Yo y mi superyo

1999 Aquapark

2001 Greatest Hit

2002 Double Dildo

2004 Aquapark II

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Hasta fueron portada de Maxi Tuning.


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