Españexit.

Parece ser que la U.E. va a tardar un poco todavía en decidir que castigo impone a España por el gravísimo pecado de sobrepasar el límite del déficit público, seguramente para evitar entorpecer la investidura de su obediente amigo Rajoy.

Parece ser que aunque pueda evitarse la sanción, cosa que está por ver, la U.E. exigirá un recorte de gasto presupuestario de 10.000 millones.

Si esta situación se confirma o resulta aun peor, porque no creo que resulte menos dañina, se demostrará una vez más que la U.E. no es más que una montaña de políticos estúpidos a más no poder, y se demostrará también que el Brexit es una prueba de que los británicos son los más inteligentes de Europa.

Si la U.E. comete esta inmensa barbaridad resultará que un país como España que, contra todo pronóstico, hemos crecido a nivel de PIB bastante por encima del promedio de la U.E., pero a pesar de ello todavía mantenemos una tasa de paro alrededor del 20% que más que dobla la que teníamos al inicio de la crisis, cuando Merkel y la U.E. nos obligaron a hacer el imbécil y además desde la tasa de paro del 26% que alcanzamos al principio de 2013 al 20% actual la disminución de esta tasa es desesperantemente lenta, a pesar que se supone que la crisis ya ha sido superada, la mayoría de los países de la U.E. han regresado ya a las tasas de paro anteriores a la crisis y los países que tienen la suerte de no pertenecer a la U.E. y en consecuencia no tienen porque hacer el imbécil, regresaron a las tasas de paro previas a la crisis hace casi tres años, ahora, precisamente ahora se nos vuelve a aplicar una imbecilidad que pondrá en entredicho nuestra recuperación. Si la U.E. comete la barbaridad, nuestro PIB va a resentirse, el crecimiento se ralentizará o se interrumpirá y me atrevería a afirmar que incluso nuestra tasa de paro puede volver a crecer.

Creo que fue al principio de la década del 2000 en que la U.E. tenía una norma similar de límite del 3% del déficit con fuertes sanciones en caso de incumplimiento y dos países la incumplieron, Alemania y Francia, en el caso alemán además por un importe muy elevado a causa de la reunificación, pero se suprimió la norma sin aplicar sanción alguna. Yo no estoy en la U.E. para ser súbdito de una Loca de Berlín, a la que ni siquiera puedo negarle el voto, y que si algo ha dejado bien claro es que defiende exclusivamente los intereses alemanes aunque para ello tenga que pisarle el callo o algo peor a alguien.

A continuación os adjunto un artículo publicado por El Periódico el 21 de Julio, de Antón Costas, catedrático de economía y en mi opinión uno de los mejores cerebros económicos del país, que se refiere a la inmensa estupidez de la U.E. en cuanto a medidas económicas y aunque lógicamente no llega a insultarlos se le nota que le encantaría hacerlo.

EP ANTÓN COSTAS AUSTERIDAD

El profesor Costas se refiere a su extrañeza de que los imbéciles de turno no se hayan enterado todavía de que sus medidas han fracasado de manera espectacular y estrepitosa, a lo que se podría añadir el caso de Grecia, que por sí solo sirve de demostración del súper-fracaso europeo. Un país que tuvo una primera desgracia al entrar en profunda crisis siendo miembro de la U.E., y le siguió otra desgracia cuando Merkel y su ministro Shäuble decidieron utilizar la U.E. para montar un plan de rescate con la clara intención de sacar la deuda griega de las espaldas de los bancos alemanes, y de paso obligar a Grecia y a los indisciplinados del sur de Europa a seguir unas políticas económicas que en Alemania tuvieron éxito para superar el problema financiero causado por la reunificación, pero que fuera de ese entorno y más todavía en crisis suponen algo así como cometer suicidio económico. Lo que Merkel y la U.E. nos están obligando a hacer desde el 2009 es similar al tipo que tiene un ataque de apendicitis y lo solucionan operándolo, pero al cabo de unos días pilla una gripe y para curarla se compra un bisturí y se lo clava en el estómago porque así le curaron la apendicitis.

