Revista Cocina

Espárragos y huevos gratinados sobre pan de salvado

Por Bouquetgarni
Ya repuesta de los festejos por el nuevo premio que recibió el blog y dedicada a lo nuestro (es decir, a proponerles recetas de cocina con esos ingredientes que, de seguro, tienen por allí), les quiero hacer una aclaración que me parece importante. No sé si ustedes ven bien o mal al blog (No, no. No les pregunto si están bien de la vista o si tienen que visitar al oftalmólogo sino, más bien, de cuestiones técnicas), pero lo cierto es que Don Blogger no me permite mostrar mi lista de Amigos (¡No es que seamos tantos que no puedan entrar en la barra lateral del blog!) y, en su lugar, aparece un antipático espacio en blanco. Créanme que no se me ocurrió un diseño de incógnito ni nada por el estilo.  No tengo nada que ver con eso y no logro hacer que se modifique (y les aclaro, por si se les ocurre, que no quité el gadget de seguidores de mi plantilla). No es el primer problema que ha venido presentando Blogger en los últimos tiempos. Hasta hace unos días, luchaba como una condenada para poder subir las fotos de las entradas en gran tamaño y ahora que se solucionó ese problema, aparece este otro. Es que, Don Blogger, si me quiere dar un  poco de respiro no lo voy a rechazar, le doy mi palabra de honor.
Ahora sí, a lo nuestro (con cara de felicidad y de aquí no ha pasado nada, pese a algunos que no quiero nombrar más porque ganan demasiada prensa)...
¡Es época de espárragos y hay que aprovecharlos! Es probable que consigas estos exquisitos y delicados vegetales en cualquier momento del año, pero como ya debés saber (o imaginarte) si me venís siguiendo en el blog te recomiendo cocinar con ellos en la época o temporada en que se dan naturalmente en tu país. Aquí, en Argentina (y en especial en Buenos Aires), los disfrutamos por poco tiempo: septiembre y octubre porque la variedad que más se extiende es la verde que tiene poco tiempo de cultivo. Por eso... ¡Es época de espárragos y hay que aprovecharlos!
De sabor delicado y exquisito son un primor verlos así, amontonaditos en un regio paquetito, de elegante presencia y porte señorial, uno al lado del otro con sus yemitas apuntando al cielo y rogándote que los lleves a casa para preparar alguna sopa, crema, salsa, tarta... Está claro que no estoy delirando (no me mires con esa cara de desconfianza, por favor), pero es que soy una enamorada de los espárragos. Y estos nobles vegetales (consumidos desde tiempos remotos) nos brindan también alguna que otra alegría a nivel nutricional. A saber: De fácil digestión, son tolerados incluso por cualquier estómago delicado. Se pueden consumir cocidos al vapor, horneados y en preparaciones elaboradas. Tienen pocas calorías (sólo unas 18 kcal. cada 100 gramos); por ello, si estás haciendo dieta emplealos en tus recetas. Son excelente fuente de vitaminas C y E, y de beta carotenos que después el cuerpo convertirá en vitamina A. Además, contienen fósforo, hierro, calcio, zinc y ácido fólico. Son diuréticos, ricos en potasio y pobres en sodio (por eso, son ideales para dietas reducidas en sal o para personas hipertensas). 
Bueno, creo que ya dejé bien en claro que si tenés oportunidad de prepararlos no lo dudes ni un minuto porque, por sabor y valor nutricionales, son capaces de conquistar los estómagos de grandes y chicos por igual.Para hoy les propongo preparar una exquisita entrada o bocado para compartir con amigos, o mientras miramos una peli o partido de fútbol en casa. Se come en plato o con la mano y es muy fácil de preparar.¿Qué necesitarás para realizar esta receta?
Espárragos y huevos gratinados sobre pan de salvado
Ahora sí, nos ponemos manos a la obra. Seleccioná y limpiá bien 1 atado de espárragos, lavalos con abundante agua y quitales la parte final de los tallos (porque están muy duras o feas). Disponelos de manera entrecruzada en tu vaporiera (para que circule el vapor entre ellos sin ninguna dificultad) y cocinalos por 13 a 15 minutos. Cortalos en trocitos y reservalos.
Aparte, cortá en cuadraditos 1 cebolla y rehogala en 1 cucharada de aceite neutro. Condimentá con sal, pimienta, nuez moscada y orégano. Añadí los espárragos troceados. Agregá 2 huevos frescos o de granja (grandecitos y bien amarillos) y rectificá la sazón, incorporando 2 cucharaditas de tomate, albahaca y ajo deshidratados y ahumados (¡Hum, qué saborcito! ¡Y qué aroma!). Sacá del fuego una vez que el huevo cuaje y reservá.Quitá la corteza a unas 8 rodajas de pan de salvado (o el pan de tu agrado; si es casero, mucho mejor) y cubrilas con abundante preparación. Espolvoreá por encima el queso rallado de tu gusto (o queso en hebras) y añadí pimienta recién molida, nuez moscada fresca y una lluviecita muy delicada de tomate, albahaca y ajo deshidratados y ahumados. Llevá al horno hasta que el queso se derrita y serví.
Espárragos y huevos gratinados sobre pan de salvado
Es un plato muy sencillo, pero no por ello menos noble. Ideal para compartir con amigos en una reunión informal o para introducir los espárragos en la dieta de la familia o de los más pequeños de la casa.
Espárragos y huevos gratinados sobre pan de salvado
De sabor suave, delicado y nada invasivo esta opción también puede ser bienvenida como tentempié o desayuno contundente en la cama para agasajar, en un día especial, a un ser amado. Si deseás algo más sencillo como una ensalada, por ejemplo, podés cocinar los espárragos al vapor y luego preparar una lemoneta con  aceite neutro, jugo de limón, sal, pimienta recién molida, orégano, albahaca, tomate y ajo (deshidratados y ahumados). Rociá los espárragos abundantemente y a disfrutarlos en su versión más natural.Espero que les guste la propuesta y nos vemos la semana próxima. ¡Cariños enormes!

Volver a la Portada de Logo Paperblog