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Espejo roto - Mercè Rodoreda

Publicado el 10 enero 2011 por Rusta @RustaDevoradora
Espejo roto - Mercè RodoredaEditorial: Austral
Páginas: 416
ISBN: 9788432248238
Precio: 9,95€
Nota: a lo largo de la opinión me referiré al libro por su título original, Mirall trencat, porque lo leí en catalán.
Para saber más sobre la autora y su obra, os remito a mi comentario de Aloma.

Argumento

Mirall trencat se publicó por primera vez en 1974 y narra la historia de una familia, concretamente de tres generaciones de esta. La acción se sitúa a principios del siglo XX y los personajes residen en Barcelona. Son una familia adinerada, viven en una torre y tienen muchas sirvientas, que van cambiando conforme pasa el tiempo. La ambientación de la época está muy bien hecha y te adentras en ese mundo que se describe. Además, hay algo que es bastante significativo y te sitúa inmediatamente: el inicio de la Guerra Civil, hacia la recta final de la novela.

Se puede decir que la familia comienza con los personajes de Salvador Valldaura y Teresa Goday. Él es un hombre adinerado, que ha viajado por el mundo y vive con el recuerdo de una historia que tuvo con una joven y que no acabó muy bien. Teresa Goday, por su parte, proviene de una familia humilde pero se casó con un anciano rico y este hecho la hizo subir de posición. Los dos tienen sus secretos, él la historia de la joven y ella un hijo que tuvo antes de casarse por primera vez. Su relación no llegará a ser del todo sincera por ninguna de las dos partes.

En las generaciones siguientes los personajes son distintos, cada uno con un carácter muy definido, mas los secretos entre ellos se mantienen y a menudo los hacen desdichados. Esa es la principal característica de esta familia, con tantos engaños entre ellos se vuelven desgraciados hasta el punto de que acaban viviendo una auténtica tragedia familiar. Me encanta el tema que trata esta novela, los secretos que siempre hay en una familia, y en este caso en una familia adinerada de principios de siglo, donde las diferencias entre clases sociales estaban muy marcadas y era importantísimo guardar las formas y dar una imagen correcta.
No quiero que penséis que el libro es puro drama y que vais a necesitar el pañuelo mientras lo leáis, porque tampoco es todo así. Es importante destacar el papel de las criadas, a las que se dedica varios capítulos, que con sus cotilleos y sus historias le dan un toque de humor a la novela. Además, el resto de acciones no se relatan de forma dramática, sino que nos hacen ver que, en el fondo, una parte considerable de las desgracias son merecidas por el egoísmo y las mentiras de ellos.
Estructura

El libro se divide en tres partes claramente diferenciadas. La primera se dedica básicamente a Teresa, en un principio casada con en señor adinerado, que después conoce a Valldaura y finalmente se casa con él, tienen hijos y demás. Es la parte que me resultó más pesada de leer. A partir de la segunda parte es cuando aumentó mi interés por el libro. Sofia ya es mayor, se casa y aparecen los niños que también crecen. Me encantan los entresijos entre ellos, especialmente la historia de Maria, que aunque suene mal decir que me gustó porque es de lo más trágico que hay, no puedo negar que me encantó cómo está montada, de principio a fin. La tercera parte yo la definiría como la decadencia final. Es una parte más corta que las anteriores, el tiempo pasa más rápido, desaparecen los personajes clave y además coincide todo con el inicio de la guerra.

A pesar de su extensión yo no lo veo como un libro rápido de leer. El estilo de Rodoreda incluye descripciones exhaustivas que creo que es mejor leer con tranquilidad para disfrutar más de esta narración de calidad.


Mis impresiones

Curiosamiente, mis impresiones sobre el libro han mejorado con el paso del tiempo. En el momento en que lo leí destaqué que en algunos momentos se me hizo un poco pesado, pero pasados unos años el recuerdo que me queda de él solo se centra en lo positivo.

El otro detalle negativo que observé es un poco más difícil de explicar. Durante toda la lectura tuve la sensación de que parece que se hizo la serie antes del libro. ¿Por qué? Mercè Rodoreda tiene una prosa poderosa y en esta novela la exhibe mediante maravillosas descripciones, pero curiosamente a veces dedica esta habilidad a momentos triviales y en escenas importantes pasa de forma más fugaz y no entra en detalles. De ahí que los guionistas de la serie lo tuvieran fácil para echarle imaginación y recrear esas escenas clave a su gusto. De todas formas, esto no deja de ser un problema menor y posiblemente otros lectores no lo apreciarán.
Ahora toca hablar de los aspectos positivos. En general, Mirall trencat es una historia maravillosa, con personajes perfectamente definidos y un trasfondo interesante que te lleva a reflexionar sobre las miserias que esconde una familia. Está muy bien escrito y contiene escenas inolvidables que permanecen en tu memoria con el paso del tiempo, como precisamente ese momento en el que el espejo se rompe.
En segundo lugar, las historias que narra no tienen final feliz. Me aburren un poco las tramas que lo ponen todo muy trágico y al final lo acaban solucionando todo, a menudo de una manera irreal. Mirall trencat no es que sea especialmente realista (porque tanta tragedia para una familia me parece excesiva), pero a la hora de dar final a las historias no tiene problema en buscarles un final triste que sorprende y hace cada vez más desdichada a la familia. Me gusta que los escritores se atrevan también con estos finales.

Al igual que ocurría con La plaza del Diamante, de la misma autora, en Mirall trencat aparecen varios elementos simbólicos. Por ejemplo, las ya mencionadas, criadas, que para mí simbolizan la alegría y la transparencia dentro de una casa llena de falsedades. También el broche de Teresa, en forma de ramo y con muchos diamantes: símbolo de ambición, de poder, de dinero. Para conseguirlo ella misma engañó a su primer marido y después siempre lo luce para sentirse poderosa, lo mismo que su hija. En el último capítulo también aparece una rata con un final no muy bueno, que acaba de representar la decadencia de esta familia.

Si comparo Mirall trencat con La plaza del Diamante, el primero me parece una obra más elaborada. No únicamente porque la autora tardó más tiempo en escribirla, sino porque abarca muchos personajes y es más complicado establecer todos los vínculos entre ellos y hacer que éstos enlacen bien. La plaza del Diamante, por el contrario, es básicamente la novela de un personaje, ya se percibe en el hecho de que está narrada en primera persona. Mirall trencat está narrado en tercera persona. De todas formas, ambas novelas son dignas de un sobresaliente. Hoy en día se escriben muy pocas obras de calidad semejante.

Para terminar, vuelvo a destacar que me ha gustado mucho el tema de esta novela: una saga familiar, con personajes bien construidos e historias perfectamente hiladas entre ellas. Está muy bien ambientada y el tema de la familia rica que guarda secretos da mucho de sí. En conclusión, os la recomiendo encaredidamente y, aunque de entrada os parezca un libro lento, os aseguro que vale la pena seguir leyendo.

Mi valoración: 9/10


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