Revista Opinión

España avanza hacia Venezuela

Publicado el 06 mayo 2017 por Franky
Las guerra de los avales dentro del PSOE, en la que Susana Díaz ha ganado a Pedro Sánchez por una escasa diferencia de 6.000 adhesiones, demuestra que el PSOE está profundamente dividido, que Pedro Sánchez tiene opciones reales de ganar las primarias y que gran parte de la militancia socialista está radicalizada y contaminada por Podemos. Si a la realidad de un PSOE dividido se agregan otros factores como el rechazo que genera la corrupción del PP, el escaso atractivo de la candidata Susana y, sobre todo, el hartazgo y la indignación de los españoles frente a los abusos y fechorías de los dos grandes partidos del país, la conclusión es evidente: España, aunque el populismo bolivariano de Podemos parezca estancado en sus cinco millones de votos, avanza hacia Venezuela y el peligro de que el totalitarismo se haga con el poder se hace real. --- España avanza hacia Venezuela La victoria de Pedro Sánchez contra el aparato debilitado de un PSOE dividido y rabioso porque se ve alejado del poder es realmente posible. Si ha conseguido casi los mismos avales que Susana Díaz en una guerra que no es secreta y que obliga al militante a dar la cara, es más que probable que consiga muchos más votos en unas primarias que sí serán secretas y en las que la presión del aparato ya apenas cuenta.

Parece que los astros se están confabulado contra una España que pierde la esperanza y que parece incapaz de regenerarse y rehacerse como nación. Los acontecimientos y los personajes en la escena nos empujan hacia Venezuela. Una serie de males y de dramas se han unido para hundirnos: el rechazo de los demócratas y de la España decente a Mariano Rajoy y a su partido infectado de corrupción, la contaminación populista del PSOE, parte del cual se hace radical y se identifica con el estúpido "No es no" de Pedro Sánchez; el escaso atractivo de Susana Díaz como líder, incapaz de despertar entusiasmo más allá del aparato y con amplio rechazo al norte de Despeñaperros; la debilidad y fracaso de Ciudadanos, un partido que no termina de despuntar como alternativa; la frustración de los españoles, que sienten un desprecio creciente hacia los viejos partidos y sus fechorías y abusos... Todo apuntando hacia un futuro oscuro con colores bolivarianos, un siniestro mundo donde dominan la división, el caos, el enfrentamiento civil, los Maduros, los Diosdados, el desabastecimiento y el miedo, un mundo negativo y espeluznante construido sobre el fracaso de la vieja política y la traición de los dos grandes partidos españoles, PP y PSOE, que en lugar de servir a los ciudadanos y a la patria se han arrojado en brazos de la corrupción, el abuso y el mal gobierno.

La Venezuela actual también se construyó así, sobre la corrupción de sus gobernantes falsamente democráticos y el fracaso de sus dos grandes bloques políticos, los "adecos" y los "copeyanos", parecidos en demasiadas cosas a "socialistas" y "peperos". La Venezuela frustrada que sobrevivió a la presidencia de Carlos Andrés Perez y a otros miserables fue presa fácil de un totalitario con carisma llamado Hugo Chavez, que conquistó el poder en las urnas para un "chavismo" que llegó para quedarse y no abandonar nunca más el gobierno.

¿Cuales son las opciones reales de esta España incapaz de emprender la única ruta que la salvaría del desastre, que es la de la regeneración?

Tanto si Susana Díaz gana las primarias como si lo consigue Pedro Sánchez, el PSOE se parte en dos y una parte se aliará con Podemos. De la potencia que acumule el bloque Podemos-PSOE sanchista dependerá que vayamos de nuevo a las urnas. Las próximas elecciones serían siempre dramáticas y en ellas se enfrentarán un ciego, un tarado, un tullido y un disminuido, todos unidos por el común denominador de la corrupción y el estatalismo autoritario, lo que obligará a los pobres ciudadanos a acudir a las urnas con la nariz tapada y con miedo a que salga cualquiera de los candidatos, que siempre será un pobre diablo peligroso para España y sus ciudadanía.

El panorama es realmente sobrecogedor, pero es lo que hay. Dos únicas opciones: o corruptos o corruptos populistas.

Francisco Rubiales


Volver a la Portada de Logo Paperblog