Desde que fue “rescatada”, y de ello hace más de siete años, la economía griega no solo no ha mejorado en ni un solo céntimo sino que va de mal en peor y en mucho peor, con uno y pico de cada cuatro trabajadores en paro, tasa de paro que en los siete años solo ha descendido poco más del 1% probablemente por los griegos que han emigrado en busca de trabajo, y al igual que el resto de países a los que han obligado a hacer el imbécil, lo que resultaba ser el objeto fundamental del ejercicio: recortar gastos para generar fondos con los que cancelar la deuda pública, no solo no ha reducido la deuda sino que en casi todos los casos, entre ellos por supuesto Grecia y España, la cifra actual se acerca por exceso o por defecto al doble de la deuda del 2009.

La inconsciencia de Merkel-U.E. al no aceptar el tremendo fracaso de sus políticas se agrava si se tiene en cuenta que muchos premios Nobel de Economía las han criticado duramente, entre los que los más críticos han sido Paul Kugman (2008) y Joseph Stiglitz (2001), e incluso en un artículo este último llegó a calificar la situación de idiotez. Todo ello a pesar que las medidas estúpidas se basan en las teorías furibundamente liberales de otro Nobel, Milton Friedman (1976) que han provocado un larguísimo rosario de estrepitosos fracasos allí donde se han aplicado, pero es el favorito de los que pretenden imponer el capitalismo ultraliberal que nos llevó al desastre y nos mantiene en él.

La cosa es mucho más grave todavía cuando desde el 2009 en que empezó el proceso de imbecilidad económica Merkel-U.E. han insistido repetidamente en recortar gastos sociales que perjudican a la población porque para liberales furibundos como la Loca de Berlín el Estado del Bienestar es uno de los principales enemigos a batir. Lo que agrava la actitud de Merkel-U.E. es que en relación con España NUNCA han mencionado dos temas que cada uno por si solo podría solucionar sobradamente el problema del déficit: la corrupción y el desastre al que en España llamamos Administración Pública, que en mi opinión hace una eternidad que requiere una reforma urgente que podría generar muchos miles de millones de ahorro simplemente por supresión de sueldos y beneficios de altos cargos perfectamente prescindibles, convertirla en mínimamente eficaz, eficacia de la que ahora está muy lejos, y transformar a la población del país de súbditos que siempre son responsables de todo a ciudadanos con obligaciones, sin duda, pero también con derechos, en especial cuando se produce uno de los frecuentes errores administrativos.

Por cierto, Merkel-U.E. no solo se centran en lo que perjudica a los ciudadanos sin mencionar los puntos donde se concentra el robo y el despilfarro, además le dan toda la razón al gobierno de Rajoy cuando tienen la indecencia de culpar a las CCAA del incumplimiento del límite del déficit, después que el propio gobierno repartió los límites cargando absolutamente todo el esfuerzo sobre las CCAA, y asignándose a sí mismos unos objetivos ridículos. ¡¡No vaya a ser que ocurriese la desgracia que la Administración Central tuviese que reducir gastos!!.

He titulado esta nota Españexit porque quizás deberíamos salir de la fábrica de imbecilidad en que se ha transformado la U.E., aunque sé que es difícil porque muchos españoles tienen un concepto de la Unión Europea más basado en una especie de religión que en la lógica, y para ellos la Fe es mucho más importante que el razonamiento lógico. ¿A santo de qué hemos tenido que aplicar unas medidas que ni el economista más tonto del pueblo se atrevería a recomendar, que después de grandes sacrificios solo han conseguido sacarnos muy tarde y muy mal de la crisis, y cuando ya estamos saliendo lentísimamente del problema los mismos que nos obligaron a comportarnos como descerebrados insisten y nos echan para atrás de nuevo?.

Curiosamente, varios grandes cancilleres alemanes, Adenauer, Schmidt, etc., tuvieron una actuación decisiva en el nacimiento y rápido crecimiento de lo que entonces era la CEE, pero otra cancillera alemana Angela Merkel la va a destruir si no se produce un milagro.