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España 2 - Chile 1: Portugal nos espera

Publicado el 25 junio 2010 por Damsam
España 2 - Chile 1: Portugal nos esperaSe suele medir todo a través del resultado que brilla en el marcador. No siendo justo ni un valor que compartamos, es necesario comentar que la suerte aparece muy poco en las consecuencias finales y casi todo tiene sus causas en el trabajo previo.
España llegaba al partido contra Chile con una necesidad de victoria provocada por su paso en falso ante la rocosa selección de Ottmar Hitzfeld. Mereció ganar ante Suiza pero cometió los errores suficientes como para darle la oportunidad a la presa de convertirse en cazadora. Por tanto, los defectos propios son la razón de una derrota que colocaba a este grupo de magníficos jugadores ante el abismo de la eliminación. ¿Seríamos capaces de demostrarle al mundo el carácter necesario?
Su rival, Chile, la misma que fue vencida tiempo atrás con una autoridad incuestionable, pero como goles son amores y partidos son partidos, el de Pretoria se antojaba demoledor para el que lo perdiera.
Vicente del Bosque, en el día en que su sepultura danzaba en el ambiente, eligió el siguiente once: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Piqué y Capdevila; Sergio Busquets, Xavi, Xabi Alonso e Iniesta; Fernando Torres y Villa.
Por su parte, Marcelo Bielsa se la jugó con Bravo; Medel, Ponce, Jara, Vidal; Estrada, Valdivia, Isla, Mark González; Beausejour, Alexis Sánchez. Dos propuestas ofensivas y con un solo premio: la clasificación.
En el complemento, Marcelo Bielsa sacó a Marc González y Valdivia para meter a Paredes y Rodrigo Millar. Chile encontró el descuento rápidamente gracias a un remate de Millar que pegó en Piqué y descolocó a Íker. El 2-1 volvía a meter el miedo en el cuerpo de la selección española que debía tocar y tocar para cerrar definitivamente el partido. El trabajo no estaba hecho ni mucho menos.
Del Bosque reaccionó por obligación y mandó al terreno de juego a Cesc Fábregas por Fernando Torres, para tener la pelota y rematar el choque. La Roja se mostraba sólida en el toque y no pasaba apuros ante un equipo chileno que defendía con tres. La paciencia y el toque debían ser las armas escogidas para matar a los sudamericanos que no se entregaban y mostraban una actitud más que digna.
En los primeros instantes, cuando el trabajo de los técnicos se nota más que nunca, pudimos reconocer que Marcelo Bielsa le ganaba la partida a Vicente del Bosque porque Chile tenía un plan de presión y de ataque. España, por el contrario, dependía más que nunca del ritmo que marcaran nuestros volantes quienes, de entrada, la tocaban poco. Eso sí, un balonazo de Capdevila dejó solo a Torres que remató, inexplicablemente, demasiado arriba.
Chile devolvió el golpe por el costado más débil de la defensa española, el izquierdo. Un par de movimientos rápidos de los sudamericanos, descolocaron a Puyol y Capdevila, Beausejour desbordó y regaló el gol a Marc González que se lo perdió milagrosamente para la portería de Casillas. España daba muchas facilidades por el flanco que todos habíamos denunciado y, además, no tenía la pelota. Iniesta y Xavi no aparecían y España era superada sin contemplaciones.
Sin embargo, apareció la Diosa Fortuna en forma de defecación de Claudio Bravo, el portero de la Real Sociedad: Xabi Alonso metió un pase largo hacia nadie, Torres corrió para ganarse el sueldo y apareció el corte del arquero chileno que quiso rechazar y se la dejó muerta a David Villa quien, desde 35 metros, marcó a puerta vacía. Era 0-1 para España, injusto castigo para Chile.
A partir de allí, el equipo de Bielsa sintió el golpe y la presión no era tan rápida ni brillante, las marcas llegaban tarde y Valdivia aparecía poco. Busquets se hacía dueño de la pelota y La Roja emparejaba el trámite mientras el tiempo corría inexorablemente y el árbitro se tragaba un penalti a Fernando Torres.
Chile estaba al borde del colapso y así fue: Iniesta aprovechó un error chileno y con un pase a la red puso el 0-2. Para Chile parecía el fin porque, además, era expulsado Estrada. Nos fuimos al descanso con la suerte en el marcador, con quince minutos decentes y la sensación de ser mucho más que Chile individualmente.
En la reanudación, Marcelo Bielsa sacó a Valdivia y Marc González y metió a Paredes y Millar quien en la primera que tocó remató a puerta, pegó en Piqué y descolocó a Íker para el 1-2. Los sudamericanos no se entregaban aunque España controlaba el juego a partir de la posesión del balón y la paciencia.
Vicente del Bosque reaccionó y mandó al campo a Cesc Fábregas por un cansadísimo Fernando Torres. A partir del ingreso del jugador del Arsenal, La Roja comenzó a sonar como la orquesta que aún no habíamos escuchado en Sudáfrica. Se puso el equipo al hombro, la pelota bajo su bota y manejó los ritmos de una selección que disfrutaba con su juego. Mientras el tercero parecía estar muy cerca, Bielsa quitaba a Alexis y mandaba al campo a Orellana. Xabi Alonso, lesionado, daba lugar a Javi Martínez.
Los minutos finales fueron de una total autoridad futbolística por parte de nuestra selección. Chile estaba a merced de los tocadores de La Roja y aunque el resultado era corto, el desarrollo del complemento era absolutamente favorable para el mejor equipo a estas alturas. España no sufrió hasta el final y la victoria dio el pase a octavos de final en donde espera Portugal.
Los de Vicente del Bosque pasaron lo peor: con carácter y compromiso se sobrepusieron a un inicio demoledor para las aspiraciones de cualquier candidato. Piqué, Xabi Alonso, Fábregas y David Villa dieron el salto de calidad que España pedía a gritos. Estamos en octavos. ¿Será alguien mejor que La Roja? Goal.com

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